Yo se que todos están enojados con los concejales oficialistas por lo que votaron respecto a la entrega de la terminal y el mercado y el crecimiento del juego en nuestra ciudad, pero yo siento lástima por ellos, porque entiendo que deben estar sufriendo la indignidad por la que atravesaron, por tener que ejercer su derecho y obligación sin imponer lo que les marcaba la conciencia, por haber abandonado el cargo para el que fueron electos, agachar la cabeza y votar de acuerdo a un mandato impuesto. También supongo que el intendente debe estar atravesando algo similar, porque hace un tiempo anunciaba con entusiasmo la rotura del contrato y ahora también debió agachar la cabeza y dar la orden que le impusieron a los concejales. Me hubiera gustado que al menos un concejal oficialista hubiera votado en contra, que hubiera impuesto su conciencia y lo mejor para la ciudad a la orden empresarial. Verdaderamente un negocio del siglo 19, oscurantismo, mafias, poder, ganancias privadas ofensivas, voto contra conciencia, desprecio por la opinión popular y finalmente el poder policial aplicado a alguien que decía malas palabras. Pancho, hay que cuidar la boca, se puede afanar, defraudar, ser mafioso, entregar la ciudad, sumergir a la gente en el juego, obligar a los concejales a votar contra la ciudad y su propia conciencia, pero hay que cuidar la boquita.
Posted on: Mon, 25 Nov 2013 18:12:04 +0000
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