SNOWDEN (Reflexiones sobre un "héore" de película) Según los - TopicsExpress



          

SNOWDEN (Reflexiones sobre un "héore" de película) Según los criterios políticos adoptados por las administraciones estadounidenses a partir de 2001, los conceptos de espionaje, traición y terrorismo se han visto ampliados (y aplicados) a una cantidad potencial de personas sustancialmente mayor, dentro y fuera de los Estados Unidos. Edward Snowden sería un espía y un traidor a la patria. Según los parámetros hollywoodenses de una gran cantidad de thrillers de espionaje, con los que hemos sido atosigados durante décadas, en cambio, dicha descripción posiblemente sería más ambigua y según las licencias que pudiera permitirse algún Director, Snowden incluso se transformaría en un héroe: el típico héroe solitario que lucha contra el Sistema que ha degenerado moral y políticamente (con trasfondo siempre económico) hasta contradecir los valores fundamentales de la Libertad, insuflada por los Padres fundadores de la Nación durante la Revolución Norteamericana. El Snowden ficcional bien podría ser interpretado por alguno de los actores top del momento, quien luego de conseguir sacar a la luz la pudrición de un sistema fascistoide, que hizo metástasis desde las distintas Agencias de gobierno hasta la propia Casa Blanca, se convierte finalmente en un héroe para el público e incluso para ese Gran Cancerbero de la Libertad “alla americana” que es un idealizado Quinto Poder, encarnado en algún editor del New York Times o el Washington Post que se pone de su lado y lo ayuda para dar conocer la verdad al Mundo y, de paso, salvar su vida. Pero no. Todo ha cambiado. Snowden hoy es un espía y punto. Los grandes medios no desempeñan ningún papel altruista y a un traidor a la patria no se le pueden hacer concesiones, ni siquiera cinematográficas. A partir de 2001 un terrorista (si bien el concepto ha sido expandidoen términos cuantitativos) es un terrorista y por lo tanto un potencial o real amigo de terroristas. Snowden es quién se ha pasado de bando, ahora pertenece a lo que Bush describió como el Eje del Mal. No se explica jamás que lo que hizo (difundir los secretos más oscuros del Gobierno Federal y el accionar de sus Agencias en casa y en todo el mundo) no fue robarse los planos secretos de algún arma estratégica para vendérselos a los rusos como en la época de la guerra fría, o a los fundamentalistas islámicos o se convirtió directamente al comunismo y minó las bases del sistema desde adentro, o se volvió una especie de anarquista a lo Brad Pitt con su Fight Club o algo por el estilo. No se explica nunca que Snowden dice (al menos es lo que declara y no importa gran cosa si sus remordimientos son sinceros o sólo es una cuestión coyuntural) que hace lo que hace porque es un patriota y su deber es denunciar que EE.UU. se ha convertido en un estado policíaco (con o sin GESTAPO) que espía y controla a todos sus habitantes, al mejor estilo orwelliano, intra muros y a todos los ciudadanos del mundo fuera del país, violando flagrantemente todas las libertades individuales y colectivas que hipócritamente dice defender a cada discurso, manteniendo bases militares que son virtuales campos de concentración en territorio extranjero donde la tortura y el asesinato se han vuelto sistemáticos como metodología de investigación, para sonsacar información o como de simple escarmiento, no se aclara nunca la indignación que manifiesta Snowden hacia su Presidente (no Bush, el troglodita republicano, sino un Presidente Demócrata, Negro y Liberal) que ordena asesinatos en masa o individuales, como lo fue el de un líder terrorista en el extranjero, el mítico Bin Laden, instruyendo además la desaparición de su cuerpo en alta mar, mientras le contaba al Mundo como fue que vio toda esta secuencia en vivo por circuito cerrado de televisión (cuando los marines ingresaron a la casa y lo ametrallaron a él y algunos de sus familiares) jactándose de haber cumplido con su deber. Muchas de estas cosas se han denunciado porque se sabían o se sospechaban, pero es muy distinto ver como un conspicuo miembro de la maquinaria abre semejante lata de gusanos desde adentro, ofreciendo pruebas contundentes con lujo de detalles. Para quienes Snowden es efectivamente un héroe es para una inmensa cantidad de intelectuales y pensadores estadounidenses que lo han analizado exhaustivamente bajo su lupa. Algo de lo que no solemos enterarnos, debido al control elefantiásico de las gigantescas cadenas de medios destinadas a encubrir todas estas cuestiones o a mentir descaradamente sobre ellas. Resulta patético que medio mundo justifique que se pueda desviar un avión con un Presidente adentro, negándole su derecho a aterrizar en “países amigos de EE.UU.”, violando todos los protocolos e inmunidades habidos y por haber, minimizando la cuestión discriminatoria por tratarse de un mandatario campesino de una ignota república sudamericana, ya que la cosa era para encontrar a un espía: Snowden ¿Quién más? Si hasta nombre de película tiene. La cacería amerita eso y mucho más. El accionar de EE.UU. y sus aliados no hacen otra cosa que darle la razón al propio Snowden: la mayor potencia militar-industrial del Planeta está dispuesta a violar todas y cada una de las libertades y derechos de cualquiera que se le oponga, con miras a obtener sus fines, a todas luces espurios: El Control Imperial del Mundo, para hacerla corta. Y no es una antigüedad romántica esta categoría, mal que nos pese a nosotros, sus habitantes, los seres humanos en general. Los gendarmes del mundo son denunciados desde adentro por uno de sus hijos dilectos, un ex agente de la CIA, ni más ni menos, que conoce todos sus secretos. Y el Gran Saturno, a la vieja usanza mitológica promete devorarlo, como corresponde a todo dios omnipotente, qué joder… Sucede que, aunque parezca un tópico trillado, los Dioses siempre han conocido, a la larga o a la corta su propio Ocaso. Toda esta era de Decadencia es apenas uno de sus síntomas, anunciado por el olor a podrido que libera Snowden cuando destapa esta olla tan fétida. Otro síntoma es el mecanismo de negación plausible que campea entre estas boreales divinidades y que francamente aterroriza. Porque de su negación surgen al menos dos cosas: la nulidad de actos para contrarrestar los males propiciados y una total desesperación que engendra (y engendrará) muchos monstruos y holocaustos imposibles de soportar, todavía. Quizás no venga precedido por las fanfarrias de Wagner pero el Crepúsculo de los Dioses está cerca. Snowden sólo ha pulsado una de sus trompetas. -jlsm-
Posted on: Sun, 07 Jul 2013 17:23:22 +0000

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