Tengo ganitas de escribir... El que quiera, que lo lea. Igual va - TopicsExpress



          

Tengo ganitas de escribir... El que quiera, que lo lea. Igual va por capítulos... quién sabe a dónde me llevará mi imaginación... 09:23 del 7 de agosto de 2013. Santa Cruz de Tenerife -"¡Waw! ¡Es increíble, loco! ¡Han volado Nueva York!" -"¡Qué dices tú, muchacho!" -"¡Te lo juro! ¡Pon la FM!" Al ver cómo su amigo se besaba su pulgar y le repetía que era cierto, Jonathan puso la radio. Era cierto, Nueva York, la capital del mundo, había sido volada por los aires. -"Repetimos, ¡última hora! ¡Nueva York ya no existe! En estos momentos el presidente Obama se dirige a la nación. Toda la gente a nuestro alrededor habla de Al-Qaeda, los talibanes y los grupos terroristas islámicos, pero nadie parece ponerse de ac..." -"¡Perdona, Ángels, pero nos están informando de que Londres y Paris han sido bombardeadas...!" -"¡Qué!" -"¡Lo que oyes! Hablan de que algo verde, una luz verde... algo acaba de impactar sobre esas dos ciudades... No puedo concretarte nada, Ángels, porque hablan en inglés y francés... es una locura." Jonathan se fue corriendo al televisor de su casa, seguido por José Manuel, su amigo. Puso el canal de Euronews. Estaba emitiendo en negro. -"París no existe. Euronews emitía desde París." Marcó el canal de Televisión Española 24 horas. -"Es espeluznante... Moscú, Berlín, Londres y París... no sabemos lo que está pasando..." Jonathan y José Manuel se quedaron boquiabiertos. -"Esto no es obra de los talibanes, ni de Al-Qaeda. ¡Ni de broma, vamos! Aquí está pasando algo gordo." -"¿Serán los rusos?" -"Ni hablar. Ya has oído que Moscú ya no está." En ese momento, la señal de Televisión Española se quedó emitiendo en negro. -"Ya nos tocó a nosotros, los españoles." -"No es posible que emitan en negro." -"Sí, sí lo es. Hay repetidores de la señal y otras emisoras. Tendrían que destruir los satélites de comunicaciones, además. Eso me hace pensar en que el ataque es de nosotros mismos. Estoy pensando en los chinos y los norcoreanos, sobre todo éstos últimos... pero... esas luces verdes... No lo entiendo." Buscaron la Autonómica. -"Repetimos, señoras y señores, Pekín, Tokio, Washington, Madrid, Barcelona... nos están informando que El Cairo, Piongyang, Sidney, Teherán y Bangkok también han sido bombardeadas..." José Manuel se volvió a Jonathan, y éste dijo: -"No están siendo los norcoreanos." -"Están atacando ciudades por todo el mundo, desde occidente hasta oriente medio, antiguos países comunistas y del extremo oriente. ¿Qué está pasando, muchacho? Estoy muerto de miedo, tío." -"Yo también..." En ese momento se dieron cuenta de que se estaba formando una escandalera tremenda en las calles de Santa Cruz. Mucha gente se apelotonaba en la avenida Los Príncipes, y los vándalos asaltaban los comercios, rompiendo escaparates y arrebatando compras y enseres. -"Con la excusa de la crisis... no, ahora la excusa es que ya no hay gobierno." Las fuerzas del orden no daban abasto. Por todas partes sonaban sirenas y cláxones, y las furgonetas de las distintas policías recorrían cuantas carreteras hubiera abiertas, sin tráfico. La población, consciente de lo que ocurría en España y en el mundo, había entrado en pánico. Jonathan marcó el canal de Euronews, que seguía en negro. Marcó Russia Today, que emitía en español. En negro. Marcó la CNN... ¡no había señal! ¡Ni siquiera emitía en negro! Sólo se veía y escuchaba la lluvia grisácea que se ve cuando no hay ningún canal que sintonizar. -"Se están cargando los satélites..." Ahora Jonathan y José Manuel ya empezaron a tener miedo. Con las manos temblando y frías, empezó cada cual a llamar por teléfono con sus móviles, pero la señal era muy mala. Apenas tres minutos y medio después, no había ya ni cobertura. -"Me voy con mi familia, Joni..." -"Venga... nos vemos después..." Ese "después" era por decir algo. Las horas transcurrieron, y lo único a lo que la gente podía recurrir ya era a los transistores y radios pequeñas. Las tiendas y comercios estaban desiertas, con los escaparates arrasados, coches abandonados, contenedores volcados, etcétera. ¡Y eso que en Santa Cruz no había pasado lo que en Madrid, por ejemplo! Cada cual trató de reunirse con su familia. En los transistores las emisoras locales trataban de mantener la calma de la población, pero con mucha dificultad. De cuando en cuando emitían música, para no sobrecargar mórbidamente a la gente. Por el cielo hacía ya horas que no pasaban aviones. Cada poco tiempo se veían helicópteros Huey Bell del Ejército de Tierra, y algún caza F-18 de la base de Gando patruyaba por el cielo canario. Pero no había ningún enemigo, visible al menos. De noche, y sobre todo de madrugada, se podía escuchar a algunos cantando, oyéndose de lejos el sonido de los helicópteros retumbando en el cielo, pero lo que más acongojaba era el llanto de las madres y esposas, las preguntas inocentes y desesperadas de los niños, y el aturdimiento de los hombres. -"¿Qué va a pasar? ¿Por qué está pasando esto?", era lo que más se escuchaba esa noche, y con demasiada frecuencia iba acompañado de lloros y palabrotas, cuando no de un manotazo en una pared o un patadón en una puerta. La frustración se apoderó de la gente... la frustración y el terror... Un terror horrendo... Aquellas ciudades que no habían sido destruidas por el bombardeo servirían de despensa... y Santa Cruz iba ser una de esas despensas... El horror, el auténtico horror, estaba a punto de empezar...
Posted on: Wed, 07 Aug 2013 09:17:59 +0000

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