RECOMENDACIÓN INÚTIL Thomas Waibel La Asociación de Abogados - TopicsExpress



          

RECOMENDACIÓN INÚTIL Thomas Waibel La Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia le piden a los “obispos” que pongan fin a su silencio cómplice e intercedan por los perseguidos políticos, los llamados “represores”, y el Sr. Juan Olmedo propone enviar el petitorio directamente a Bergoglio (ver "Correo del Lector" del 8 de Mayo,2013 nro. 4345) Por lo visto estos abogados y el Sr. Olmedo no ven o no quieren ver que este silencio es parte de la política de Bergoglio y de los “obispos” restantes frente al gobierno montonero. El solo hecho que ni Bergoglio ni los “obispos” restantes hayan movido un solo dedo para ayudar a Christian von Wernich, pese a que éste es uno de sus hermanos y es evidente que es inocente, muestra que ellos apoyan, ya sea por convicción, ya sea por oportunismo, esta persecusión. Los “derechos humanos”, tan declamados por Bergoglio y todos los obispos, solo son “sagrados” cuando se trata de terroristas, delincuentes o izquierdistas, pero no en el caso de los “represores”. La petición de la Asociación es en el mejor de los casos una pérdida lemantablede tiempo y mandarle ésta a Bergoglio otra aún mayor. Cuando uno se está ahogando no debe aferrarse a algún palito, lo cual solamente cuesta fuerzas en vano, sino rezar para que Dios lo salve a uno. Este principio también vale aquí. Thomas Waibel Fuente: "La Botella al Mar" (Correo del lector) BOGADOS POR LA JUSTICIA Y LA CONCORDIA ENTREGARON A LOS OBISPOS UN PETITORIO CON 1195 FIRMAS, con la firma de Alberto Solanet, Presidente y de Marian 15/4/2013 Amigos: Informamos que hemos hecho entrega al Señor Presidente de la Conferencia Episcopal Mons. José María Arancedo, con copia al Sr. Nuncio y demás Obispos, de la carta que dirigiéramos en el mes de Noviembre de 2012, acompañada, esta vez, de 1195 firmas de adherentes a la misma. Muy agradecidos por la colaboración de quienes prestaron su adhesión, lo que, sin duda, ayudará al éxito de la gestión. Adjuntamos los textos de la aludida carta y la que dirigimos en esta oportunidad, encabezando esta diligencia. Cordiales saludos, Alberto Solanet Presidente Mariano Gradin Buenos Aires, Pascua de 2013 Señor Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina S.E.R. Mons. Dr. José María Arancedo Presente c/c Sr. Nuncio Apostólico Sres. Obispos de la República Argentina La elevación al Papado de Francisco, quien conoce al detalle la grave situación que padecen los presos políticos, víctimas de una persecución vengativa, que nada tiene que ver con la administración de una justicia ajustada a derecho, nos animó a insistir a nuestros Pastores, en los términos de la carta que nuestra Asociación les hiciera llegar en el mes de Noviembre del año pasado, que ahora agregamos con la adhesión de 1195 ciudadanos y 18 entidades que nos acompañan con su firma, cuyo listado se adjunta. Con los mismos sentimientos y como medida concreta, estimamos que VV.EE. deberían interceder ante la Suprema Corte de Justicia a los efectos de que resuelva el otorgamiento de la prisión domiciliaria a los presos de más de 70 años y a los enfermos. Este beneficio que le corresponde en virtud de las normas procesales vigentes y se concede a cualquier preso común, por grave que sea la causa de su proceso o condena, los jueces se lo niegan sistemáticamente a los presos políticos, lo que constituye una flagrante discriminación y una tortura adicional. Ello sería un paso muy importante, de carácter estrictamente humanitario, que morigeraría las condiciones de alrededor del 70% de los encarcelados por delitos llamados de “lesa humanidad”,a quienes, como repetimos, se les desconocen los derechos y garantías a que es acreedor cualquier ciudadano argentino, por mandato constitucional. La prédica del Papa Francisco en orden a la urgente