ROMA Y LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN El Prefecto del ex Santo - TopicsExpress



          

ROMA Y LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN El Prefecto del ex Santo Oficio, Mons. Gerhard L. Müller, hace un homenaje, -bajo el signo de su amistad- con el teólogo peruano Gustavo Gutiérrez «El movimiento eclesial teológico de América Latina, conocido como “teología de la liberación”, que después del Vaticano II encontró eco en todo el mundo, debe ser considerado, según mi parecer, entre las corrientes más significativas de la teología católica del siglo XX». Quien consagra la teología de la liberación con esta halagadora evaluación histórica, no es algún repre-sentante sudamericano de la misma, El “certificado de validez” llega directamente del Arzobispo Ge-rhard Ludwig Müller, actual Prefecto de “La Congregación de la Fe”, que durante los años ‘80, intervino con dos Instrucciones para indicar ‘des-viaciones pastorales y doctrinales’ de los caminos que habían tomado las teologías latinoamericanas. ¿Un descuido, quizás?... ¡De ninguna manera! La evaluación sobre la teología de la liberación no es una declaración que se le escapó accidentalmente al actual custodio de la ortodoxia católica. El mismo juicio, meditado, aparece en las densas páginas del volumen del que proviene la cita: una antología de ensayos escrita a cuatro manos… impresa en Alemania en 2004, y que ahora está por ser publicada en Italia con el título :“De la parte de los pobres, Teología de la liberación, Teología de la Iglesia” (Ediciones Messaggero, Padua, Emi). El libro, hoy, irrumpe casi como un acto para clausurar las guerras teológicas del pasado y los residuos bélicos, que de tanto en tanto brillan para esparcir alarmas que representan ‘intereses’… o ‘pretextos’. El volumen lleva las firmas del actual res-ponsable del ex Santo Oficio, y del teólogo peruano Gustavo Gutiérrez, padre de la Teología de la Liberación, cuyas obras fueron sometidas a exámenes rigurosos por parte de la Congregación de la Fe, aunque nunca se le haya atribuido ninguna condena. El libro representa el resultado de un largo camino común. Müller nunca ha ocultado su cercanía a Gustavo Gutiérrez, a quien conoció en 1998 en Lima, durante el curso de un seminario de estudios. En 2008, durante la ceremonia para el ‘doctorado honoris causa’ concedido al teólogo Müller por la Pontificia Universidad Católica del Perú, el entonces obispo de Ratisbona definió como absolutamente ortodoxa la teología de su maestro y amigo peruano. Según afirma Müller, los méritos de la teología de la liberación van más allá del ámbito del catolicismo la-tinoamericano. E indica que la Teo-logía de la Liberación ha expresado -en el contexto real de la Améri- ca Latina de las últimas décadas- la orientación hacia Jesucristo Reden-tor y Liberador, que marca cual-quier teología auténticamente cris- tiana, a partir de la predilección evangélica por los pobres. «En este continente» -reconoce Müller- «la pobreza oprime a los niños, a los ancianos y a los enfermos», e induce a muchos a «considerar la muerte como una escapatoria». Desde sus primeras manifestaciones, la Teología de la Liberación “obligaba” a las teologías de otras partes a no crear abstracciones sobre las condiciones reales de la vida de los pueblos o de los individuos. Y reconocía en los pobres la «carne misma de Cristo», como ahora repite Papa Francisco. Del boletín 106 - julio 2013
Posted on: Fri, 12 Jul 2013 04:15:41 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015