Soltó una risa cuando él posó sus labios sobre su cuello, como si fuera un chocolate del cual podía saborear. Un gemido se escapó de sus labios. Escuchó su risa y le pareció el sonido más bello que alguna vez podía oír. —No te rías.—musitó con voz ahogada a causa del placer. Siguió riéndose así que lo golpeó en el hombro. Pero su risa le provocaba la suya también, así que se le unió. Los labios de él atraparon los suyos en un desesperado deseo de sentir al otro, de ver que estaba allí y jamás escaparse. —Te amo. —susurró Eddie—. Te amo muchísimo, Zara. Tomó su largo cabello castaño oscuro y lo enredó entre sus dedos grandes, con su mano suave y palpable. El contacto de sus cuerpos le erizó el cuero cabelludo a Zara. Se mordió el labio. ¿También le amaba? Las dudas asaltaron su mente. Le quería un montón, pero amar era otra cosa. Aunque podía verse fácilmente enamorándose de Eddie, con su pelo rubio oscuro, sus ojos verde almendra, sus labios rojos y tentadores, con sus bíceps bien formados, con su cuerpo... ¿en qué estaba pensando? Miró su cuello y se preguntó cómo sabía. Nunca le había echo un chupetón ni nada parecido. Se acercó y lamió. Sabía a chocolate y vainilla. Eddie quedó sorprendido pero se le escapó un gemido. Un gemido que tenía un nombre. Ronroneó el nombre Zara entre susurros y le fascinó. Chupó con suavidad hasta dejar una marca demasiado roja y que se notaba con facilidad. —¿A qué se debe esto? —indagó curioso pero con una gran sonrisa en su perfecta boca. La suya se curvó en una sonrisa cautivadora que hizo estremecer a Eddie. —Nada, quería hacerte un chupón —se lamió los labios como queriendo recuperar el sabor delicioso de hacía unos minutos—. Vaya que sabes rico... El castaño se largó a reír. —¿Un chupón? —alzó la mano a su cuello y lo descubrió. Para sorpresa de Zara, provocó una sonrisa en él—. Una razón más por la cual me encantas. Acercó su boca a la suya y lo besó con frenesí, cayendo en su silla donde Eddie estaba sentado. —También te amo... Se separó bruscamente. ¿Qué le había dicho? ¿Qué le amaba? ¿Zara Bennett le había dicho que le amaba a Eddie Jones? —¿Qué pasa? —preguntó una inocente Zara, posando sus ojos avellana sobre él. Acercó su boca la suya y le entregó un pequeño beso. —Me dijiste que me amabas. —murmuró con voz casi inaudible. Zara se rió y besó su mejilla dulcemente. —Sí, te amo Eddie Jones. Soy tu chica y tú eres mi chico... No pudo describir la sonrisa que él puso cuando escuchó eso. La tomó con fuerza de la cintura y besó sus labios, su rostro completo, su cuello, sus brazos. Todo de ella. Bajó la mano y apretó su trasero para luego volver a sus caderas. —¿Qué estás haciendo? —musitó entrecortada. Gimió con fuerte el nombre de Eddie entre suspiros y él se detuvo en su sección de besos—. ¿Qué haces, idiota? ¡Sigue! —Eddie soltó una carcajada ronca en su oído y siguió acariciándola, deleitándose él mismo con su cuerpo perfecto y ella deleitándose también con sus besos y caricias tentadoras. By: Noe x3
Posted on: Sun, 04 Aug 2013 02:10:09 +0000
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