Un Granier chiapaneco Alberto Aguirre M. DIARIO EL - TopicsExpress



          

Un Granier chiapaneco Alberto Aguirre M. DIARIO EL ECONOMISTA. Arropado por el salinismo, apadrinado por Manlio Fabio Beltrones, el gobernador más joven del país, Manuel Velasco Coello, optó por la conciliación y no por la ruptura con su antecesor, Juan Sabines. En el pecado puede llevar la penitencia. Salvo a tres de sus colaboradores, ratificó a los secretarios del gabinete anterior. La apuesta era por la continuidad, no por el cambio. A seis meses de mandato, propios y extraños le reclaman su falta de contundencia. En parte, por los problemas de ingobernabilidad que afronta aquella entidad sureña, en parte por su displicencia, por su estilo personalísimo. Hay quienes aseguran que despacha de día en Tuxtla Gutiérrez, pero que dormita fuera de su territorio por cuestiones de seguridad. Si así es, bien por él. Pero mal por la institución. Y es que la opacidad, la corrupción y los desfalcos de su antecesor Juan Sabines son un pesado lastre. Si su vecino, Arturo Núñez, emprendió una ofensiva legal contra Andrés Granier Melo, ¿por qué no hizo lo mismo? Joven bebesaurio, con la vista en el 2018, el Gobernador de Chiapas apuesta por su relación con el peñismo, pero no romper con el pasado reciente. Un pasado marcado por la corrupción, por el desvío de recursos. El Congreso local debería reclamar. No lo hace, en gran medida, porque Sabines definió su composición. Pero, ¿quién pagará las consecuencias? La deuda estatal, que asciende a 40,000 millones de pesos, escandalizaría a propios y extraños. Municipios quebrados. Un gobierno estatal inoperante. Las obras inconclusas son una pesada losa que le impide despegar, tener la proyección que anhela. El Parque del Chocolate, en Tuxtla Chico. La Ciudad Rural Sustentable, en Santiago del Pinar. Los rastros municipales inservibles, los hospitales fantasmas, los puentes, los caminos, las carreteras, la infraestructura aeroporturaria que no se hicieron. Y las plantas de biodiésel que entregó el entonces Presidente Felipe Calderón y que ahora simplemente no operan, son la muestra del teatro que Velasco heredó y no ha querido reclamar. Más de 100,000 millones de pesos de partidas presupuestales que ahora están justificadas por “deficiencias no subsanadas”, pero qué reclaman los chiapanecos. A Sabines y a Velasco. Sabines cuenta con la complicidad de su sucesor. Y con el acuerdo de los líderes priístas. El actual dirigente estatal del partido, Roberto Albores Gleason, no puede combatirlo porque están involucrados en empresas altamente rentables, como los fertilizantes orgánicos. En Tabasco, no en Chiapas, el gobierno federal frenó la impunidad. ¿Harán lo mismo en Chiapas? Aquella entidad, el olvido del centro y la permisibilidad sobre el manejo irregular de las finanzas públicas es un insulto.
Posted on: Thu, 27 Jun 2013 19:22:34 +0000

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