Un texto preciso de mi hermano Juan Hidrobo acerca de los últimos - TopicsExpress



          

Un texto preciso de mi hermano Juan Hidrobo acerca de los últimos acontecimientos del país. "No tengo que buscar mi dignidad en lo espacial, sino en orden de mi pensamiento; poseer países no me servirá de nada. Por la magnitud espacial el universo es lo que me rodea y me devora como a un punto. Pero por el pensamiento soy yo quien lo abarca" Pascal Con pena o sin pena, con amargura o una jocosa risotada no me queda más que mirar cómo se cae en pedazos el “edificio civilizado” Golpes de pecho, como cuando se lee que dios pidió: "Procread y multiplicaos y henchid la tierra; sometedla, dominad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre los ganados y sobre todo cuanto vive y se mueve sobre la tierra" ,(Génesis / 01 7 28) así, igualito. Parecido a lo que sucede en esta guerra “democrática” y globalizada que nos empuja a entender por progreso el desarrollo económico. ¿Más golpes de pecho? Hace algún tiempo el genial novelista portugués José Saramago nos hablaba que la democracia apesta como un cadáver, hoy solo queda afirmarlo. Desde los cimientos de la civilización el hombre se subió en el negro caballo del progreso y entendió que la naturaleza debía ser sometida a su voluntad, la religión lo confirmó poniéndonos en otro peldaño de la “creación” Hoy vemos con horror disfrazado que el hambre del depredador es más poderoso que la inocencia de la víctima ¿Recién hoy? ¿Ahora que se va a explotar parte del Yasuní? Hoy la derecha se pinta de verde para quemar con hojas de tilo al que llaman dictador, a otro que no es sino títere del hambre que devasta. Hoy lloramos por los pueblos no “evangelizados” que serán devorados por el metal del progreso ¿Recién hoy? Hoy queremos hablar de iniciativa desatinada a un intento infantil de salvar un pedazo de naturaleza a cambio de dólares para el progreso. Hoy nos olvidamos de guerras fratricidas e innombrables y queremos culpables para limpiar la complicidad. Hoy día, normal para el hombre normal, normal para quién ha visto como normal seguir siendo normal. Hoy día normal para las señoras que hacen “te canasta” para paliar el hambre del mundo. Hoy día normal para la sociedad protectora de animales que salva dos gatos con el presupuesto que le otorgan los países del primer mundo, mientras estos, por supuesto, normalmente hacen la guerra al que piensa de forma anormal. Normal para un mundo que alimenta sus vísceras con un petróleo – que no distante a la ciencia es sangre de épocas pasadas – porque quién afirme que el hombre no se alimenta de sangre es porque normalmente es tan normal que no se ha horrorizado con un libro de historia. ¿Quieren un culpable? ¿Pueden culpar a un ser humano que creció con la visión depredadora de un Cristo que devastó con la ictiofauna en el Jordán? Normal, claro, el hambre es primero. Sugiero que vayamos al espejo y veamos nuestros dos caninos, monstruosos como una reminiscencia del simio que llevamos dentro. ¿Recién hoy? ¿Luego de tres videos y algunos arrebatos de la oposición política? No se olviden del par de caninos, no se olviden que hace mucho nos subimos al caballo negro, no se olviden que no se trata de parchar la llanta sino de cambiarla. Qué difícil es esto de las metáforas para el que normalmente piensa que la libertad solo la ejerce el que comunica y no el receptor. Hoy, justo hoy porque también es mi culpa, miro la ventana – hacia el oriente por supuesto – y me imagino la cantidad de pequeñas y grandes muertes, que da igual pues la muerte no tiene tamaño, siempre es del mismo porte, maldita muerte estándar. Hoy, justo hoy me doy golpes de pecho, pero debemos darnos de los honestos, de los que duelen más allá del dolor, de los que buscan la razón y no la consecuencia, de esos golpes que normalmente los normales no se dan en su vida tan normal. Me causan miedo los que esgrimen el concepto patria, es verdad, pero más miedo me causan los oportunistas que buscan el error en la herramienta y no en la mano que la empuña. ¿Un presidente es herramienta? Por supuesto, como Jesús lo fue en el Jordán, como el hombre primitivo que cortó los árboles para encender el fuego, como lo soy yo cuando uso la luz hasta estas horas. Es así como, normalmente y antes de dormir, me acuerdo de Neruda diciendo y como el verso me pone gris me refugio en Mafalda y suspiro ¿Y me piden que no confíe en la ciencia? Apuesto todo por ella, hasta mis libros y mis huesos. Juan Hidrobo
Posted on: Tue, 20 Aug 2013 15:25:14 +0000

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