TEXTO DE COLUMNA ABIERTA: Charla en el Centro de Operaciones - TopicsExpress



          

TEXTO DE COLUMNA ABIERTA: Charla en el Centro de Operaciones Militares. Fuerte Tiuna. Curso de formacion politica para militares y personal civil de las FANB Durante muchos años hemos aprendido que el capitalismo se inició en Europa sobre la base de la superexplotación de los campesinos convertidos en trabajadores industriales Allí se habría iniciado la llamada acumulación originaria que les permitió a los capitalistas crear sus primeras fábricas. Hoy sabemos que la explotación de los trabajadores europeos no fue el primero ni el más importante aporte para esa acumulación originaria. Alguien dice que el origen del gran capital siempre es el robo, y cuando hablamos de este tema, estas palabras se confirman. La primera etapa de la invasión europea a nuestro continente, que autores europeos llaman descubrimiento y conquista, tuvo como objetivo obtener oro y plata. Y ese fue el primer robo. Dicen que solamente con el oro y plata que se llevaron de Potosí, se podía hacer un puente hasta Europa. Pero cuando se empezó a acabar el oro y la plata, o se descubrieron territorios sin esos minerales, se pasó a otra etapa del robo, que los europeos llamaron: la colonización. Los autores no se ponen de acuerdo sobre cuantos indios había en America del Sur, pero nadie dice que hubiera menos de diez millones. Sí se ponen de acuerdo en afirmar que en cincuenta años había poco más de dos millones. Cuando el negocio dejó de ser el oro y empezaron a ser las plantaciones de algodón, o la recolección de tabaco y cacao, y advirtiendo que se habían quedado con poca mano de obra, empezaron a traer negros esclavos de África. Y allí empieza una historia poco conocida, que se llama comercio triangular. La historia es así. Un barco salía de un puerto europeo, con destino a África y allí compraba esclavos, que eran cazados por europeos asentados en esos territorios. Los esclavos eran una mercancía muy barata y no muy segura, porque la mitad no llegaba a destino. Estos esclavos eran descargados en las costas de Brasil o la actual Venezuela y allí se cargaban productos, como cueros, o cacao, que eran llevados a America Central. Allí se vendían algunos de esos productos y se cargaban otros, y ese barco regresaba a Londres, repleto de productos de America, que eran distribuidos en toda Europa. La dimensión de ese negocio puede calcularse en las siguientes cifras: se calcula que entre 1750 y 1850, los barcos transportaron a America treinta millones de negros, y llegó la mitad. Es decir, se murieron 15 millones de esclavos. Esos esclavos sobre explotados en recolección de productos naturales y las plantaciones, generaron un inmenso capital que permitió fundar bancos a los traficantes de esclavos y crear las primeras industrias. Sobre ese robo original del capitalismo comercial, se crea el capitalismo industrial, que además expropiará los saberes a los artesanos para crear las primeras fábricas. Cual es el papel de España, en ese proceso? España es un país dominado por una casta de nobles mas preocupados por la guerra, la conquista y el comercio, que por el trabajo productivo. El Rey Fernando VII se hace famoso por la expulsión de los moros y por la conquista de América. Las dos cuestiones están íntimamente relacionadas, porque el oro de America permite importar de otros países buena parte de la producción agrícola y las artesanías que antes eran realizadas por los moros. Y también genera el hecho de que buena parte del robo de America vaya a parar a otros países de Europa. Cuando los envíos de oro y plata empiezan a mermar, comienzan las dificultades financieras de un país que no produce, y esta situación obliga a España a un mayor control de los ingresos de las colonias, convirtiéndolo en un celoso intermediario entre el saqueo colonial y las incipientes producciones de Inglaterra, Alemania y los Países Bajos. Nace el monopolio que, controlando las compras y las ventas, garantizaba que las grandes comisiones quedaran en manos de la corona. Lo que empieza a aparecer a principios del siglo xix, es la tentación de una parte de