TOC Por alguna extraña razón, la gente sigue diciendo que - TopicsExpress



          

TOC Por alguna extraña razón, la gente sigue diciendo que busca el amor. ¿Buscar?, Es preocupante que se piense así, como si el amor fuese un producto enlatado, como si estuviese ahí listo, terminado y acto para su consumo, expuesto en una vitrina según formas y tamaños, según nos convenga. Se sigue creyendo en ese cuento del amor prefabricado que nos venden en películas de las que solemos abusar en días de lluvia debajo de una manta en el sofá o en las baladas exitosas que escuchamos por la radio,... No es así, es fácil y cómodo creer en eso, pero el amor es mucho más, es un trabajo constante que se elabora día a día. Uno no busca el amor, lo construye o lo destruye, según sea el caso. Dicho esto hablare de ella, romántica empedernida, enamorada del amor surrealista, con tendencia a enfocar su idilio sobre un efecto troxler, una verdadera inmolación de sentimientos, pero amaba y sufría en ocasiones por ello, por idealizar en exceso, ¿y quien no lo hizo alguna vez?. El era alguien distinto, le costaba por naturaleza mantener la mirada sobre unas pupilas, solía asegurarse mas de 9 veces de que había cerrado la puerta de su casa al salir, se olvidaba si se lavo las manos antes de irse a dormir y volvía a levantarse las veces que fuese necesarias para volver a ejecutar el ritual. Sufría algo llamado TOC (trastorno obsesivo compulsivo), por el cual su día se veía demasiado reducido en horas, condenado a repetir las mismas rutinas una y otra vez. Un día, en uno de esos despistes que tiene el destino se encontraron, o mejor dicho colisionaron su mirada. El volteo a mirarla 16 veces centrando su mirada en ella y dejando de prestar atención a las voces de su cabeza, todo había quedado en silencio en ese instante, ella pensó que estaba de broma y sonrió. Timidamente se acerco a ella: -Me gustaría conocerte, ¿tomarías un día un café conmigo? -Me gustaría conocerte, ¿tomarías un día un café conmigo? -Me gustaría conocerte, ¿tomarías un día un café conmigo? -Me gustaría conocerte, ¿tomarías un día un café conmigo? -Me gustaría conocerte, ¿tomarías un día un café conmigo? -Me gustaría conocerte, ¿tomarías un día un café conmigo? -Tomaré un café contigo ahora, si tienes tiempo... Respondió ella entre risas, ya que había respondido que si en la tercera vez y el aún seguía con su pregunta. Y se fueron conociendo, pasaron los días, cada encuentro era para ella algo novedoso, él se alejaba por completo de su prototipo de pareja, pero la hacía reír, tanto, que comenzaron a verse más a menudo e iniciaron una relación, sin saber siquiera como. Para él, ella se fue convirtiendo en su todo, sin tampoco saber porque. Nunca pensó que dejaría atrás ni una de sus obsesiones, pero sin percatarse se olvido de lavarse las manos al tocarla, no veía gérmenes por su piel. Al despedirse tenía que besarla y en ocasiones era consciente que no podría llegar a la 16 vez o 24 si era miercoles, porque ella debía de ir a trabajar y no quería que llegase tarde. Poco a poco movíó su mundo, sin darse cuenta, pero esto no es como una novela de E. Bronte con su final feliz implícito, es la puñetera vida real. Ella poco a poco se fue desgastando, cansada de caminar a su lado con sus pasos repetitivos, saltando las grietas del asfalto, las horas en su día se vieron disminuidas considerablemente y tal vez sintió que el se aferraba demasiado a ella y decidió alejarse, eran demasiado distintos y no calculó los riesgos desde un principio al comenzar aquella historia de tics y repeticiones. De él no podría decir nada mejor que lo que él expresa dentro de su desgarrador poema obsesivo compulsivo enamorado....
Posted on: Tue, 12 Nov 2013 10:39:19 +0000

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