Voy a transcribir una nota que leí en el diario del domingo (es - TopicsExpress



          

Voy a transcribir una nota que leí en el diario del domingo (es un poco larga) pero vale la pena. "La Argentina de mi abuelo" Quiero recordar a mi abuelo, un inmigrante que dejó su Liguria natal junto a su esposa y una hija de dos años (mi madre) y recaló en estas tierras en 1928. Llegó a nuestro país con todas sus esperanzas despu´es de haber participado como "alpino" en la Primera Guerra Mundial, entre 1914 y 1918. Guardó sus condecoraciones y sus historias y empezó a escribir una nueva página de su vida en estas tierras. Empezó como changador del Mercado de Liniers, mientras mi aburela lavaba ropa para los compañeros de trabajo y "paisanos" de mi abuelo. Así pudo comprar un terreno en el límite oeste de la Capital, en Ciudadela. Allí construyó su casa de "material" donde pas´w mi infancia y donde creció la familia: tres hijos más, todos ya argentinos. "Pepín" como todos lo llamaban, apenas sabía leer y escribir, pero era un verdadero adelantado a su tiempo. Aquélla casa tenía termotanque eléctrico, le colocó el supergas apenas apareció, también teníamos heladera eléctrica y otras cosas poco frecuentes en la época. Gracias a su enorme tesón, con el tiempo pasó de changador a comisionista de verduras en el mismo mercado de Liniers. Como buen tano, levantó otras tres casas para sus hijos. Siempre laburando de sol a sol. Volvió dos veces a su patria, su querida Italia para ver a los que quedaron lejos y finalmente dejó sus huesos y su esfuerzo en esta bendita tierra. El nos dejó el 7 de Julio de 1977, pero se mantiene vivo en mis recuerdos y en sus enseñanzas. Siempre me decía "Si no si labora no si mangia" y otros tantos dichos que sigo aplicando. Yo empecé a los 20, cuando salí de la colimba a hacer lo que me habían enseñado. Ya cerca de la edad para jubilarme, cuando lo evoco miro a mi Patria y la suya adoptiva, La Argentina de mi abuelo, que él siempre honró, y me pregunto qué hicimos para llevarla a este triste presente. ¿Donde están aquéllos herederos de esos tanos, gallegos, judíos, árabes y demás colectividades que se rompieron el lomo para hacer de nuestro país un ejemplo en el mundo?. Hoy ya no somos líderes de América, cada vez retrocedemos más. No hay ejemplos a seguir, todos son reclamos de derechos, pero pareciera que no hay ninguna obligación. A mis cuatro hijos los educamos con los mismos conceptos de sacrificio, respeto y responsabilidad que mi abuelo me transmitió. Gracias a Dios son hombres que me hacen sentir orgulloso. Me sigo preguntando cuándo fue que perdimos la cultura del esfuerzo y pasamos a esta realidad que a mí me angustia, sobre todo por el futuro de mis nietos. No sé cuántas generaciones se necesitarán para retomar aquél camino, pero creo que el esfuerzo vale la pena. Está en nosotros empezar. Y debemos hacerlo ya. Miguel Angel Rado ([email protected]
Posted on: Thu, 05 Sep 2013 03:05:34 +0000

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