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TEXTOS DEL SIGLO I DECRETOS EN FAVOR DE LOS JUDIOS Bajo la pritanía de Artemón, el primer día del mes de Leneón, Dolabella, imperator, a los magistrados, al consejo y al pueblo de Efeso. Salud. Alejandro, hijo de Teodosio, embajador de Hircano, hijo de Alejandro sumo sacerdote y etnarca de los judíos, me ha explicado que sus correligionarios no pueden hacer el servicio militar porque no pueden llevar armas ni caminar en día de sábado, ni pueden procurarse los alimentos tradicionales que suelen tomar. Por eso yo, como mis predecesores, les concedo la exención del servicio militar y les permito que sigan las costumbres de sus padres y se reúnan para sus ritos sagrados según sus leyes y hagan sus ofrendas para los sacrificios... (Flavio Josefo, Antiquitatee judaicae, XIV, 225 227) César Augusto, sumo pontífice, revestido del poder tribunicio, decreta:... ha sido decidido por mi y por mi consejo, bajo juramento, con la aprobación del pueblo romano, que los judíos puedan seguir sus propias costumbres según la le v ele sus padres, lal como hacían en tiempos de Hircano, sumo sacerdote del Dios altísimo, y que sean inviolables sus ofrendas sagradas y puedan ser enviadas a Jerusalén y entregadas a los tesoreros de Jerusalén... Si se coge a alguien robando sus libros sagrados o las ofrendas sagradas de una sinagoga..., será considerado como sacrílego y su propiedad quedará confiscada en beneficio del pueblo romano. (Flavio Josefo, Antiquitates judaicae, XVI, 162 165) Cornelio Dolabella, procónsul de Siria en año 43. Este texto lleva entonces la fecha de24 enero 43 a.C. GASTOS DE TRANSPORTE El incienso de primera calidad valía entonces 6 denarios la libra (327 gr.) o sea, tinos 18 denarios el kilo. Como el camello lleva unos 300 Kg., los 688 denarios representan el 13% de gastos de transporte SIETE CLASES DE FARISEOS Los mismos fariseos sabían distinguir con humor un tanto cruel entre los buenos y los malos entre ellos. Cuatro textos del Talmud nos ofrecen listas diferentes. He aquí, escogidos libremente en esos cuatro textos, algunos extractos que nos presentan siete categorías de fariseos: Los «anchos de espalda»: escriben sus acciones sobre la espalda para que los hombres les respeten. Los «rezagados»: con el pretexto de un precepto urgente que cumplir retrasan pagar a los obreros. Los «calculadores»: se dicen qué, como tienen ya muchos méritos acumulados, pueden permitirse el lujo de cometer algún delito. Los «ahorradores»: se preguntan qué cosita pueden hacer para aun rentar sus méritos. Los «escrupulosos»: se preguntan por los pecados ocultos cometidos para compensarlos con alguna buena acción. Los «fariseos del temor», que actúan como Job. Los «fariseos del amor», que actúan como Abrahán; son los auténticos. PROSÉLITOS Y TEMEROSOS DE DIOS Entre los judíos y los paganos existe una especie de clase intermedia: los paganos más o menos estrechamente ligados al judaísmo. Los prosélitos (de una palabra griega que significa «acercarse») son paganos convertidos a la fe judía y que aceptan todas sus prácticas, incluso la circuncisión. No son considerados como íntegramente judíos, pero están obligados a la observancia de la ley. Eran numerosos en la diáspora; algunos rabinos en la época de Mateo parecen haber desplegado mucho celo para hacer conversiones (Mt 23, 15); en Jerusalén, uno de los siete era prosélito (Hech 6, 5). Los temerosos de Dios son paganos atraídos por la religión judía, pero que rechazan algunas de sus prácticas, sobre todo la circuncisión. Siguen siendo legalmente paganos (cf. Hech 10, 1 2). EL SANEDRÍN El gran sanedrín (del griega synedrion, sentarse juntos) es la corte suprema de Israel. Sus orígenes se reunían seguramente a la época persa y sus primeras menciones a los tiempos del rey Antíoco III (223 187). Fue instituido en tiempos de Juan Hircano (134 104). Como en las ciudades helenistas, se trata de un consejo que asesora al sumo sacerdote, jefe supremo tic la nación, que lo preside. Consta de 71 miembros: los senadores o ancianos, los sumos sacerdotes depuestos, algunos sacerdotes saduceos y luego, cada vez más, algunos escribas fariseos. Herodes el Grande limitó sus poderes, que luego fueron restaurados y hasta ampliados durante la ocupación romana. Como la corte de justicia, juzga de los delitos contra la ley, fija la doctrina y controla finalmente toda la vida religiosa. Se ha discutido mucho, sin acabar de verse con claridad, sobre si tenía poder para condenar a muerte en tiempos tic Jesús. De todas formas, para pronunciar una condena de muerte se necesitaban dos sesiones con 24 horas de intervalo. Tenía guardias a su disposición (cf. Jn 18, 3. 