Soy de la U, porque nací una calurosa tarde del 7 de marzo y lo primero que vieron mis ojos fue el azul del cielo, porque nací en un puerto con el mar intensamente teñido de azul; porque no tuve conciencia plena para ver el día de la traición manchado de blanco y negro. Soy de la U, porque me gusta el azul y porque me repugna todo aquello incoloro y disfruto cuando el enemigo expulsa a sus técnicos entregándoles el sobre azul; porque a través de mi piel, se puede apreciar que la sangre que corre por mis venas es completamente azul. Soy de la U, porque así lo he decidido, porque me forme en la Universidad de Chile y porque se que el amor más intenso se viste de color azul. Soy de la U, porque me acerca a la vida misma; porque mi condición de hincha es idéntica a la realidad cotidiana, llena de derrotas y fracasos, pero cargada de eterna esperanza; porque soy un romántico viajero que recorre el sendero para atravesar el horizonte; porque, como otro hincha lo dice, soy capaz de alentar al equipo aunque gane... Soy de la U, por la pena, tan cotidiana, del descenso y por el sueño del triunfo, tan efímero como la felicidad, como la de aquella noche en que fuimos con mi vieja al estadio y pude abrazarla al mismo tiempo en que celebraba uno de los tantos goles de Marcelo Salas... Soy de la U, porque me emociono hasta las lágrimas cuando leo un libro en que se relatna las historias cargadas de derrotas de once gladiadores vestidos de azul quienes, como los luchadores de la arena romana, saben que perder significa la muerte... Soy de la U, porque no puedo desprenderme del sentimiento, porque el amor verdadero es lo único que perdura y se vuelve inmortal; porque me asumo como hincha de un equipo chico, y que, como todo niño, no puede hacer otra cosa en la vida, que crecer inevitablemente...
Posted on: Sat, 14 Sep 2013 04:07:07 +0000
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