Regalo de la Vida La recuperación física me ha dado vida literalmente. Si no hubiera encontrado las salas de OA/CCA en julio de 2005, estaría muerta o todavía muriendo lentamente. Vine a los 27 años, pesando más de 92 kilos. Eso fue cuando dejé de pesarme. Odiaba a la gente, a mi misma y a mi vida. Cada día me despertaba sintiéndome sentenciada a otro día de vida. Juraba que no me daría atracones ese día, me convencía de que sólo tomaría un poco y luego consumía raciones de una familia entera yo sola. Cada día era igual. Pensaba en saltar delante de un coche o lanzarme contra el tráfico que venía en dirección contraria. Fantaseaba acerca de mi funeral y me descubría a mi misma pensando: Ahora lo lamentarán y demostrarán que si que les importaba. Lloraba. Y deliberadamente empecé a fumar para que me ayudara a comer menos. Desde luego, acabé con dos problemas en vez de uno. Algunas de mis pasadas aficiones favoritas habían sido senderismo, campamento, correr y esquiar. De correr, nada. Traté de mantener senderismo, pero era difícil. Mi cuerpo se interponía, y rápidamente me quedaba sin aliento. Incluso sentada, mi cuerpo no estaba cómodo. Notaba todo el tiempo el exceso de grasa. Sabía que la gente me miraba y me juzgaba. Yo me juzgaba a mi misma, pero me sentía impotente para cambiar. Cuando llegué a OA/CCA, estaba dispuesta hacer cualquier cosa. Dios me dio la abstinencia trabajando con una madrina, trabajando los Pasos, ir a reuniones, rezar y encontrar un plan de comidas que me funcionara. Perdí 32 kilos y estoy manteniendo un peso saludable de 61 Kg. en una altura de 1,67m. Perder peso me asustaba. Lo pasé mal cuando otros lo notaron y me consideraban atractiva, aunque eso era lo que yo quería en mi época de fantasías antes de OA/CCA. Me sentía vulnerable y expuesta. OA/CCA y mi Poder Superior me ayudaron a superarlo. Antes de OA/CCA, había probado el esquí acuático, pero pesaba tanto que el barco no podía levantarme del agua. Dos veranos después me deslizaba rápidamente por el lago. Antes de OA/CCA, me sentí frustrada cuando traté de esquiar colina abajo. Después de mi pérdida de peso puede esquiar fácil y alegremente. También solté el tabaco y empecé a correr de nuevo. Hace poco, terminé mi primer maratón. Mi recuperación física no es sólo la pérdida de peso. He tenido problemas de salud a los que no he prestado atención en años; ahora me estoy enfrentando a ellos y cuidándolos. También recuerdo que mi recuperación emocional y espiritual son importantes también. La pérdida de peso sólo no es nada para mi. Los Pasos son la solución, dándome una conexión espiritual y una forma de vida que es todo para mi. ¡Gracias Dios, y, gracias OA/CCA! (Leslie K. Sacramento, California EEUU. Lifeline)
Posted on: Tue, 29 Oct 2013 01:56:45 +0000
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