Yo cuento y cuento por contar….. El Santo Cristo de - TopicsExpress



          

Yo cuento y cuento por contar….. El Santo Cristo de Buga.. En días pasados en reunión de compañeros feligreses del la Capilla del Cristo de Los Milagros (Parroquia del Buen Pastor) hablábamos del famoso Halloween. Un grupo sostenía que esa era una celebración diabólica y que era impropia de ser celebrada por lo que se consideran buenos cristianos. Otro grupo, entre ellos yo, sosteníamos que la celebración actual era un fiesta de disfraces y búsqueda de dulces, que nuestros niños celebraban a nivel de Santa Claus, Thanksgiving y los Reyes Magos, y que no tenía nada de pecaminosa. Se presentaron varios argumentos y nada parecía indicar que nadie quedaría convencido de nada. Como para darle fuerza a su argumento, una de las feligresas arguyó que no había cosa más fea que una bruja. Le sugerimos que nadie había visto una bruja de verdad y que la imagen que tenemos de la bruja era más bien una creación de los Hermanos Grimm y los Estudios de Walt Disney que es un recuerdo deformado de patrañas y supersticiones de tiempos de antaño. . Volvió la señora insistir que la brujería era un acto feo por lo tanto muy indeseable. Y metí la pata. Le dije, “lo feo no es necesariamente malo, nosotros le debemos nuestra redención al acto más feo y cruel de la historia, la tortura y crucifixión de Nuestro Redentor”. Y para acabar de dañar la cosa le agregué “y tenemos, y cargamos el recuerdo, y conmemoramos ese horroroso acto en el altar mayor de nuestra iglesia”. Para mí que dije una verdad, pero muy a destiempo Quise decir que algo feo podría ser sublime…Que algo horroroso podía ser trastocado en un bien”. Quise decir que no todo lo feo, ni los feos (como yo) somos indeseables… Pero fui mal entendido… y aquello sonó fatal. Lo sentí mucho, pero ya no me iban a escuchar… Y un , casi no me atrevo decirlo, un feligrés arrimado a la conversación añadió, “A la verdad que esa imagen en el altar es bien fea””… y ahí sí que se acabó de dañar la cosa. Con la esperanza de redimirme ante mi tan apreciado grupo del Cristo de Los Milagros les voy a narrar una leyenda Colombiana. Creo que va al caso y muy pocos la conocen. La Historia del Cristo que creció y sudó….. tomado del internet…y narrado a mi manera. Apenas si se vivía el albor del descubrimiento de América. La espada y la violencia habían hecho su entrada triunfal en estas tierras de América, que olían a inocencia, a paz, a tranquilidad y a equilibrio ecológico y social. El indio de las Américas fue convertido a buenas y malas Ese indio con su natural gentileza y su paz interior; , indio acogido al amor y a la bondad de su Diosa Creadora, la Pacha-Mama, confundió a aquellos centauros de piel de hierro y armas filosas, con sus dioses. Subyugado por los pseudo-dioses conquistadores, se fue adaptando a la religión de los recién llegados . Visitemos el hogar de una indiecita; vieja, pobre y fiel a la nueva fe …Fe que le trajeron de allende los mares. Una indiecita, con su vestido de lino y fibras sacadas de herbazal local y el cabello al aire, recordando una tribu que nunca antes se había doblegado, lavaba las ropas del rico a la orilla del río. El río bajaba bravo como la raza que había sido suya, con fragores de cóndor y bravura del jaguar. Rio caudaloso con agua transparente y con pureza de nacimiento allá en la montaña Andina. . La indiecita tenía el alma llena del Cristo que el misionero les había enseñado Deseaba tener su imagen para rezarle todos los días, para añadirlo a su altarcito indígena en su choza para adorarlo porque ya lo tenía muy hundido en el corazón y ese era su gran anhelo. Luchando duro, trabajando de mil maneras había ahorrado unas monedas con las que compraría una imagen de Cristo crucificado. La sacó de su meditación el ruido de unos pasos y los quejidos de alguien que iba preso por no haber pagado una deuda cualquiera. Conversó la indígena con la autoridad brevemente. Habló poco, porque la caridad no tiene mucho argumento. . Con sus bien ahorradas monedas hizo realidad su sueño de cumplir con la aprendida caridad del Cristo. Compró la libertad ese otro Cristo pobre y detenido. El hombre volvió a su choza y a su trabajo, y la indiecita siguió hundiendo las manos mansamente en las aguas