Uso del nombre de Jesús (Lc/09/49-50). 49 Entonces Juan, tomando - TopicsExpress



          

Uso del nombre de Jesús (Lc/09/49-50). 49 Entonces Juan, tomando la palabra, dijo: Maestro, hemos visto a uno que estaba expulsando demonios en tu nombre y queríamos impedírselo, porque no anda con nosotros. 50 Pero Jesús le contestó: No se lo impidáis, que quien no está contra vosotros, en favor vuestro está. La respuesta de los discípulos a las palabras de Jesús sobre el servicio es la preocupación ambiciosa por los puestos elevados. Uno de los más allegados a Jesús, Juan, que con frecuencia es nombrado por Lucas juntamente con Pedro y constantemente es antepuesto a su hermano, tampoco entiende las palabras de Jesús acerca del hacerse pequeños. El seguimiento de Jesús, que se entrega en manos de los hombres para servirlos, hace tropezar con nuevas y nuevas sorpresas causadas por las mociones del corazón. Entre los judíos había gentes que con oraciones expulsaban los demonios de los posesos (exorcistas). Como los discípulos tenían éxito expulsando demonios en nombre de Jesús, uno de aquellos exorcistas intentó expulsar demonios también en nombre de Jesús, aunque no pertenecía al grupo de los discípulos. La invocación del nombre de Jesús se demuestra eficaz aun fuera de la comunidad de los discípulos. El exorcista extraño causa desazón a los discípulos. Consideran su propia posición como una elección que los coloca por encima de todos los demás. Lo que hace el extraño lo consideran como algo que merma su grandeza. Ellos quieren dominar, no servir. Se quejan al maestro: No anda con nosotros. Quienquiera que trabaje por Jesús y por su obra, no debe ser impedido, aunque no pertenezca al grupo. La elección no debe servir a la ambición y al egoísmo, sino a Jesús y al alivio de los afligidos. El que es elegido para seguir a Jesús, es elegido para servir. El exorcista extraño no es adversario de los apóstoles, puesto que invoca el nombre de Jesús. Por eso se le debe considerar como aliado. No ambición, sino objetividad; no celo por la propia posición, sino promoción de la obra de Jesús: esto es lo que debe inspirar la actitud de los apóstoles. El servicio promueve la obra, la ambición la entorpece. Jesús se sirve de un proverbio que se había hecho corriente desde la guerra civil de los romanos: «Te hemos oído decir que nosotros (los hombres de Pompeyo) tenemos por adversarios nuestros a todos los que no están con nosotros, y que tú (César) tienes por tuyos a todos los que no están contra ti.» Jesús da razón al dicho de César. El exorcista extraño procede como uno de los discípulos: en nombre de Jesús. Amplía el círculo a que se extiende la acción de los mismos. «En todo caso, como quiera que sea, por hipocresía o por sinceridad, Cristo es anunciado, y de esto me alegro» (Flp 1,18). ¿Cómo puede todavía haber aquí lugar para envidias? Quien no está contra vosotros, en favor vuestro está. Esta frase de Lucas es algo diferente de la de Marcos: «Quien no está contra nosotros, en favor nuestro está.» Aquí está Jesús unido con los discípulos, en Lucas está separado. La meditación creyente acerca de Jesús se ha hecho más consciente de su elevada superioridad (*). ¿No tenemos necesidad de la doble configuración de la frase? ¿De la unión con Jesús y de la separación reverente? ¿De la proximidad confiada y de la distancia respetuosa? La actividad de Jesús en Galilea ha llegado a su término. El breve relato acerca del exorcista extraño hace que asomen una vez más no pocas cosas de este período. Jesús es reconocido por el pueblo -incluso por el exorcista judío, que no es su discípulo- como salvador de los poderes demoníacos. El exorcismo, que se efectúa bajo la invocación de Dios, se verifica ahora en nombre de Jesús. Jesús actúa como profeta de Dios. Es más que profeta. Jesús es el Hijo de Dios y el siervo sufriente de Yahveh, que se pone al servicio de los hombres sin cuidarse de su propia honra. ¿Quién puede creer esto? Los apóstoles lo han reconocido como ungido de Dios, pero ¿pueden concebir que sea también el siervo sufriente de Yahveh? Todas las secciones de la actividad en Galilea se han cerrado con la misión apostólica. Tampoco esta sección se cierra de otra manera. La obra de los apóstoles es realizada por uno que no es de los de Jesús, pero que obra en su nombre. El mensaje y la obra de Jesús pugnan por hacer saltar todas las barreras y por poner a todos a su servicio.
Posted on: Sat, 28 Sep 2013 19:02:44 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015