Un hombre, sólo un hombre solo, recorre el mundo en bicicleta - TopicsExpress



          

Un hombre, sólo un hombre solo, recorre el mundo en bicicleta regalando sus espectáculos de clown en favor de un público muy especial, las personas más desfavorecidas: aquéllas a las que la vida les ha sonreído menos.... Álvaro acaba de pasarse un par de meses por Cuba y aqui cuenta sus anecdotas biciclown/index.php?mmod=diari&file=list&cID=192 biciclown/index.php?mmod=diari&file=details&iN=462 Agarra uno de esos vuelos baratos a Cuba que ofrecen las compañías aéreas, sumérjete pulserita en ristre en esos hoteles todo incluido (menos la felicidad) y relájate. Posiblemente te aliviará el stress pero ignorarás practicamente todo de este país. Sigan leyendo para descubrir, tras la pátina dorada de ron, tabaco y mulatas en Varadero, la Cuba de Castro en pleno siglo XXI. El metálico traqueteo del trote del caballo (rítmico y musical) quiebra la virginal mañana caribeña: la luz aún no despunta pero la vida ya amenaza con surgir de cada rincón (milagro diario). Nunca en un país el pasado fue tan presente ni el futuro tan inexistente. La radio y la televisión oficiales (Haciendo de la información un arma - Radio Rebelde-) recuerdan permanentemente acontecimientos históricos que propiciarion el triunfo de la revolución en un vano intento de que el cubano que aguarda por horas en el cruce de dos caminos a que llegue algún tipo de trasporte, a tracción animal o mecánica, para acudir a su centro de trabajo y ganar en el mejor de los casos 14 dólares por mes, o ese cubano que va a la tienda ( ¿el último?) a ver si esta semana ha llegado el pollo prometido y al que tiene derecho por la libreta revolucionaria (no gratis pero a precio económico), olviden la calurosa espera y sonrían, salten, bailen y celebren el éxito de una lucha armada que ocurrió hace 55 años pero que debido a las numerosas pintadas que decoran la isla (desde la Playa de las Coloradas hasta María la Gorda, desde la Bahía de Cochinos hasta Playa Girón) resucitando al Che, a Camilo Cienfuegos y al desastre de Moncada (convertido en victoria por al mago Fidel) hacen creer un mundo diferente al que la triste realidad mejor describe. Tres son los grandes logros de la revolución que son cacareados por los acólitos del regimen: educación y sanidad gratuita y universal, y seguridad en las calles. Es cierto que la educación es gratuita y que incluye hasta la Universidad, aunque conviene leer la letra pequeña. Al terminar la Universidad los licenciados deben prestar un servicio social que puede durar hasta tres años en el que cobrarán unos 12 dólares por mes. Les sirve de formación en su carrerra pero sobre todo para aprender a malvivir con ese salario que, posteriormente, no superará los 15 dólares. Y la educación no parece incluir el respeto al medio ambiente como explicaré después. Sanidad para todos. Es gratis pero el especialista te atenderá mucho antes si llevas un poco de mantequilla, unas frutas, leche o cigarrillos. Los tiempos de espera se reducen enormemente. El médico te podrá recetar medicamentos que no existen en la farmacia, pero al menos ya sabes la causa de tus males. La sanidad también es gratuita en Argentina y en España, entre otros países, a diferencia de Australia o Estados Unidos, sin necesidad de hacer una revolución. La seguridad. A pesar de que me han robado en dos ocasiones en Cuba, es (y lo digo sin ironía) un país seguro. Los robos fueron más bien hurtos, es decir sin violencia en cosas o personas, y en uno de los casos hasta la policía encontró lo robado. Gracias al teniente Alexandre esta crónica tiene fotos y podré editar algunos videos. Sólo pasé tres días en varios centros policiales haciendo denuncias y apenas me costó un paquete de cigarros populares. Una mujer puede caminar por La Habana a cualquier hora de la noche sin temor a que la asalten. Aunque los casos de violencia cubana son numerosos ( y nunca reflejados en las noticias locales), pues la mezcla de machete y ron es sangrienta. Cortando la hierba cerca de la carretera: Cáceres gana en 4 horas medio dólar Prueba a tocar el timbre a las cuatro de la madrugada. La