las oligarquías virreynales, de sacarse de encima al monopolio español y negociar directamente con los países que empezaban a industrializarse. También aparece un comercio que rompe el monopolio que realizan poblaciones rurales, que empiezan a desligarse de la obligación de ir al puerto y entregar a España sus productos y empiezan a vender por su cuenta sus productos a quien pague más. A estas poblaciones, que ya habían roto económicamente con España antes de la revolución, y que contrabandeaban sus producciones, las vemos en los llanos de Venezuela, pero también en la Banda Oriental del Rio de La Plata , y van a tener una relevancia muy importante en los procesos revolucionarios. Pero las revoluciones independentistas son mucho más que sacarse de encima el monopolio español. Expresan la decisión de los pueblos de construir países con soberanía e inclusión social. En ese proyecto que esta presente en todas las revoluciones sudamericanas participan indios, mulatos, zambos, y criollos hijos de europeos. No se definen como anticapitalistas, pero están protagonizadas por todas las víctimas del capitalismo de la época. Desde esos proyectos se crean los símbolos patrios, como la bandera nacional y el himno. Las oligarquías han separado a esos símbolos del contexto histórico y popular en que fueron creados y, al igual que a los próceres de la independencia, los convierten en símbolos muertos o, peor aún, pretenden utilizarlos para apañar las mismas causas que combatieron esos próceres y esos símbolos patrios. Me parece importante enlazar esa historia con la actual. Estamos peleando por las mismas causas. Por un país soberano y de iguales. Y estamos peleando contra los mismos enemigos: la oligarquía asociada al imperialismo de turno. Hoy el imperialismo de turno es Estados Unidos, pero así como en las épocas de la independencia había una potencia que asomaba y de hecho favorecía la luchas contra España, hoy también tenemos un capitalismo que va emergiendo, y de hecho nos favorece, como es el caso de países como China y Rusia. No debemos confiarnos, porque la lógica del capitalismo en última instancia es siempre la misma. Cuando los pueblos han querido hablar un proyecto diferente de soberanía e igualdad de todos sus habitantes, ya desde los años de la independencia empieza a balbucearse una idea que hoy llamamos socialismo. Si bien es cierto que algunas de esas ideas empiezan a rotularse en Europa, el origen de estas ideas pueden rastrearse en el impacto que recibieron muchos europeos al ponerse en contacto con los pueblos americanos Los relatos de pueblos que vivían armoniosamente con la naturaleza, con propiedad comunitaria, donde no existía ni el robo, ni la desnutrición, encienden la esperanza de que se podía vivir en forma diferente. El propio Cristobal Colon que llega en su cuarto viaje a lo que hoy es Venezuela, describe a ese lugar como tierra de gracia y envía un reporte a los Reyes Catolicos de que ha llegado al paraíso terrenal. Antes de la revolución francesa hay distintos autores que hacen referencia a la posibilidad de vivir en forma comunitaria y feliz, uno de ellos es el inglés Tomas Moro, que en 1516 va a publicar un libro donde inventa la palabra Utopia, para designar a una isla donde se vive en armonía, con igualdad y felicidad. Todavía no le han puesto nombre, pero ya están balbuceando una palabra que se llama socialismo. Es una idea a la que se pone rótulo en Europa, pero que tiene origen americano. Si pensamos que la idea del socialismo no es un libro sagrado, sino una idea que va evolucionando con el tiempo, podemos hacer un recorrido. Después de aquellos primeros pensadores siguieron los que fueron llamados socialistas utópicos, y a finales del siglo XIX, cuando aparece un alza de luchas obreras en Inglaterra y Alemania, estas ideas darán un brinco con los aportes de Marx y Engels y el denominado socialismo científico. A principios del siglo XX, este pensamiento socialista recibirá mas aportes de países europeos, como lo hacen Rosa Luxemburgo y Antonio Gramsci, pero aparecerán nuevos aportes en Rusia con Lenin, y en la propia America con José Carlos Mariategui. Desde