Tepic, Nayarit; Jueves 29 de Agosto de 2013.- Rocío Ramírez Hernández y Marcelino Casillas Guerrero, padres afligidos, no viven en paz ante un cúmulo de detalles y documentación que han recopilado a lo largo de dos años, que les hacen pensar que posiblemente su hija viva, la que ahora de ser así tiene 13 años de edad. Suponen que al nacer les entregaron una niña muerta que no era la suya. Ya interpusieron la denuncia penal correspondiente ante la Fiscalía General del Estado, y hablaron con el gobernador del estado, Roberto Sandoval Castañeda, quien los canalizó con una licenciada de nombre Laura de la oficina de Atención a la Gente, sólo que al momento de entrevistarse con ella, les dijo: Les vamos a hacer un estudio de ADN, pero ya dejen en paz a la enfermera y a su hija. Ante esa respuesta sintieron desconfianza y optaron por darse la vuelta, no entendieron por qué no se limitó simplemente a ayudarles con el estudio de ADN, sino que, exigió algo que no le correspondía. Este jueves al mediodía, la enfermera, mamá de la niña que suponen es su hija, llamó a la Policía al verlos en la escuela donde estudia la niña. Existe una denuncia en contra de la pareja, interpuesta por la enfermera, en la Mesa No. 2, por acoso, misma mesa del Ministerio Público donde está radicada la denuncia en contra de quien resulte responsable por el posible el cambio de bebé que se llevó a cabo en el año 2000. Afortunadamente no fueron detenidos porque no estaban alterando el orden, ni tampoco, se había acercado para nada a la niña, y es que de hecho, les preocupa el se dé cuenta de la situación porque saben que está en una etapa en la que le podría afectar muchísimo de por vida un impacto de tal magnitud. Aseguran que la enfermera tiene engañado al marido, que este ignora que la niña no lleva su sangre. Estos señores están sumidos en la desesperación, a este medio de comunicación, se han acercado muchísimas veces para que se haga un llamado a las autoridades para que aclare de una buena vez su situación. Ya en una ocasión, se expuso el caso, y han estado acercando más y más documentación que obra en poder de la redacción en la que pareciera que tienen razón: A su niña se las cambiaron, pero es necesario reiterar que es la autoridad y los Derechos Humanos, las únicas instancias que pueden realizar la investigación que corresponda. Según obra en copias, varias dependencias le han hecho examen psicológico a la señora, y los resultados arrojan que está perfectamente, los rostros de ambos revelan que se sienten impotentes, desesperados, y tristes, no tienen hijos, el primero que también suponen vive, se lo entregaron muerto, existiendo un cúmulo de irregularidades, según las evidencias que muestran. El señala que sus hermanos cayeron en contradicciones, traen consigo las firmas de todas las personas que acudieron al velorio de ambos bebés que supuestamente perdieron, que echan abajo sus declaraciones. El papá de la niña, asegura que se acuerda cuando fue a solicitar la cajita de la niña al DIF, y que de ahí lo enviaron a una funeraria particular para que la recogiera, trae consigo el documento original de la solicitud que hiciera el entonces director de dicho organismo estatal, pero de ahí, no se acuerda cuando recibió a la niña, sólo que su hermano en su camioneta lo llevó al rancho donde vivían, asegura no recordar cómo era la niña. La gente (según el escrito firmado) dice que sus hermanos antes de enterrar a la niña abrieron la cajita, pero ellos declaran que no es así, que jamás la abrieron para ver su rostro y despedirla. No queremos manejar más nombres que los de los papás, porque, se insiste, es la autoridad la que debe de aclarar -y de existir el grave delito de robo de infante-, castigar a los culpables. La pareja no vive en paz, y ahora, con una demanda en su contra, por acoso. Se les revirtieron los papeles. Traen un documento en el que el IMSS envía un escrito al Hospital General, está sellado por el IMSS, y aseguran que, no tiene razón de ser ese documento porque no hubo motivo para que se diera comunicación entre ambas instituciones públicas. Tanto Rocío Ramírez Hernández y Marcelino Casillas Guerrero, están convencidos de que su hija vive y no tendrán descanso hasta que se actué. Relatan que varias veces alguien les abrió su casa y les dejó mensajes de que su hija vive, eso, y las evidencias que han recopilado, los hacen insistir, e insistir, sin descanso.
Posted on: Mon, 02 Sep 2013 02:12:40 +0000