Recuerdo la militancia cristiana en el PCE. Muchos habíamos - TopicsExpress



          

Recuerdo la militancia cristiana en el PCE. Muchos habíamos procedido de las JOC (la huelga silenciosa del 62 fue el gran cambio), de ahí a las primeras influencias en las Comisiones de Obreros, y de inmediato la militancia al PCE. El Padre Llanos, a Comín (que nos dejo antes del 82), José María Díez Alegría, Casanovas, Gomis, y tantos otros... ninguno de ellos fueron beatos. Una historia que no he visto escrita es la senda que yo seguí, y que más tarde comprobé que habían seguido muchos. Primero de niño fui Tarsicio (así podíamos ir de excursión y vacaciones con o sin uniforme), más tarde ya en la adolescencia pasamos a la Adoración Nocturna (en aquellas noches los mayores hablaban quedo, bajo comunión, de los problemas sociales y descubrí la política, la diferencia entre creyentes y beatos, y que había diferentes tipos de curas). Fue entonces cuando comprendí que mis profesores en la Academia de Campamento eran todos represaliados y que don Paulino, el maravilloso profe de mates, que primero nos hablaba de Pitágoras y las pirámides y luego de geometría, no es que hubiera sido boxeador sino que sus heridas lo eran por otra causa. No sabíamos que era eso de las JOC pero estábamos allí y yo lo notaba en Asturias, cuando iba a ver a mi tía en los veranos con unos sobre que entregar), por entonces nunca entendimos lo de Fernando VI y lo de Ridruejo. Ya en el Cisneros abríamos las puertas para que pasaran los de San Bernardo, fue así como nos contactó el Felipe (FLP) aún eramos unos críos que descubríamos el existencialismo y el agnosticismo, pero en la Facultad nos pasamos al PCE y descubrimos el marxismo. El Dr. Burzako, mi maestro en applied neurophysiology, nos permitía mantener la vietnamita en su despacho en la 7ª planta del Ala Norte del Clínico y el Jefe, mi maestro en Neurología Dr. Rábano, utilizar la maquina de escribir sin cinta pero colocando papel de secar para que no quedaran huellas en el rodillo. Nos acostumbramos a una especie de doble vida, esquizoide y pseudomadura que se iba complicando más y más. La célula funcionó la territorialización nos desmembró. Vendíamos más Mundo Obrero antes de la territorialización que después. Por primera vez escuche aquello de protestando se vive mejor. En Barcelona cada diciembre aprovechando el Reunión Anual de la Soc. Neurología nos reuníamos con compañeros del PSUC y algún que otro del PSC (¿?) en el Portalón en la calle Banys Nous. Allí conocí a camaradas que habían seguido la misma ruta cristiana. Creyentes pero nunca beatos. Beatos para nosotros era sinónimo de mea pilas, de fachas, colaboracionistas, de no fiables,... Un beato, mea pilas, contribuyo a que me expulsaran de la Clínica de la Concepción declarando mi afiliación al Dr. Rábago, el único que me apoyo en la junta fué el Dr. Hernando Avendaño. Curioso gracias a esto conocí a Jesús Galván Ruiz. Recuerdo también una discusión en la calle Alameda y la afirmación, no no consigo rememorar de quién procedía, de que somos cristianos en el partido y comunistas en la iglesia (no estoy muy seguro de quién era y si era exactamente así) pero evidentemente muchas, muchísimas Iglesias (es decir muchos sacerdotes) de Madrid, Asturies, Cataluña, etc. albergaban y acogían asambleas... y no se fiaban nada de los beatos, muchos de ellos de la social, de ahí aquel reflejo de volver la cabeza cuando una puerta se abría.
Posted on: Thu, 31 Oct 2013 02:01:42 +0000

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