larga cola en el Coppelia provoca estes resultados al llegar a la mesa Con un salario de menos de 20 dólares al mes los cubanos viven por debajo del umbral de la pobreza según el Banco Mundial (dos dólares por día). El robo al propio Estado, único responsable de esa situación, es justo y hasta indispensable. El propio Marti, cuyo busto florece por toda la isla como lo hace la imagen de Ataturk en Turquía, no podría menos que reconocerlo; de nada vale ser culto y con ello libre, si las tripas te crujen o tienes que elegir entre comprar desodorante o mantequilla. Si en Cuba no se ve más basura por las calles es simplemente porque artículos como una bolsa de plástico cuestan dinero. No es una medida para proteger el medio ambiente. En las tiendas que venden en CUC ( más o menos 1 dólar=1CUC) te las regalan pero en la calle las venden por 1 peso cubano (1 CUC=24 pesos cubanos). Si no hay más latas vacías es porque hay cubanos que las recogen para reciclarlas y darles múltiples usos. Pero hay lugares como Cayo Jutías, o la playa de La Herradura, donde la basura se acumula a orillas del mar, día tras día, y nadie salvo las olas le prestan atención. Cualquier playa o espacio natural como cascadas o lagos, a donde el cubano va, deja a su paso un reguero de basura vergonzoso. Los restos de la fiesta se acumulan como la porquería debajo de la alfombra antes de que llegue la visita a la casa. En dos meses no he visto a un cubano tirar un papel a la basura o metérselo en el bolso, y cuando se lo advertía me miraban con cara de sopresa: como si su acción fuera de lo más normal. La gestión de cuevas o espacios protegidos dista mucho de ser perfecta, como lo demuestra la visita en Viñales a la Cueva del Indio. Se oferta por 5 CUC un paseo en barca por un río interior que ha socavado la roca configurando una hermosa cueva. El paseo por ese espacio natural y milenario, dura apenas cuatro minutos, y se realiza en una lancha con motor de gasolina. El humo se adhiere a las estalactitas y el aceite se filtra en las cristalinas aguas en un espectáculo bochornoso. Hay que verlo para creerlo. La forma más habitual de robar al Estado es simplemente no entregar ticket al turista cuando entra a un museo, a un parque natural o a un restaurante. Ese dinero no se contabiliza y va directamente al bolsillo de los trabajadores. Así por ejemplo ocurre con la entrada a Cayo Jutías que cuesta 5 CUC. A mi particularmente me revuelve las tripas cuando, cualquier país, te cobra por acceder a un lugar natural, un paraje no construido por el hombre, y en el que colocar una barrera y cobrar es una vulgar manera de exprimir la naturaleza. Sobre todo si ese dinero no va destinado a cuidar el recurso. San Diego de los Baños ya no tiene balneario: está en eterna restauración. Azul y verde siempre están presentes Todo vale para huir del calor De Cuba alguien dijo que al eliminar la competencia crearon la incompetencia. Algo bien palpable cuando uno entra en uno de los restaurantes del Estado. Son conocidos porque las camareras con el uniforme del color de un tablero de ajedrez, dormitan sobre una mesa en la que las moscas hacen vuelo rasante. La comida es barata, pero muchas veces ni siquiera calentada. El comensal la recibe más rápido de lo que tardan las moscas en cambiar de mesa para unirse al convite. En una pizarra en el exterior se especifica el menú, que va menguando a medida que pasa la tarde y se acaba el género. Aunque nunca se termina el ron y los cigarrillos. Ni el cocinero ni las camareras tienen especial interes en que el restaurante se llene, pues ellos ganarán lo mismo. Cuba se liberó del yugo español, para caer luego en manos de los norteamericanos y ahora, en las garras de su propio libertador: como si el genio de la lámpara tuviera que conceder deseos día y noche al que la frotó. Un complejo entramado de organizaciones juveniles, obreras, femeninas, sindicales de barrio y de artido, junto a un férreo control de los medios de comunicación aseguran, sino el éxito de la Revolución, al menos la imposibilidad de cualquier otra alternativa para la gestión del país. Es una lástima que los políticos no se retiren como lo