¡Se me cayeron santos! … descubrí en la mañana lo que la tarde borro sin huellas y no me pregunten porque me agradan los puntos suspensivos. Se me cayeron santos, hoy contemplé a un enmascarado amo de las cosas repartiendo bondades envenenadas, no es lo mismo mirar el reloj, que la contemplación del tiempo; uno es parte de las cosas pero no de las causas, uno es entusiasmo , pero no ganancia…uno calla por miedo, por interés o por vergüenza, en la espera del momento apremiante que no llega, ese momento necesario de hacer limpidez en el moho. ¿Porque hay gente que se esconde para ver la luz y no ser tocada?/"Esta es la verdad secreta, de la verdad evidente". La vida a veces, que es como jungla de cementación y de azufre, en ocasiones uno abre una puerta y descubre el secreto evidente de las falsedades, el ropaje enfermo de quienes llevan alas de santos; la real cascada de aliento sin voz, la trama bien pensada del avaro, y la ruta sin norte de quien se cree más astuto que Dios. Descubre uno a veces mil mascaras y antifaces, los 10 mil rostros colgando. Hasta la acuarela deja de derretir sus aguas cuando el pincel alcanza la ancianidad…a veces el dolor de dolerme las cosas me trae confundido en el dedal de unas manos sin dedos. Cuando cae una gota de lluvia, brotan mil lagrimas en desconsuelos, yo solo creo en mi, al otro lado del espejo…sin cristales, ni reflejos muere la muerte; es verdad lo que dicen los refraneros “La avaricia rompe el saco”…y que un pelo de mujer jala más que una junta de bueyes. Los protagonistas de letras solo muestran el retrato a media de la realidad de las cosas, más que Judas Iscariote, se tragan la moneda y despachan sus santos con ojos risorios. La paga se recicla y los lobos auyan e intercambian sus avaricias en el rejuego de las cosas ¡Pan y Circo!... "To be or not to be" me ha tocado colocarme el vestuario de Hamlet envuelto en urticaria. ¿Y si las fichas del ajedrez hablaran de la real contienda? ...o del objetivo y normas del juego, pero el Gambito sacrifica sus bondades y en la canción del reloj toda duda se despeja, ¿donde hay verdad? ¿En quién piensa o quien articula?...al final del juego se sabrá. Yi-yoh Robles Un gambito en ajedrez es el ofrecimiento de material a cambio de ventaja en el desarrollo de material Jorge Luis Borges Ajedrez I En su grave rincón, los jugadores rigen las lentas piezas. El tablero los demora hasta el alba en su severo ámbito en que se odian dos colores. Adentro irradian mágicos rigores las formas: torre homérica, ligero caballo, armada reina, rey postrero, oblicuo alfil y peones agresores. Cuando los jugadores se hayan ido, cuando el tiempo los haya consumido, ciertamente no habrá cesado el rito. En el Oriente se encendió esta guerra cuyo anfiteatro es hoy toda la Tierra. Como el otro, este juego es infinito. II Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada reina, torre directa y peón ladino sobre lo negro y blanco del camino buscan y libran su batalla armada. No saben que la mano señalada del jugador gobierna su destino, no saben que un rigor adamantino sujeta su albedrío y su jornada. También el jugador es prisionero (la sentencia es de Omar) de otro tablero de negras noches y de blancos días. Dios mueve al jugador, y éste, la pieza. ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza de polvo y tiempo y sueño y agonía?
Posted on: Wed, 21 Aug 2013 18:46:11 +0000
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