¿Qué pensar de los extraterrestres? Uno de los temas favoritos de la ciencia ficción es el descubrimiento de seres vivos que en teoría poblaron o poblarán otros planetas. La primera frase de Palabra de Dios dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Esta declaración distingue la tierra del conjunto de los astros repartidos por todo el Universo. En nuestro planeta, que Dios llama Tierra, se desarrollan sus planes para sus criaturas inteligentes, los habitantes de este mundo. En su amor Dios les dio un Salvador, y por medio de Él, la vida eterna. Fue a este mundo a donde Jesús vino. Sólo él, “el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo” (1 Corintios 15:47). Nosotros, los humanos, lo odiamos, lo rechazamos; él murió en una cruz, pero luego resucitó y fue llevado al cielo. De esa humanidad culpable, Dios saca hoy a un pueblo para llevarlo al cielo: seres humanos provenientes de la raza pecaminosa de Adán, a quienes perdona por su gracia, si reconocen su necesidad de ese Salvador. Los seres humanos, criaturas inteligentes y responsables, son el objeto del amor de Dios quien, para salvarlos, no escatimó ni a su propio Hijo. “Jesucristo hombre… se dio a sí mismo en rescate por todos” (1 Timoteo 2:5-6). Los burladores dicen: “No hay Dios” (Salmo 14:1), pero Dios responde: “Yo soy… Este es mi nombre para siempre” (Éxodo 3:14-15). Fue a los habitantes de la tierra a quienes él mismo se reveló mediante su eterno poder, su divinidad y su amor. Ellos tienen la responsabilidad de escucharle.
Posted on: Fri, 04 Oct 2013 06:56:42 +0000