Una Carta Voy a narrar algo que os agradará La Virgen también ha escrito en su vida cartas alguna vez. ¿Os gustaría leer, traducida al castellano una carta de la Virgen a su hijo? Leedla A mi amado Hijo, paz y bendición. Llegó a casa a las primeras horas de las calendas de la luna de elul, un enviado de Betania . Era Isaac, el pastor, a quien dí un beso de paz y también reposo en tu nombre y en agradecimiento mío. Me trajo estas dos cartas que te remito, y me dijo de palabra que Lázaro, el amigo de Betania, te ruega que condesciendas a su súplica. Amado Jesús, mi Bendito Hijo y Señor, yo también tengo que pedirte dos cosas: Una, que prometiste llamarme a mí, tu mamá, pobre Mamá, para que la instruyas en la Palabra. La segunda que te pido es que no vengas a Nazaret sin haberme antes avisado…. (Aquí Jesús dejó de leer. Va a junto de sus primos y les dice: Vuestro Padre ha regresado al seno de Abran) La carta sigue, pero en este momento no voy a escribirla. Ciertamente la Casa de Nazaret era una familia, santa, pura, angelical. Pero os aseguro que el dolor ha sido el fiel compañero de Jesús María y José y no los ha dejado ni un momento. Jesús, sufriendo nos enseña a sufrir. Jesús sufriendo por amor nos enseña que sufrir por sufrir carece de valor. El dolor debe estar unido al amor. Sufrir por amor, feliz quien sufre, porque su dolor es oración, porque es dolor redentor, de tal modo que quien así sufre no tiene por qué pasar por el Purgatorio. C.J.
Posted on: Mon, 08 Jul 2013 18:11:36 +0000
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