hacen los deportistas. Fidel ha dejado paso a su hermano (aunque se parecen menos que una rosa a un girasol) pero todo sigue en manos de los militares. Las empresas de alquiler de autos, los hoteles, las tiendas donde se compra en CUC, los autobuses..., todo es del gobierno. Cuba se me asemeja a un robusto caballo de carreras al que cientos de manos impiden galopar libremente, con toda su energía y fuerza. Si al cubano le dejaran hacer, sin tantas trabas burocráticas (cambiantes y contradictorias) para inciar un negocio, levantaría el país y lo sacaría de esa situación de aislamiento internacional al que la obsoleta revolución, y no tanto el bloqueo americano, mantienen anclado desde hace ya muchos años. Ya no quedan hombres como los del 59, me comentaba una mujer un día. Se refiere a esos jóvenes, ambiciosos y soñadores, que daban su sangre por la patria, enfrentándose al poder establecido. La juventud cubana prefiere jugársela intentando cruzar a Florida en una lancha fabricada en el patio de atrás. El poder político es un dinosaurio que aplasta todo lo que vaya en aras del progreso porque, ese avance, pondría en peligro las ganancias de los que manejan los hilos del sistema. Fidel quería libertad, igualdad...; y hoy en día no existe. Un cubano no puede tener internet en su casa pero un extranjero si. Al cubano una hora de internet le cuesta una tercera parte de su salario. Los Castro saben que el internet puede ser un virus (peor que el cólera que azota partes de la isla aunque nadie lo dice) que escaparía al control de los miles de espías (los comites de defensa de la revolución) que hay en cada barrio. Si el Che abriera los ojos se sonrojaría de ver lo que han hecho sus compañeros de Sierra Maestra con la revolución. Y si los turistas de Varadero conocieran un poco más de ese país en el que bailan son pegando su cuerpo a muchachitas de la edad de su hija, vomitarían el mojito y pedirían Cubalibre. Paz y Bien, el biciclown. Al cole en bici: no hay tráfico y es seguro Los caballos (vacas y bueyes) son del Estado que, si quiere, te los deja usar Lo que el cubano no invente no existe Lugar: Trinidad biciclown/index.php?mmod=diari&file=details&iN=461 Las memorias de los tres años de recorrido por África me asaltan en cada curva de esta bella isla, en cada charla - entretejida por al batir de las palmas de los cocoteros- con los cubanos. El día que retorné a Cuba (ya había estado en 1.997 durante el período especial) me levanté a las 4 de la madrugada. Claudia nos llevó a Karma y a mí al aeropuerto, a unas horas en las que la luz no había aún desvirgado las calles del DF. Las memorias de los tres años de recorrido por África me asaltan en cada curva de esta bella isla, en cada charla - entretejida por al batir de las palmas de los cocoteros- con los cubanos. El día que retorné a Cuba (ya había estado en 1.997 durante el período especial) me levanté a las 4 de la madrugada. Claudia nos llevó a Karma y a mí al aeropuerto, a unas horas en las que la luz no había aún desvirgado las calles del DF. El primer susto me lo dió Ángel Molina, responsable de carga de Cubana aviación en el aeropuerto de México: Eso no es una bici embalada, eso es carga, y este es un avión de pasajeros. Irónicamente, por detrás de Ángel se apilaban paquetes y paquetes de mercancía, no maletas, que iban a ser despachadas a La Habana en el mismo avión que yo debía viajar. Argumentar a las 5 de la madrugada para tratar de llegar al corazón de quién se ha levantado con ojeras y sin sonrisa, no se lo deseo a nadie. Tenía dos opciones: pagar lo que me pidiera (aún no había llegado a Cuba pero ya intuía que el dinero abriría muchas puertas y, en concreto, la de la bodega del avión) o explicarle que Cubana de aviación carece de normativa específica sobre cómo ha de ir embalada la bicicleta. Los que ya me conoceís y habeís seguido aventuras de este nómada cabeza dura por el mundo (como cuando conseguí que no me multaran por la falta de registro en plazo al llegar a Mongolia) imaginais que opté por el discurso y no por el dinero. La bici pesaba unos 18 kilos (digo unos 18 porque al colocarla en la balanza marcaba 11 kilos, tal