Un buen libro tiene una ventaja inmensa: crea mundo dentro de mundo conocido. Margen posible de una realidad escondido. Magnificas descripciones, apologías o acusaciones de esa inconmensurable República Verbal que habitamos a ciegas, al menos hasta que alguien llega a golpearnos la imaginación y el recuerdo y pasa lo que pasa: que uno no tiene que evadirse de clases y reuniones, trastocar rutinas o arruinar viajes porque un libro, que tal vez sea ese libro llego a nuestras manos y despierta, adentro de uno, ese mandato silencioso y firme de leerlo hasta el final. El Huilo y Uno
Posted on: Thu, 12 Sep 2013 02:56:15 +0000