12). Después de la catástrofe del año 70 p.C., volvió a. constituirse cl senado en Yamnia (cf. p. 61), pero se trataba entonces de una institución muy diferente en su competencia y en su espíritu. Por toda Palestina había además pequeños sanedrines de tres miembros, uno de los cuales hacía de juez (Mt 5, 25). INCENDIO DE ROMA EN TIEMPOS DE NERÓN El año 64, un gigantesco incendio destruyó las tres cuartas partes de Roma. El rumor del pueblo atribuye este hecho a los planes de Nerón que quería reconstruir la ciudad. Para acabar con este rumor, Nerón tachó de culpables y castigó con refinados tormentos a esos que eran detestables por sus abominaciones y que la gente llamaba cristianos. Este nombre les viene de Cristo que había sido entregado al suplicio por el procurador Poncio Pilato durante el principado de Tiberio. Reprimida de momento, está detestable superstición surgía de nuevo, no sólo en ladea en donde había nacido aquel mal, sino también en Roma en donde desemboca y encuentra numerosa clientela todo lo que hay de más criminal y vergonzoso en el mundo. Empezaron pues a apresar a los que confesaban su (e; luego, basándose en sus declaraciones, cogieron a otros muchos que fueron convictos, no tanto del crimen de incendio como de odio curara el género humano. No se contentaron cure Matarlos; se ideó el juego de revestirlos con pieles de animales para que fueran desgarrados por los dientes de los perros, o bien los crucificaban, los embadurnaban de materias inflamables y, al llegar la noche, iluminaban las tinieblas como si fueran antorchas. Nerón abrió sus jardines para este espectáculo y daba juegos en el circo, vistiéndose unas veces de cochero mezclado con el populacho o participando en las carreras de pie sobre su carro. Por eso, aunque aquella gente era culpable y digna de los castigos más rigurosos, muchos se compadecían de ellos diciendo que les hacían desaparecer, roo por el interés público, sino para satisfacer a la crueldad de uno solo Tácito, Anales, XV, 44 AGRIPA Y LA ELECCION DE CLAUDIO Después del asesinato de Calígula en el año 41, Claudio fue proclamado emperador. Herodes Agripa I se encontraba entonces en Roma. En un relato algo sospechoso, Flavio Josefo nos describe el papel que desempeñó entonces Agripa como intermediario entre Claudio y el senado. Por esta época, Agripa vivía en Roma y resultó que fue llamado a consulta por el senado y por Claudio al mismo tiempo. Dándose cuenta de que Claudio tenía ya el poder, Agripa se dirigió a él. Claudio lo envió como embajador suyo ante el senado para que le comunicara su manera de pensar El senado no acepta las propuestas de Claudio. Agripa vuelve a él para comunicarle su negativa. Claudio le envía de nuevo a decir a los senadores que está dispuesto a luchar contra ellos para no traicionar a los que «le han elegido por unanimidad. Durante las discusiones, uno de los soldados fieles al senado proclamó que no desea luchar contra sus compañeros de armas fieles a Claudio y que se pasa a sus filas; con él se marchan otros soldados. Los nobles se llenan de terror; poco después, viendo que no había posibilidad de salvación, se apresuraron a seguir el camino de los soldados y acudieron a Claudio. En la confusión creada por esta situación ambigua, las soldados están a punto de matar a los senadores. Agripa marcha corriendo a revelar a Claudio el peligro de la situación. Claudio calma a los soldados, recibe a los senadores. Y sale inmediatamente con ellos para ir a ofrecer a Dios un sacrificio de acción de gracias por su elevación al imperio. Sin aguardar más, concede a Agripa todo el reino de su abuelo... (De bello judaico, II, 204-218) EL COMIENZO DE UNA NUEVA ERA Con el reinado de Augusto, la paz -la pax romana- se extiende por el mundo y los poetas ven en ello el retorno de la «edad de oro». Una inscripción encontrada en Priene (cerca de Mileto, en el Asia menor), fechada el año 9 a.C., nos refleja el ambiente que reinaba. Se trataba de modificar la denominación de los meses y hacer que el calendario comenzara el día aniversario del nacimiento de Augusto, dios encarnado, que prometía al mundo una era de felicidad. (Puede compararse este texto con Lc 2, 