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TExto de Avelina Lésper, hoy en Cultura Milenio Monterrey Juzgar a los jueces, la "Reseña" 2013 InvitadoAvelina Lésper 2013-07-11 • Al Frente inShare. Imprimir Enviar por email La Reseña 2013 de Nuevo León y sus resultados dirigidos a la marginación de la pintura, la escultura y el grabado afirmó su vocación segregacionista con la presentación de las obras ganadoras. Los jurados Octavio Avendaño, Mónica Villegas y Rubén Gutiérrez fueron invitados para decidir qué era, a su criterio, lo más relevante de la creación del estado de Nuevo León. El problema es que Villegas y Avendaño han dirigido sus trabajos artísticos y curatoriales a expresiones que nada tienen que ver con la plástica, y Rubén Gutiérrez no sabe lo que es la plástica, entonces simplemente no incluyeron ninguna pintura, grabado o escultura. Octavio Avendaño afirmó que “la pintura era malísima”, pero lo que seleccionaron es profundamente mediocre. Los videos, fotografías apropiadas con “lecturas y reflexiones”, las piezas tridimensionales como cajas de medicinas que no son esculturas y no son propuestas estéticas, el video de “una película de terror mexicana” son expresiones que no están a la altura de una selección, y ni siquiera podrían figurar en una exposición de fin de curso de una escuela de fotografía o de video. Ya sabemos que con este mito de los “nuevos medios” la curaduría se hizo de un nicho artístico donde impera la mediocridad y el relativismo en el manejo de términos, auspiciado por el exceso de retórica, por eso pueden anunciar como nuevas a la fotografía y a la imagen en movimiento que ya tienen más de 100 años de existir. La diferencia es que los autonombrados artistas contemporáneos las usan con mediocridad y sin propuesta. Que sustituyan a la escultura por una caja de medicamentos es una falta de comprensión absoluta de lo qué es la escultura, y ni siquiera saben que una obra adquiere autonomía espacial con el manejo de un lenguaje plástico no por ser tridimensional. Entonces no eligieron pintura porque fuera mala (si es que este adjetivo significa algo en arte), lo hicieron porque decidieron hacer a un lado a las artes plásticas para imponer sus criterios estéticos que encumbran a las expresiones que, según ellos, parecen contemporáneas. No seleccionaron propuestas interesantes, porque no hay interés en que alguien se apropie de una fotografía o haga un video de una montaña, lo que hicieron fue imponer una corriente estética y de paso premiar a sus amigos, no es coincidencia que Leo Marz esté presente en los proyectos de los tres jurados. La anulación del fallo es necesaria y es urgente para dejar claro que las arbitrariedades estéticas de un grupo no pueden imponerse sobre el trabajo y trayectoria de los que sí hacen de la creación el centro de su trabajo y su vida. La pintura de Nuevo León no está en crisis, lo que ya está acabado son estas expresiones que desdeñan al talento y que necesitan de un jurado anti ético para imponerse en una reseña, concurso o exposición. Las obras seleccionadas existen porque tienen anexado un texto que las justifica como arte, porque se supone que su discurso dice algo a nivel social o al nivel que el curador decida, pero ninguna se presenta a sí misma como arte, porque carecen de una factura y un concepto realmente elaborados, dirigidos a presentar una obra inteligente y estética. La finalidad fue marginar a las artes plásticas para fungir como dictadores y no como jurados. Este fallo del jurado decidió que el arte es ahora una expresión elemental, sin talento, sin aportación de ideas, sin creación. Son fundamentales los curadores como Avendaño para decidir que es más importante un mensaje elemental que la belleza, el dogma estético que el talento y la apropiación que la creación. La realidad es que la pintura, la escultura y el grabado realizados con responsabilidad creadora, con implicaciones estéticas, son superiores a ellos, existen sin ellos. Aunque Conarte se empecine en no hacer nulo este resultado, aunque imponga a este jurado y su dictamen, debe tener claro algo: que esas obras mediocres no representan a la plástica del estado de Nuevo León, que para la visión del público y de los artistas ese dictamen es nulo, y que una imposición no hace a una obra, hace a un acto de corrupción. Felicidades, lograron hacer de un premio una vergüenza. Ahora demos una mención honorífica al jurado por su imposición intransigente de una tendencia, por la aberración de creer que una moda es arte, que la retórica es obra, que la curaduría es ley.
Posted on: Thu, 11 Jul 2013 18:27:57 +0000

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