Siempre me pregunté que era la amistad. Si era ese sentimiento que describían en las películas, aquel que podías ver brillar en los ojos de un infante… quizá nunca llegue a tenerlo claro, quizá no haya una respuesta acertada, o quizá la etiqueta de amistad, simplemente no exista. Los sentimientos reciben ese nombre por algo, no son descriptibles, ni palpables, tan solo… fluyen. Lo cierto es que pasé muchos días intentando encontrar un significado, un amigo, algo que me hiciera creer que realmente eso que llamamos amistad existía, mas era complicado puesto que para cada uno significa una cosa completamente diferente. Hay personas que estando rodeadas de personas que las aman, se sienten solas y vacías. Esa no fue nada más que una de las razones por las que empecé a interesarme por como nuestro cerebro o nuestro corazón simplificaban y analizaban las cosas. Pero en todos estos años (y sí, he tardado mucho tiempo) me he dado cuenta de que buscar respuestas a preguntas que ni siquiera conoces, es no disfrutar del presente. He pasado mucho tiempo a solas, he pasado muchos años sumida en un abismo del que parecía no tener ni luz, ni final. Dicen que rendirse es malo, o de cobardes, pues, me declaro hoy oficialmente uno de esos apodos, hoy, desisto en mi búsqueda. Lo cierto es que, si sé que es la amistad, es aquello que te hace sentir bien, a gusto, completa, confiada… lo más curioso, es que no hallé esa sensación, ese sentimiento en ninguna persona, sonará algo complejo y puede que lo sea, pero descubrí el verdadero significado de la amistad mucho antes de nacer. Mi madre solía ponerme melodías de Richard Clayderman desde que yo estaba en su vientre y siempre, fue esa sensación de calidez y amor, la que me hacía sentirme arropada, la que hacía que todo desapareciera, lo malo, lo bueno, lo imposible y lo real. Por eso, ahora, estando de nuevo en una situación ya demasiado conocida para mi, he vuelto a recordar que es la amistad para mi perplejo y complicado corazón. Quizá fue algo que nunca debí olvidar, seguramente… pero ya se sabe que los humanos somos famosos por nuestras meteduras de pata y nuestros quebraderos de cabeza innecesarios… Ahora ese pianista que para mi fue durante mucho tiempo un desconocido en la sombra, una simple melodía que recopilaba siglos de hermosos acordes, vuelve a acompañarme, vuelve a ser mi amigo, alguien que no puede fallarme si no es que me fallo yo misma de nuevo. Es complejo cierto, puede que incomprensible para algunos, puede que absurdo para otros y sí, no es mi mejor inspiración en estos momentos la que aflora. Os confesaré que, llevo mucho tiempo cansada y con miedo, no sé a que exactamente y supongo que, al esconderme, me acerqué cada vez más a eso que intentaba evitar, que le voy a hacer, al fin y al cabo, solo soy una adolescente inexperta en muchos temas… Pero, como ya dije, el miedo forma parte de nosotros y yo llevo tanto con él, que hasta diría que se convirtió en mi amigo. Así dejaré de buscar, la vida ya es demasiado complicada para buscar tesoros enterrados en cualquier parte del mundo. Porque confío, en los amigos, nunca se describen a sí mismos como tal, simplemente están ahí, visibles, palpables, o tan solo en tu conciencia. Porque quien sabe… ¿Qué es para ti una amistad? Para mi, hoy en día, es el viento, el mar, la hierba recién cortada. Cosas pequeñas, pero que nunca te abandonan, no hablar, ni respiran, pero existen allá a donde vayas. Amistad. Alicia Aguilar
Posted on: Sun, 18 Aug 2013 16:48:08 +0000
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