Y así es, como tal día como hoy, un 31 de julio de 1944, el - TopicsExpress



          

Y así es, como tal día como hoy, un 31 de julio de 1944, el piloto Antoine de Saint Exupery, salía con su caza de combate a realizar vuelos de reconocimiento al sur de Marsella. Nunca más se le volvió a ver. A la edad de 43 años se encontraba dispuesto a abandonar la aviación, su cuerpo estaba maltrecho después de tantas fracturas y vida bohemia. Su dentadura a causa de las presiones y las fuerza g en el aire le traía de cabeza en más de uno de sus vuelos de altura, en más de una de sus piruetas para disfrutar del azul. Su aeronave de reconocimiento, un Lockheed Lightsning P-38, se estrelló en el Mar Mediterráneo en lo que fue su última misión. Nunca se localizó ni se conoció su paradero. Hasta qué un equipo de arqueólogos submarinos del Estado Francés, mediante su Instituto de arqueología de la DRASSM (Centro Nacional de Investigación Francés en arqueología subacuatica) verificó su localización, lo investigo y rescató mediante sus permisos del olvido, y de las profundidades marinas. Aquel, el pecio de Saint Exupery era uno de los pecios más famosos y conocidos de la historia Francesa, formaba parte de la identidad y la reciente historia nacional. Aquel pecio se constituía, como su tumba de guerra, su singular sarcófago marino bajo el mar. Era por tanto cuestión de voluntad, y así los responsables de Cultura y patrimonio del Estado Francés, en un ejemplo de cooperación con la sociedad civil, les permitió traer a la luz de la cultura y lo público un importante fragmento de la historia de Francia y de la humanidad. Tras varias vicisitudes, actualmente el Lighhtning P-38 puede verse en el museo del aire y del espacio de Le Bourget, cerca de París. Antes tuvo que ser restaurado y conservado laboriosamente tras decenios bajo el mar por los arqueólogos franceses. Fue entregado mediante una sencilla ceremonia, con los familiares y responsables del Estado y la cultura. Sirva curiosa y precisamente tal día como hoy, en su aniversario de muerte y efemérides,Es la posibilidad que nos brinda la historia y la arqueología.La de revivir y materializar momentos del pasado. Y tal día como hoy, Antoine de Saint Exupéry dejaba de vivir bajo las aguas de Marsella..Siempre fue la costa mediterránea protagonista en su vida, con escalas y estancias. Y el Mar, ese viejo Mare Nostrum su espejo diario de refulgente azul. Y es que para Saint Exupery sus dos pasiones fueron la aviación y la escritura. A ellas se dedicó por completo. La afición por los aviones le venía de lejos. En “Tierra de Hombres” estando aburrido y mal pagado en el departamento de publicidad de Air France, en donde realizaba vuelos eventuales para la Compañía Aeropostal en África y en América del Sur, entre poema y pensamiento, pensó que lo que podía hacer para solucionar las cosas era batir el récord París-Saigón y ganar el premio instituido por el Ministerio del Aire. Hacía poco que había invertido lo ganado con sus incursiones en el periodismo y con un guión para cine en la compra de un “Simoun”; el avión aerodinámico que se llamaba como el viento cálido de África. Y así, tras no pocos accidentes y sustos que rayaron en la muerte (especialmente en el desierto y enGautemala años atrás) , todos ellos con el telón de fondo azul del cielo entero, llego aquel 31 de Julio de 1944.
Posted on: Fri, 02 Aug 2013 13:03:29 +0000

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