Se lo expulsa al ambiente a diario. Sale de los tubos de escape de - TopicsExpress



          

Se lo expulsa al ambiente a diario. Sale de los tubos de escape de los carros. Sale de las chimeneas de las fábricas, de las antorchas de las refinerías. De la quema del carbón, del gas. Se llama dióxido de carbono (CO2). Es un gas de efecto invernadero (aumenta la temperatura atmosférica al retener y no poder disipar la radiación calorífica) al que por su exceso en el aire se le atribuye en parte el calentamiento del globo, según estudios científicos. Muchas han sido las hipótesis, los cálculos, las marcas y las atribuciones sobre su efecto contaminante. Pero ahora hay más que eso. Un nuevo registro récord evidencia por primera vez que las mediciones diarias de CO2 superan las 400 partes por millón (ppm), según datos divulgados por la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés). Para los expertos, la última vez que los niveles de CO2 se mantuvieron de forma estable por encima de esa marca fue hace unos 3 o 5 millones de años, cuando el clima de la Tierra era más cálido y los humanos modernos, cuyos primeros rastros científicos dan cuenta de su existencia hace unos 200.000 años en África, no existían. Este nuevo registro es un hito desconcertante, coinciden los expertos, porque alcanzó su pico en el hemisferio Norte solo en una lectura diaria durante un mes, en la estación Mauna Loa, en Hawái, considerada el epicentro mundial para el estudio de los gases de efecto invernadero desde que comenzó a operar en 1958. Ahí el aire no es industrial. Para los científicos, la nueva marca certifica la realidad de un calentamiento global de consecuencias impredecibles y cada vez más preocupantes. “Es un umbral al que no deberíamos haber llegado. De hecho, no habría que haber superado los 350”, dice el geoquímico Ralph Keeling, uno de los responsables del informe publicado el pasado 10 de mayo por la NOAA de EE.UU. Este experto sostiene que la civilización se encuentra “en zona de peligro”, sin que en el horizonte próximo se vean atisbos de mejoría. En 25 años se estima que el CO2 supondrá 450 partes por millón de moléculas de aire, por el continuo uso de combustibles fósiles para el desarrollo de los países. La quema de carbón, de petróleo y de gas natural está siendo el motor de la aceleración del aumento del CO2 en la atmósfera, agrega James Butler, director de la división de vigilancia global de la NOAA. “Durante la civilización humana el dióxido de carbono ha estado en niveles de entre 180 y 280 partes por millón, en poco más de cien años la especie humana lo ha elevado a 400. No hay ciclo natural en este planeta capaz de hacer algo así tan rápido”, menciona. Se desconoce si existe un punto de no retorno. “La gente no ve peligros a corto plazo, así que no se asusta, eso es parte del problema. No se atemoriza todo lo que debería. Si (se) mira el largo plazo, te das cuenta de la magnitud de lo que estamos haciendo, es muy preocupante”, afirma Keeling, cuyo padre fue pionero en el estudio del dióxido de carbono. La llamada Curva de Keeling, que registra la evolución de las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera (creada por Charles David Keeling, quien falleció en el 2005), se ubica en la base de las demostraciones que validan las teorías del cambio climático, que dieron origen a las cumbres medioambientales de Kioto o Copenhague. Una vez en la atmósfera, el CO2 permanece atrapado allí durante miles de años. “Lleva entre 10 y 20 años (para) que se noten los efectos”, indica Butler. La tasa de incremento de dióxido de carbono se ha acelerado desde que comenzaron los análisis continuos en 1958, al pasar de cerca de 0,7 partes por millón al año (marca en aquel entonces) a una media de 2,1 partes por millón en la última década. Debido al aumento de la temperatura en el planeta se prevé que en los próximos años los gases metano, que se encuentran en sedimentos superficiales en los océanos y bajo el hielo del Ártico, se liberen a la atmósfera. Ese gas podría acelerar hasta cinco veces el calentamiento global. Los bosques y la vegetación expulsan parte de los gases al exterior de la atmósfera, por lo que se espera que la concentración de CO2 baje de las 400 ppm en las próximas semanas. Pero a largo plazo se espera que aumente gradualmente. “Mauna Loa y el observatorio del Polo Sur son lugares icónicos que han tomado medidas de CO2 en tiempo real. El año pasado, por primera vez, en el Ártico se superaron las 400 ppm”, señala Butler. Cada segundo, las chimeneas y los carros bombean más de un millón de kilos (2,4 millones de libras) del gas que atrapa el calor en el aire. Los niveles de contaminación de carbono que solían ser normales en el siglo XX se convierten rápidamente en historia en el siglo XXI. Michael Oppenheimer, climatólogo de la Universidad de Princeton (EE.UU.), dice que al pasar de las 450 ppm significaría que el planeta se calentará otros 2 grados, algo que los científicos consideran peligroso. Gran parte de los países han fijado esos 2 grados como el nivel de aumento por evitar. 450 Partes por millón Es la estimación de CO2 que se liberará en 25 años por el uso de combustibles fósiles para el desarrollo de los países.
Posted on: Sun, 04 Aug 2013 19:05:52 +0000

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