10-11). Todos pueden considerar con razón este acontecimiento como el origen de su vida y de su existencia, como el tiempo a partir del cual no tiene que lamentar haber nacido... La providencia ha bendecido y adornado maravillosamente a la vida humana dándonos a Augusto, el colmo de las virtudes, para hacer de él el bienhechor de los hombres, nuestro salvador para nosotros y para los que vengan detrás, a (in de que cese la guerra y se establezca el orden por doquier. El día del nacimiento del dios ha sido para el mundo el comienzo de las buenas noticias recibidas por mediación suya. SUICIDIO COLECTIVO EN MASADA Antes de que los ocupantes de Masada se dieran muerte mutuamente, su jefe Eleazar pronunció un largo discurso que recoge Flavio Josefo. He aquí algunos pasajes del mismo: Nosotros fuimos los primeros en rebelarnos y somos los últimos que blandimos las armas contra los romanos. De todos modos, creo que es Dios el que nos ha concedido este favor de que podamos morir noble Y libremente, privilegio negado a todos los que ya han encontrado una muerte inesperada. Nuestra suerte, cuando amanezca, es una captura cierta, pero nos queda todavía la opción libre de una noble muerte junto con todas nuestras personas queridas. Quizás deberíamos al principio -cuando al decidir luchar por nuestra libertad quisimos soportar los duros tratos de los demás y especialmente los de nuestros enemigos- quizás deberíamos, repito, haber leído los designios de Dios y reconocer que la raza judía, tan querida por él en otros tiempos, había sido destinada a la perdición... Aretes de vernos reducidos a la esclavitud, muramos como hombres libres con nuestros hijos y nuestras mujeres. Es lo que nos ordenan nuestras leyes y lo que de nosotros imploran nuestras mujeres y nuestros hijos... (De bello judaico, VII, 325-327; 386-387). JOSEFO, JEFE MILITAR La conducta de Josefo parece bastante ambigua. Deendió valientemente la ciudad de Jotapata. Cuando Tito logró tomar la ciudad, Josefo logró esconderse en una cueva donde estaban ya refugiados unos cuarenta notables de la misma. Al descubrir este escondrijo, los romanos le prometen respetar su vida si se rinde; él lo habría hecho si sus compañeros no hubieran protestado y pensado en un suicidio colectivo. Como habíamos decidido morir, echamos a suertes el orden de degollarnos: el que sacara el primer número sucumbiría bajo la espada del siguiente. Josefo -¿fue una casualidad o producto de la providencia divina?- se quedó el último con otro..., al que no le costó mucho convencer para que se rindiera (De bello judaico III, 387-388). Conducido ante Vespasiano, se presentó muy humildemente como profeta y le prometió que sería pronto nombrado emperador. Cuando esto se realizó, Vespasiano lo liberó, en julio del año 69. Josefo acompañó a Tito en el asedio a Jerusalén y le sirvió de intérprete, lo cual le granjeó el odio de sus correligionarios. Luego vivió en Roma como ciudadano romano con el nombre de Flavio, gozando de una pensión imperial. UN AUTOGRAFO Esta nota está escrita y sellada por Bar Kosba, jefe de la segunda revuelta. Es una amenaza de prisión al jefe del campamento si sigue molestando a los galileos, sin duda refugiados civiles instalados en las aldeas del sur de Judea: De parte de Simeón hijo de Kosba a Yeshúa hijo de Galgula y a las gentes de Ha-Baruc. ¡Salud! Pongo a los cielos por testigo contra mí de que, si se maltrata a alguno de los galileos que están con vosotros, pondré cadenas a vuestros pies como ya he hecho con Bert Aful. Simeón hijo de Kosba por mí mismo. Otra carta, escrita por un escriba profesional, nos demuestra que la intendencia estaba bien organizada. Se le exige a Yeshúa una cantidad considerable de trigo. Los enviados de Simeón, que pasarían el sábado por casa de Yeshúa, garantizan el transporte con una caravana de 30 asnos que cargarían cada uno 60 kilos. De parte de Sirneón a Yeshúa hijo de Galgula. ¡Salud! Debes prepararte para enviar cinco koros de trigo por medio de la gente de mi casa. Tenlo en cuerea. Prepárales a cada una el hospedaje. Que se queden contigo durante el sábado. Procura que el corazón de cada uno quede satisfecho. Ten ánimos y sostén el coraje de la gente de ese lugar. Queda en paz. Ya he ordenado que los demás te entreguen el trigo; el día después del sábado, lo devolverán. Traducción de J.T. MILIK)
Posted on: Mon, 26 Aug 2013 08:43:42 +0000

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