Un gran siervo de Dios, dijo que la iglesia debe ser el hospital de Dios. No es que tenga nada en contra de la medicina o de los médicos, pero creo fervientemente en lo sobrenatural de Dios. Personalmente soy un testimonio vivo del poder de Dios- Lo importante es asistir a una iglesia donde se predique sobre el poder y se usen los dones del Espíritu Santo y se transfieran por la oración a todos las personas asistentes a la misma. Es más importante dar que recibir. Si les enseñamos a todos los que están sentados a recibir toda la bendición, ellos sabrán darla a otras personas también. Haremos una hueste de sanadores con poderes sobrenaturales y así se sanarán ellos y traerán a otros a recibir. Se establece una cadena de dar y recibir. Es así que no hay ningún egoísmo en quien imparte la bendición de la sanidad divina, sino que quiere que todos la reciban. En esa iglesia habrá muchísimos milagros de sanidad constantemente. Así siempre sucedió en mi congregación donde miles de personas asisten a las reuniones. Las congregaciones deben crecer para que cada día alcancemos a más y más personas a recibir a Cristo como Señor y Salvador de nuestra vida. Pedro, primeramente, y Pablo comenzaron sus ministerios haciendo grandes milagros de sanidad hablando de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. En un medio que les era adverso, porque los demás judíos , los paganos, los gobernantes, todos los perseguían, Pero había un Pedro que le dijo al paralítico, "Lo que tengo te doy"- Eso que él tenía, es lo que debemos tener nosotros, una fe inquebrantable y el poder del Espíritu Santo para orar. Alguien dijo que somos los nuevos productores de hechos. Esos hechos son los que el Señor está escribiendo en el Cielo con nuestro nombre. A su nombre le damos la gloria continuamente, sin él nada podríamos hacer. Todas las cosas del Señor se consiguen sin egoísmo, dando, transfiriendo los dones como lo hizo Pablo con Timoteo, por una imposición de manos. Grandes siervos de Dios lo siguen haciendo cuando oran por otros pastores, no son envidiosos y desean que los demás tengan aquello que ellos tienen. Así funciona el Reino de Dios. ¿Hay algún egoísmo para compartir? Pienso que esa es la diferencia entre el "hospital de Dios" y una lugar donde ocurren pocos milagros. Por lo tanto en el nombre de nuestro amado Señor Jesucristo, imparto toda la bendición de sanidad sobre todos aquellos que están leyendo y clamo al Señor, que su Espíritu Santo se derrame sobre todos nosotros para poder orar por los enfermos y que su infinita misericordia caiga como cascada de ríos de agua viva sobre todos sus siervos y siervas. Que la fe sobrenatural viva en nosotros permanentemente para poder poner en práctica las obras de Dios. (Juan 6:28)
Posted on: Mon, 08 Jul 2013 13:47:44 +0000
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