mediados del siglo XX se aquietan las luchas populares en Europa, y para leer cosas nuevas e interesantes habrá que ir a África, con Frantz Fanon, o lo que generaron procesos como la Revolución Cubana o el surgimiento de la Teología de la Liberación. En lo que va del siglo XXI hay que mirar con mucha atención lo que se produce en Venezuela y en Bolivia. Chavez habló del socialismo del siglo XXI. Es importante leer a Chavez. ¿Y que pasó con el socialismo? Bueno, como todo proyecto que se inicia, empezó a los tropezones. Empecemos por la revolución rusa. Empezó con mucha fuerza, con mucha creatividad y libertad. Pero si hubo pueblo para conquistar el poder, después se complicó empezar a construirlo en un solo país. Y entonces se reemplazaron las incipientes organizaciones de base, los soviets, por un partido que se atribuyo la facultad de que la revolución siguiera adelante. Este tipo de organizaciones muy centralizadas son muy útiles en el corto plazo, porque permiten afrontar la emergencia, pero a la larga se convierten en un problema. En primer lugar porque si se le quita al pueblo la posibilidad de participar y decidir, empieza a cambiar la relación del pueblo con la revolución. Deja de ser revolución del pueblo y empieza a ser revolución para el pueblo. El pueblo ya no es un jugador en el campo de deportes, sino una hinchada o grupo de apoyo que aplaude o desaprueba según juega el equipo. Empieza a establecerse entre el pueblo y la revolución, una relación clientelar. Si tu me das, yo te apoyo. El segundo problema es que en un partido del que al principio participan los mejores y mas esforzados militantes, los años no pasan en vano. Hay personas que se cansan, hay personas que se sienten con derecho a vivir mejor por todos los esfuerzos que han hecho. En los partidos no sucede como con los militares, que a cierta edad pasan a retiro. Hay personas que porque trabajan mucho se sienten con derecho a decidir por todos, y cuando queremos acordar se va formando una burocracia, que primero centraliza la decisiones, después se preocupa mas por controlar que por promover la participación, después empieza a perseguir a los que no piensan como ellos, y finalmente se corrompe. Lo que me parece que aquí hay que dejar claro, es que el fracaso de algunas experiencias de socialismo, no significa que falló la idea. Falló el experimento, y lo que aprendemos de esa derrota nos tiene que servir para hacer las cosas mejor. La humanidad va probando con el socialismo como un chico empieza a andar en bicicleta. Al principio anda con muchas dificultades, se golpea, después mejora un poco, pero igual tiene muchos defectos, después empieza a mejorar. Si nosotros pensamos en todos los procesos de construcción del socialismo, siempre tenemos que pensar que el mejor, es el por venir. Yo creo que hoy Venezuela y Bolivia tienen una enorme oportunidad de encarnar el proyecto humano más importante de su historia, pero también de la humanidad. Esto no es una cosa que digo para quedar bien. He recorrido Europa, he participado en discusiones de personas que quieren un cambio social, y la verdad es que les llevamos años de ventajas. El problema aquí me parece es hacernos cargo de ese privilegio que nos ha dado la historia y ser creativos. No copiar modelos. A modo de ejemplo, les puedo mencionar que en momento de mucha presión internacional la revolución cubana se apoyó mucho en la URSS , que ya no era la de la revolución de 1917, sino una revolución desvirtuada, burocratizada, y eso no le hizo ningún favor a la revolución cubana. Hoy tampoco la revolución bolivariana puede ser una copia de la revolución cubana. Tenemos que aspirar a ser algo mejor, mas participativo, con mas protagonismo popular. Acá no tenemos soviets, pero si concejos comunales. En cada consejo comunal hay diez personas que están dispuestos a jugarse por esta revolución. Tenemos comunas, que empiezan a florecer por todas partes. Hoy le toca al pueblo venezolano, y al ejército que es parte de ese pueblo, tomar la posta de uno de los sueños mas hermosos de la humanidad: el socialismo, que nació en America y que vuelve a America a dar su batalla