vez porque sólo una rueda estaba en contacto con el platillo) y los bultos 40 kilos. Había dejado la tienda de dormir y otras cosas en México. En Cuba dormiría en hamaca o disfrutando de la hospitalidad de los cubanos: un pueblo luchador pero sobre todo inventivo. Gracias a los contactos de internet dos personas que jamás había visto antes me aguardaban con un cartel con mi nombre. Lupe recibió un correo electrónico de su hermano (que está en El Salvador) pidiéndola que me alojara. Y allí estaba en el aeropuerto Lupe con su marido, Rodney, que trabaja con un triciclo que él mismo se ha hecho o cocinando pizzas, aunque ha estudiado veterinaria. Después de un par de semanas por la isla creo poder afirmar que hay más pizzerías en Cuba que en Italia. Aunque no tienen mesas, ni sillas, ni siquiera un local propio, sino una caseta metálica en la que las pizzas (de queso con queso) van saliendo a la calle por 5 pesos cubanos (1 dólar son 25 pesos cubanos, aunque ya hablaré más tarde de la doble economía de Cuba) De la hospitalidad de Lupe, Rodney y los padres de este último, a la de Yolanda y su hermano Sandy. Tampoco me conocían pero su amigo Bernhar (que vive en Brasil y al que no conozco) les pidió que me dieran una mano y ellos no lo dudaron. Ahora te invito a reflexionar y que me digas que harías tu si un amigo te pide que alojes en casa a alguien que nunca has visto. No sólo que le alojes, sino que le vayas a buscar al aeropuerto. Yolanda y Sandy viven en una habitación en el centro de La Habana. La habitación tiene dos pisos, pero cualquier parecido con el duplex de tus sueños acaba ahí. Arriba hay una cama, que ellos me cedieron por más que me opuse, y abajo hay un sofá, una tele, una lavadora que no vi funcionar, una nevera y una licuadora. Ah claro, y el baño sin puerta ni techo. Cuando quieras ir al baño avísanos y salimos al pasillo me decía Sandy. Yolanda y Sandy son hermanos y durmieron en el suelo en el piso de abajo, pues me cedieron su cama y el ventilador Orbita (marca soviética y que todavía funciona). Ambos pisos se comunican por una escalerilla de esas que se usan para subir a la azotea. Con ellos celebré mi cumpleaños -Yolanda se pasó la tarde cocinando arroz y pollo- y brindé por volver a verlos un mes más tarde. Estaba ansioso por comenzar a recorrer la isla en bici. Debido a que la visa es limitada y a que el viento sopla fundamentalmente del este, pensé en ir hasta el oriente de la isla en transporte motorizado. Aquí hay varias opciones: -Astro, autobuses locales que se pagan en moneda cubana, y que no pueden usar los turistas. -Viazul, autobuses que se pagan en CUC (1 CUC equivale a 1 dólar). Desde La Habana hasta Santiago de Cuba son 55 CUC (o dólares) más otros 5 por la bici más otro tanto porque sólo se pueden llevar 20 kilos. -Tren, la forma más segura de viajar con bici en Cuba y llegar al destino sin la bici. -Hacer dedo, o coger botella como dicen aquí. Decidí salir de La Habana en bici y probar suerte haciendo dedo por el camino. Pero lo más difícil fue precisamente salir de La Habana, pues hay un túnel (de apenas 500 metros) y por el que bicis, peatones o motos (sin sidecar), no pueden circular. Pero hay una solución para el pueblo. Hay un autobus para trasportarte al otro lado sólo por 1 peso cubano. Tras dos horas de espera me di cuenta de que el autobús no llegaría. Estaba pinchado al otro lado del túnel. Los canales de información de la Revolución funcionaron insatisfactoriamente. Abordé otro autobús que vi vacío y crucé el famoso túnel a los pies de la Embajada de Cuba en La Habana. Bonito edificio en cuyas puertas cientos de cubanos aguardan un documento llamado pasaporte español. En 1.869 a los españoles les echaron de la isla y ahora todo el mundo se saca sangre para buscar el RH español. En Cuba el salario MENSUAL medio de un médico es entre 12-15 dólares. En teoría los cubanos pueden comprar alimentos básicos en la Bodega, gracias a una libreta revolucionaria, pero esos productos aunque están subvencionados no son gratis, Y no todo lo que tienen derecho a comprar existe en la Bodega. Desodorante, jabón, champú, camisas o zapatos, detergente para la