búsqueda de la concordia y la justicia, nos exige un esfuerzo en ese sentido. En la seguridad de que nuestro pedido tendrá favorable acogida, saludamos a VV.EE. en Cristo Resucitado y María. Mariano Gradín Alberto Solanet Secretario Presidente Señor Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina S.E.R. Mons. Dr. José María Arancedo Presente c/c Sr. Nuncio Apostólico Sres. Obispos de la República Argentina Buenos Aires, Noviembre 21 de 2012 Nos dirigimos respetuosamente a VE. y por su intermedio a los Sres. Obispos integrantes de la Conferencia Episcopal Argentina, con motivo de la declaración emitida el 9 de noviembre pasado, así como la posterior declaración pública efectuada por el Sr. Obispo de Gualeguaychú, Monseñor Jorge Lozano, en la que explicó que varios sacerdotes, religiosos y laicos –que no individualiza- se habían quejado ante los Obispos por ciertas afirmaciones hechas por el ex Presidente de la República, General Jorge Rafael Videla, lo que motivó que la Asamblea dialogara sobre aquellos años y emitiera la aludida declaración. Con todo el respeto que debemos a cada uno de los Obispos y al conjunto de ellos reunidos en la Asamblea, queremos aquí resaltar que nada se dice – ni en la declaración episcopal ni en la explicación del Sr. Obispo Monseñor Lozano – sobre la trágica situación por la que pasan hoy los oficiales y suboficiales de las fuerzas armadas y de seguridad, civiles y sacerdotes, detenidos en distintas cárceles como consecuencia de la persecución vengativa que se ha desatado en el país en estos últimos años. Se trata de presos políticos, pues su encarcelamiento obedece a una decisión política, que para ejecutarse se han conculcado todos los principios elementales del derecho. Para estos presos no rige la legalidad ni las normas básicas del debido proceso. Sufren largos procesos sin sentencia. Los juicios son verdaderas parodias y las condenas están dictadas de antemano. Los jueces los someten a tormentos, sin respetar el mínimo tratamiento humanitario del que es merecedor el más desgraciado de los delincuentes. Nada han dicho los señores Obispos sobre la crueldad con que todos estos hombres, en su gran mayoría entre sesenta y cinco y mayores de ochenta años, quienes por su edad o enfermedades, al menos, deberían estar en prisión domiciliaria, encerrados en cárceles comunes, por orden de jueces corruptos, sometidos a un régimen dominado por ideólogos que en los años setenta participaban o impulsaban la subversión marxista. Nada han dicho los señores Obispos acerca de los 180 muertos en cautiverio, que ya ha cobrado esta política de odio y venganza, denominada cáusticamente de “Derechos Humanos”, que nada menos que el Presidente de la Suprema Corte Dr. Ricardo Lorenzetti, calificó de “política de estado” y afirmó que “no puede haber ley ni perdón para aquellos que cometieron delitos de “lesa humanidad”. Nada han dicho los señores Obispos acerca de que esta persecución ideológica llevada a cabo desde los estrados judiciales comporta la destrucción de la Justicia Argentina, carente hoy de independencia y de ánimo justiciero. Urge y así rogamos a los señores Obispos, que frente a la degradación, violencia, división y odio alentada por los impulsores de estas persecuciones, hagan oír su voz llamando a la concordia entre los argentinos, premisa indispensable para alcanzar la plena vigencia del estado de derecho. En este orden deben ejercer su insustituible autoridad moral, iluminando a la sociedad argentina con la doctrina de la justicia y el perdón que brotan del Evangelio. Con todo respeto y humildad pedimos a nuestros Obispos que, en esta hora tan grave de la República, no guarden silencio del cual deban disculparse en el futuro. Alberto Solanet, Presidente Mariano Gradín, Secretario
Posted on: Mon, 08 Jul 2013 01:56:54 +0000

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