definitiva por la felicidad de las mayorías y la supervivencia del planeta. Durante muchos años hemos aprendido que el capitalismo se inició en Europa sobre la base de la superexplotación de los campesinos convertidos en trabajadores industriales Allí se habría iniciado la llamada acumulación originaria que les permitió a los capitalistas crear sus primeras fábricas. Hoy sabemos que la explotación de los trabajadores europeos no fue el primero ni el más importante aporte para esa acumulación originaria. Alguien dice que el origen del gran capital siempre es el robo, y cuando hablamos de este tema, estas palabras se confirman. La primera etapa de la invasión europea a nuestro continente, que autores europeos llaman descubrimiento y conquista, tuvo como objetivo obtener oro y plata. Y ese fue el primer robo. Dicen que solamente con el oro y plata que se llevaron de Potosí, se podía hacer un puente hasta Europa. Pero cuando se empezó a acabar el oro y la plata, o se descubrieron territorios sin esos minerales, se pasó a otra etapa del robo, que los europeos llamaron: la colonización. Los autores no se ponen de acuerdo sobre cuantos indios había en America del Sur, pero nadie dice que hubiera menos de diez millones. Sí se ponen de acuerdo en afirmar que en cincuenta años había poco más de dos millones. Cuando el negocio dejó de ser el oro y empezaron a ser las plantaciones de algodón, o la recolección de tabaco y cacao, y advirtiendo que se habían quedado con poca mano de obra, empezaron a traer negros esclavos de África. Y allí empieza una historia poco conocida, que se llama comercio triangular. La historia es así. Un barco salía de un puerto europeo, con destino a África y allí compraba esclavos, que eran cazados por europeos asentados en esos territorios. Los esclavos eran una mercancía muy barata y no muy segura, porque la mitad no llegaba a destino. Estos esclavos eran descargados en las costas de Brasil o la actual Venezuela y allí se cargaban productos, como cueros, o cacao, que eran llevados a America Central. Allí se vendían algunos de esos productos y se cargaban otros, y ese barco regresaba a Londres, repleto de productos de America, que eran distribuidos en toda Europa. La dimensión de ese negocio puede calcularse en las siguientes cifras: se calcula que entre 1750 y 1850, los barcos transportaron a America treinta millones de negros, y llegó la mitad. Es decir, se murieron 15 millones de esclavos. Esos esclavos sobre explotados en recolección de productos naturales y las plantaciones, generaron un inmenso capital que permitió fundar bancos a los traficantes de esclavos y crear las primeras industrias. Sobre ese robo original del capitalismo comercial, se crea el capitalismo industrial, que además expropiará los saberes a los artesanos para crear las primeras fábricas. Cual es el papel de España, en ese proceso? España es un país dominado por una casta de nobles mas preocupados por la guerra, la conquista y el comercio, que por el trabajo productivo. El Rey Fernando VII se hace famoso por la expulsión de los moros y por la conquista de América. Las dos cuestiones están íntimamente relacionadas, porque el oro de America permite importar de otros países buena parte de la producción agrícola y las artesanías que antes eran realizadas por los moros. Y también genera el hecho de que buena parte del robo de America vaya a parar a otros países de Europa. Cuando los envíos de oro y plata empiezan a mermar, comienzan las dificultades financieras de un país que no produce, y esta situación obliga a España a un mayor control de los ingresos de las colonias, convirtiéndolo en un celoso intermediario entre el saqueo colonial y las incipientes producciones de Inglaterra, Alemania y los Países Bajos. Nace el monopolio que, controlando las compras y las ventas, garantizaba que las grandes comisiones quedaran en manos de la corona. Lo que empieza a aparecer a principios del siglo xix, es la tentación de una parte de las oligarquías virreynales, de sacarse de encima al monopolio español y negociar directamente con los países que empezaban a industrializarse. También aparece un comercio que