ropa... (y otros productos de lujo) los deben adquirir en las tiendas que venden en CUC. O te vistes o comes me comentan los cubanos. No hace falta que eches números para darte cuenta de que vivir en Cuba es un milagro. Un arte que sólo los cubanos saben ejercer, donde el ingenio y la sonrisa, son armas fundamentales. No hay cubano con el que charlara estos días que no me mostrara su descontento por la actual situación. No viven; sobreviven. Si el umbral de la pobreza es vivir con menos de 1 dólar al día, hacerlo (toda la familia) con 12 dólares al mes significa catalogar a la mayoría de los cubanos en pobres. Si, la educación es gratuita. Pero con educación el hambre no es menos dolorosa. La sanidad también es gratis..., bueno más o menos. Para que te atienda un buen especialista es recomendable llevarle algo de merienda, una gallina, en fin, algo que ayude al médico a sonreir. Beisball sin zapatos pero con muchas ganas Tal vez el conocimiento de estos datos fueron los que me impidieron subirme en un Viazul y llegar hasta Santiago. Podía permitirme pagar los 65 dólares por el trayecto pero no he venido a Cuba a experimentar lo que es ser turista. Quería viajar como lo hacen los cubanos, aunque no tardé en arrepentirme. Pedaleé unos 25 kilómetros y me detuve debajo de un puente. Tras un par de horas en las que vi pasar muchos autobuses llenos y algunos coches vacíos, opté por seguir la técnica de mi vecino de asfalto y coloqué en la mano unos cuantos billetes. Casualidad o hipnotismo, pero un camión se detuvo. Tiraba de un remolque y en la parte de la caja viajaban, de pie, seis personas. Había sitio para la bici y para mi, pero no estaba seguro de si quería viajar en ese camión hasta Santiago de Cuba. No tenía techo y las paredes eran de alambres. Ya eran las cuatro y media de la tarde y temía que esa era mi única opción. Por 4 dólares el conductor me llevaría hasta Santiago de Cuba (a más de 800 kilómetros). No llegué tan lejos. Dos tremendas tormentas nos dejaron completamente empapados. El agua corría por el suelo y se deslizaba por unos milagrosos agujeros que había en el piso. La segunda fue poco antes de la una de la madrugada. Cada pasajero tenía su propia técnica para pasar la noche. La de los cubanos era simple y uniforme: darle al ron. La mía tirarme al suelo a dormir, rebotando con cada bache. Pero cuando el ron hizo su efecto en mi vecino y comenzó a vomitar a mi lado, decidi cambiar de táctica y me pusé de pie. No sabía que se podía dormir de pie. A la llegada a Las Tunas, a las 8 de la mañana, mi cuerpo me pidió por favor que saliera del camión y comenzara a pedalear, aunque fuera contra el viento y a más de 300 kilómetros de Santiago de Cuba. Este no era mi camion, ya quisiera yo Mi ruta me llevaba hacia el norte de Las Tunas, en busca de unas paradisíacas playas, pero que no lo eran tanto cuando todos los cubanos están en el agua tomando ron. La noche se venía encima y me detuve en el primer pueblo para preguntar por un lugar para dormir. José Batista no tardó ni medio minuto en abrirme las puertas de su casa, dicho esto en sentido figurado, pues su casa no tenía puertas. La única luz daba algo de resplandor a la salita central pero a duras penas llegaba a los otros cuartos. En el jardín un cerdo imponía sus cómicos sonidos sobre el de los perros, gallos y gatos. José es carbonero y dos de sus hijos siguen sus pasos negros y honrados: Nunca he robado nada y espero mis hijos hayan aprendido al menos esa lección A José le dedicaré mi próxima crónica en la revista Bike, pues con 73 años se ofreció a acompañarme al día siguiente en el camino y casi no le aguanto el ritmo. Cuba me está dando muchas historias y otro ritmo de viaje. Aquí el internet es una utopía y, debido al bloqueo contra Cuba, no puedo acceder a mi correo electrónico alojado por google. Si alquien quiere comunicarse conmigo por favor que deje un mensaje en el foro y lo veré cuando encuentre un internet. Y si es urgente que lo haga en alvaroneilbiciclown@gmail Paz y Bien, el biciclown. Jose Batista, señora y servidor
Posted on: Mon, 14 Oct 2013 23:44:38 +0000

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