SOLO CÁSCARAS Un hombre de pueblo, que se encontraba perdido en medio de una laguna, sentía gran desesperación ya que no sabía cómo llegar a la orilla, es entonces cuando decide hablar con Dios y le dice: “Señor si me sacas de esta, prometo que te daré lo más preciado que tengo en casa”. A las pocas horas pudo llegar a la orilla, y se salvó. Presurosamente, fue a su casa pensando llevar a la Iglesia de su pueblo, sus dos bueyes que era lo mas valioso que tenía. Pero cuando llegó a su casa, pensó y dijo “Señor no puedo darte mis bueyes pues con ellos logro trabajar mi tierra para subsistir”, entonces resolvió darle sus dos gallinas, las más gorditas que tenía, pero luego volvió y dijo “Señor no puedo darte mis gallinas porque son para alimentar a mis hijos”. Entonces después recordó que tenía muchísimas nueces, entonces apartó un saco y lo llevó a la Iglesia, pero en el camino él tenía hambre y resolvió comer algunas, cuando llegó a la Iglesia vació el saco y pudo observar con sorpresa, que lo único que había quedado eran cáscaras. Evidentemente no había cumplido son su promesa original. ¿Ahora quiero preguntarte, le has prometido algo a Dios? ¿Lo cumpliste? o actuaste como aquel hombre que no solo no cumplió con su palabra, sino que además solo le dio a Dios algo que no servía, solo cáscaras. La Palabra de Dios está llena de promesas, que Él va cumpliendo en su tiempo y para nuestro bien, “porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.” 2 Corintios 1:20. Pero ¿qué es lo que nosotros hacemos después de que nos comprometemos con Él? , lo olvidamos, o le damos lo que nos sobra de tiempo, de entrega y de servicio. Si tus ocupaciones o egoísmo han evitado que cumplas lo que le prometiste a Dios, hoy es el día en que puedes recordar el compromiso que tienes con Él. “Debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas. Estas promesas hacen posible que ustedes participen de la naturaleza divina y escapen de la corrupción del mundo, causada por los deseos humanos.” 2 Pedro 1:4 Un corazón entregado y un hombre de palabra es lo que Dios quiere. No le des a Dios lo que te sobra o lo que no sirve, dale lo mejor, porque Él no duda jamás en cumplir su promesa y en darte lo excelente.
Posted on: Wed, 19 Jun 2013 04:04:36 +0000
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