rompe el monopolio que realizan poblaciones rurales, que empiezan a desligarse de la obligación de ir al puerto y entregar a España sus productos y empiezan a vender por su cuenta sus productos a quien pague más. A estas poblaciones, que ya habían roto económicamente con España antes de la revolución, y que contrabandeaban sus producciones, las vemos en los llanos de Venezuela, pero también en la Banda Oriental del Rio de La Plata , y van a tener una relevancia muy importante en los procesos revolucionarios. Pero las revoluciones independentistas son mucho más que sacarse de encima el monopolio español. Expresan la decisión de los pueblos de construir países con soberanía e inclusión social. En ese proyecto que esta presente en todas las revoluciones sudamericanas participan indios, mulatos, zambos, y criollos hijos de europeos. No se definen como anticapitalistas, pero están protagonizadas por todas las víctimas del capitalismo de la época. Desde esos proyectos se crean los símbolos patrios, como la bandera nacional y el himno. Las oligarquías han separado a esos símbolos del contexto histórico y popular en que fueron creados y, al igual que a los próceres de la independencia, los convierten en símbolos muertos o, peor aún, pretenden utilizarlos para apañar las mismas causas que combatieron esos próceres y esos símbolos patrios. Me parece importante enlazar esa historia con la actual. Estamos peleando por las mismas causas. Por un país soberano y de iguales. Y estamos peleando contra los mismos enemigos: la oligarquía asociada al imperialismo de turno. Hoy el imperialismo de turno es Estados Unidos, pero así como en las épocas de la independencia había una potencia que asomaba y de hecho favorecía la luchas contra España, hoy también tenemos un capitalismo que va emergiendo, y de hecho nos favorece, como es el caso de países como China y Rusia. No debemos confiarnos, porque la lógica del capitalismo en última instancia es siempre la misma. Cuando los pueblos han querido hablar un proyecto diferente de soberanía e igualdad de todos sus habitantes, ya desde los años de la independencia empieza a balbucearse una idea que hoy llamamos socialismo. Si bien es cierto que algunas de esas ideas empiezan a rotularse en Europa, el origen de estas ideas pueden rastrearse en el impacto que recibieron muchos europeos al ponerse en contacto con los pueblos americanos Los relatos de pueblos que vivían armoniosamente con la naturaleza, con propiedad comunitaria, donde no existía ni el robo, ni la desnutrición, encienden la esperanza de que se podía vivir en forma diferente. El propio Cristobal Colon que llega en su cuarto viaje a lo que hoy es Venezuela, describe a ese lugar como tierra de gracia y envía un reporte a los Reyes Catolicos de que ha llegado al paraíso terrenal. Antes de la revolución francesa hay distintos autores que hacen referencia a la posibilidad de vivir en forma comunitaria y feliz, uno de ellos es el inglés Tomas Moro, que en 1516 va a publicar un libro donde inventa la palabra Utopia, para designar a una isla donde se vive en armonía, con igualdad y felicidad. Todavía no le han puesto nombre, pero ya están balbuceando una palabra que se llama socialismo. Es una idea a la que se pone rótulo en Europa, pero que tiene origen americano. Si pensamos que la idea del socialismo no es un libro sagrado, sino una idea que va evolucionando con el tiempo, podemos hacer un recorrido. Después de aquellos primeros pensadores siguieron los que fueron llamados socialistas utópicos, y a finales del siglo XIX, cuando aparece un alza de luchas obreras en Inglaterra y Alemania, estas ideas darán un brinco con los aportes de Marx y Engels y el denominado socialismo científico. A principios del siglo XX, este pensamiento socialista recibirá mas aportes de países europeos, como lo hacen Rosa Luxemburgo y Antonio Gramsci, pero aparecerán nuevos aportes en Rusia con Lenin, y en la propia America con José Carlos Mariategui. Desde mediados del siglo XX se aquietan las luchas populares en Europa, y para leer cosas nuevas e interesantes habrá que ir a África, con Frantz Fanon, o lo que generaron procesos