UNA HISTORIS LEJANA QUE AUN SE HABLA NABUCODONOSOR ...NABUCCO - TopicsExpress



          

UNA HISTORIS LEJANA QUE AUN SE HABLA NABUCODONOSOR ...NABUCCO La acción se sitúa en Jerusalén y Babilonia en el siglo VI a.C. PRIMERA PARTE: “Jerusalén”. Las fuerzas de Nabucodonosor han invadido Jerusalén y los judíos se encuentran refugiados en el templo de Salomón. La presencia de una rehén, Fenena, hija menor de Nabucco, puede asegurar la paz. Zaccaria, Sumo Sacerdote de Jerusalén, confía la seguridad de Fenena a Ismaele, sobrino del rey de Jerusalén. Fenena e Ismaele se aman e Ismaele la urge a que escape. La hija mayor de Nabucco, Abigaille, entra en el templo con soldados disfrazados. Ella también ama a Ismaele. Al descubrir a los amantes, amenaza a Ismaele: si no abandona a Fenena, Abigaille la acusará de traición. Entra Nabucco. Zaccaria lo desafía, amenazando con matar a Fenena. Ismaele interviene para salvarla. Nabucco responde ordenando la destrucción del templo, y los judíos maldicen a Ismaele como un traidor. SEGUNDA PARTE: “El impío”. Escena 1: en el palacio de Babilonia. Los judíos han sido llevados cautivos a Babilonia. En el palacio gobernado por Fenena, Abigaille descubre que ella no es la auténtica hija de Nabucco, sino una esclava. El Sumo Sacerdote de Baal ve la oportunidad de lanzar una conspiración para poner a Abigaille en el trono, haciendo extender el rumor de que Nabucco ha muerto en batalla. Escena 2: en una sala en el palacio de Babilonia. Zaccaria espera a Fenena. Ella se convierte a la religión judía, e Ismaele se reconcilia con los judíos. Entonces, se anuncia que el rey ha muerto y Abigaille y el Sumo Sacerdote de Baal exigen la corona a Fenena. Inesperadamente entra el mismo Nabucco, enfurecido tanto con Baal como con el Dios hebreo que él ha derrotado. Se declara a sí mismo dios. Ante la oposición de Zaccaria, Nabucco ordena que maten a los judíos. Fenena dice que ella compartirá su suerte. Repitiendo que él es ahora dios, Nabucco es fulminado por un rayo y pierde el sentido. TERCERA PARTE: “La profecía”. Escena 1: en los jardines colgantes de Babilonia. El Sumo Sacerdote de Baal eleva a Abigaille el decreto de muerte contra los judíos y Fenena. Nabucco entra enloquecido, reclamando su trono. Abigaille lo convence de sellar el decreto, pero él sólo quiere salvar a Fenena. Le dice a Abigaille que ella no es su verdadera hija sino una esclava. Abigaille se burla de él. Entendiendo que él es ahora un prisionero, ruega por la vida de Fenena. Escena 2: a orillas del río Éufrates. Los judíos expresan su añoranza por la tierra natal. Zaccaria de nuevo los exhorta a tener fe: Dios destruirá Babilonia. CUARTA PARTE: “El ídolo roto”. Escena 1: en el palacio de Babilonia. Nabucco despierta confuso y agitado. Ve que llevan a Fenena, encadenada, a la muerte. Desesperado pide perdón al Dios de los judíos y promete reconstruir el templo de Jerusalén y adherir a la fe verdadera si es librado de sus tormentos. Milagrosamente recobra su fuerza y sus sentidos. Entonces resuelve salvar a Fenena y a los israelitas y castigar a los traidores. Escena 2: en los jardines colgantes de Babilonia. Zaccaria lidera a Fenena y a los judíos a la muerte en el altar de los sacrificios de Baal. Nabucco entra espada en mano. A una palabra suya, el ídolo de Baal estalla en pedazos. Nabucco libera a los judíos y asegura que construirá un nuevo templo a su Dios. Aparece Abigaille: se ha envenenado y expresa su remordimiento, y muere pidiendo el perdón de Fenena. Zaccaria aclama a Nabucco como el servidor de Dios y el rey de reyes. EN LA OPERA Como ya fue dicho en oportunidades anteriores, Giuseppe Verdi llegó ser representativo de la cultura italiana en la segunda mitad del siglo XIX de una forma parecida a lo que ocurrió con Wagner en la alemana. Sin embargo, lo que hoy damos por sentado no ocurrió de un día para el otro. A los 28 años de edad Verdi, sumido en una profunda depresión por la muerte de su esposa y sus dos pequeños hijos, había fracasado con una comisión del Teatro alla Scala de Milán, la comedia Un giorno di regno, y hasta llegó al punto de considerar el abandono de su carrera de compositor de óperas. Sin embargo en enero de 1841 el director del teatro, en un voto de confianza se arriesgó a encargarle una nueva obra para la cual le presentó el libreto de Nabucco escrito por Temistocle Solera. Tres meses más tarde Verdi había completado su tercera ópera, la que realmente marcó el comienzo de su carrera y la primera que nunca más, en un siglo y medio, bajó de cartel. Los diarios de Milán la aclamaron como “éxito total” y para el fin del año había obtenido 65 representaciones. La temática de la libertad nacida de la opresión ayudó a la popularidad de la obra en una Italia repartida entre las grandes potencias después de las guerras napoleónicas. Mientras Nabucco abría el camino a la entronización de Verdi como adalid de la libertad de su patria – lo cual en realidad recién se materializó, por razones políticas, varios años más tarde – para su autor significó un nuevo principio, no solamente por el éxito obtenido sino también por confirmarle que la tragedia, y no la comedia, era su verdadero métier y por haber encontrado su genuino lenguaje musical, un lenguaje capaz de hablar a las mayorías con incomparable claridad y convicción. Tuvo que transcurrir medio siglo para que Giuseppe Verdi rompiera sus propias reglas y que con una comedia, Falstaff, produjera otro punto de inflexión en la historia de la ópera. Verdi falleció siete años después de legarnos aquel Falstaff y llegar a la cumbre de la fama, pero lo que coreó la muchedumbre en su entierro fue el Va, pensiero, de Nabucco.
Posted on: Mon, 02 Dec 2013 04:12:28 +0000

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