Un hombre de apariencia bastante descuidada, se encontraba en la - TopicsExpress



          

Un hombre de apariencia bastante descuidada, se encontraba en la plaza pública de Timer. Allí vociferaba a los transeúntes: - ¡Vendo la suerte! ¡Llévala, por cinco monedas! ¡Lleva la suerte! Se encontraba cercano un joven filósofo, que acercándose al hombre le dijo: - ¿Cómo es posible que usted venda la suerte a otros si ni siquiera cuenta con ella en su vida? El desgarbado hombre bajó su cabeza, además de dejar de vociferar. Joven, tiene usted razón, no puedo dar a otros de lo que no tengo – respondió con tono reflexivo-, pero su pregunta ¡Cuánta suerte trae hoy a mi vida! El filósofo tomó su rumbo, y el hombre de la suerte ya la llevaba consigo. Reflexiones: - No podemos darle a otros aquello que no tenemos, aquello en lo que no hemos madurado o progresado; el optimista brinda optimismo; el exitoso contagia el éxitos; el espiritual inspira a otros; la bondad motiva más actos de bondad. De igual manera lo negativo engendra lo negativo, y esto conduce a un callejón sin salida: el autoengaño. - La suerte está en el trabajo diligente, en un proyecto de vida adecuado, real; la suerte está en el esfuerzo inteligente, en la persistencia por aquellas metas nobles, que producirán su fruto en el momento preciso. - Cada persona puede desarrollar un proyecto o plan de vida, el cual, si está orientado al bien, producirá frutos importantes para quienes le rodean o para la misma humanidad. Por lo demás, Dios siempre apoyará las buenas causas.
Posted on: Tue, 20 Aug 2013 03:38:17 +0000

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