como la Revolución Cubana o el surgimiento de la Teología de la Liberación. En lo que va del siglo XXI hay que mirar con mucha atención lo que se produce en Venezuela y en Bolivia. Chavez habló del socialismo del siglo XXI. Es importante leer a Chavez. ¿Y que pasó con el socialismo? Bueno, como todo proyecto que se inicia, empezó a los tropezones. Empecemos por la revolución rusa. Empezó con mucha fuerza, con mucha creatividad y libertad. Pero si hubo pueblo para conquistar el poder, después se complicó empezar a construirlo en un solo país. Y entonces se reemplazaron las incipientes organizaciones de base, los soviets, por un partido que se atribuyo la facultad de que la revolución siguiera adelante. Este tipo de organizaciones muy centralizadas son muy útiles en el corto plazo, porque permiten afrontar la emergencia, pero a la larga se convierten en un problema. En primer lugar porque si se le quita al pueblo la posibilidad de participar y decidir, empieza a cambiar la relación del pueblo con la revolución. Deja de ser revolución del pueblo y empieza a ser revolución para el pueblo. El pueblo ya no es un jugador en el campo de deportes, sino una hinchada o grupo de apoyo que aplaude o desaprueba según juega el equipo. Empieza a establecerse entre el pueblo y la revolución, una relación clientelar. Si tu me das, yo te apoyo. El segundo problema es que en un partido del que al principio participan los mejores y mas esforzados militantes, los años no pasan en vano. Hay personas que se cansan, hay personas que se sienten con derecho a vivir mejor por todos los esfuerzos que han hecho. En los partidos no sucede como con los militares, que a cierta edad pasan a retiro. Hay personas que porque trabajan mucho se sienten con derecho a decidir por todos, y cuando queremos acordar se va formando una burocracia, que primero centraliza la decisiones, después se preocupa mas por controlar que por promover la participación, después empieza a perseguir a los que no piensan como ellos, y finalmente se corrompe. Lo que me parece que aquí hay que dejar claro, es que el fracaso de algunas experiencias de socialismo, no significa que falló la idea. Falló el experimento, y lo que aprendemos de esa derrota nos tiene que servir para hacer las cosas mejor. La humanidad va probando con el socialismo como un chico empieza a andar en bicicleta. Al principio anda con muchas dificultades, se golpea, después mejora un poco, pero igual tiene muchos defectos, después empieza a mejorar. Si nosotros pensamos en todos los procesos de construcción del socialismo, siempre tenemos que pensar que el mejor, es el por venir. Yo creo que hoy Venezuela y Bolivia tienen una enorme oportunidad de encarnar el proyecto humano más importante de su historia, pero también de la humanidad. Esto no es una cosa que digo para quedar bien. He recorrido Europa, he participado en discusiones de personas que quieren un cambio social, y la verdad es que les llevamos años de ventajas. El problema aquí me parece es hacernos cargo de ese privilegio que nos ha dado la historia y ser creativos. No copiar modelos. A modo de ejemplo, les puedo mencionar que en momento de mucha presión internacional la revolución cubana se apoyó mucho en la URSS , que ya no era la de la revolución de 1917, sino una revolución desvirtuada, burocratizada, y eso no le hizo ningún favor a la revolución cubana. Hoy tampoco la revolución bolivariana puede ser una copia de la revolución cubana. Tenemos que aspirar a ser algo mejor, mas participativo, con mas protagonismo popular. Acá no tenemos soviets, pero si concejos comunales. En cada consejo comunal hay diez personas que están dispuestos a jugarse por esta revolución. Tenemos comunas, que empiezan a florecer por todas partes. Hoy le toca al pueblo venezolano, y al ejército que es parte de ese pueblo, tomar la posta de uno de los sueños mas hermosos de la humanidad: el socialismo, que nació en America y que vuelve a America a dar su batalla definitiva por la felicidad de las mayorías y la supervivencia del planeta.
Posted on: Tue, 15 Oct 2013 13:36:45 +0000

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