cristalinas del río. Un día llegó a sus manos un crucifijo El rio trae, flotando en sus aguas, una diminuta imagen de Cristo. La miró, lloró, la guardó en su regazo. Pensó que era un regalo del cielo. . Bailando y corriendo,, corriendo y bailando, llegó a su choza y plantó entre sus imágenes de dioses paganos, que nunca había abandonado totalmente, al Cristo de las Aguas y luego durmió tranquila con sueños de cielo, con sonrisas de Dioses y con satisfacción del niño que asegura que le han visitado los Reyes Magos... Unos golpes la despiertan y escudriña la realidad a la luz de su choza. El Cristo como que había crecido… Y poco a poco creció hasta no caber en la choza de la indiecita. La noticia se riega con la presteza de la de un chisme de primera… Los vecinos vienen y el CRISTO DE LAS AGUAS, como comenzó a llamarse, hace continuamente milagros. Se apodera de la casa de la indiecita y de la comarca y de todos los corazones… todos lo quieren y lo embadurnan de besos y lágrimas. El obispo de Popayán, que a distancia escuchó los relatos, medio enloqueció en su celo y (como las doñas de la discusión) por un sabio temor a los cuentos de brujas y de duendes mandó entonces que lo quemaran, que hicieran desaparecer esa imagen deteriorada. Lo que el sabio obispo no supo fue que el amor perdura siempre, que al amor no lo destruye nada…Que una vez Cristo se instala en los corazones puros no hay quien lo destrone. Y el fuego no tocó la imagen, la puso sí a sudar copiosamente como suda y sufre quien es testigo de prejuicios e injusticias… Y la gente recogió el sudor en copos de algodón y con eso sanaban sus males y con eso restauraron las heridas de sus corazones. La historia dice…, así lo atestiguó bajo fe de juramento ante otro visitador, en 1665, una tal Luisa de la Espada, hija de uno de los patriarcas del cercano pueblito de Buga. Ella aseguró que la imagen, arrojada al fuego, no se quemó, antes bien se tiznó y sudaba; y la gente empapaba algodones en el sudor. Este testimonio se conserva. En Septiembre y Octubre de 1757 el obispo de Popayán, Diego del Corro, de visita Buga, y es testigo de los sucesos extraordinarios atribuido a la imagen En 1783 el rector del seminario de Popayán, y al mismo tiempo capellán del santuario de Buga, envió a Roma una relación aprobada por su obispo, en la que se relataban testimonios de numerosas curaciones. El Papa Pío VI respondió con 22 breves perpetuos, en los que se concedían abundantes indulgencias a los devotos peregrinos. Se conserva la copia del documento pontificio. Y el Cristo se quedó con el pueblo fiel, primero en la casa de la humilde indiecita, después en la ermita que con cariño le construyeron hasta que un terremoto la destruyó, y luego en la otra ermita cuya torre convocó por tiempos largos a la gente con el sonar de las campanas fundidas de armas de las guerras y que todavía hoy se levanta orgullosa al lado la Basílica. Y desde 1907 el Cristo está en la hermosa Basílica que construyó un pueblo dirigido por Misioneros Redentoristas. Hace muchos años, no sé cuantos, en Puerto Rico se puso de moda ir a visitar al Santo Cristo de Buga. Se decía que era milagroso y se iniciaron peregrinaciones a la hoy Basílica de Santo Cristo en Buga. Fieles y bendecidos regresaron con copias de la imagen. Se fue desarrollando en Puerto Rico, y especialmente en Mayagüez, una devoción a esta imagen. Un grupo de señoras de la ciudad iniciaron colectas y actividades con la idea de levantar una capilla dedicada al Santo El Hacendado Don Juan Alemañy y su esposa Da. Nilda Vincenty de Alemañy donaron terrenos para la construcción de la capilla. Hoy en día se levanta en el barrio Algarrobo de Mayagüez una hermosa capilla dedicada al Santo Cristo de Buga. La imagen que preside la sala es algo burda, tallada a un estilo decididamente indo-americana y es prieta , fiel en su color a la malamente quemada imagen de Buga. Esta imagen viste un faldellín muy especial. De eso hablaré en otra ocasión. No deseo cansarlos con mis cuentos. En otra ocasión trataré de narrar sobre otro calentón de orejas que pasé en Burgos, España por causa del Cristo de San Agustín y su faldellín, imagen que se encuentra en la Catedral de Burgos…
Posted on: Tue, 19 Nov 2013 22:53:14 +0000

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