:o -.ZYM.- Salvación.... Desde aquel día en que llovió dolor - TopicsExpress



          

:o -.ZYM.- Salvación.... Desde aquel día en que llovió dolor sobre su corazón no volvió a sumergirse en los sentimientos. Por ello se encerraba en el cajón de sus pensamientos, y no los quería compartir con nadie más. Intenté acercarme a ella, pero no lo permitió… Recuerdo bien aquella noche. Demasiada sangre en el baño. Por más que lo intenté, no logré limpiarla del todo. La muerte era lo mejor que le podía haber sucedido, era la única esperanza. Y yo la ayudé. Yo rebané su hermoso cuello, y dejé que toda la sangre envenenada abandonara su cuerpo. Sólo eso limpiaría su corazón, sólo eso la dejaría libre de la ponzoña del resentimiento. Yo la salvé. Era doloroso tratar con ella. Despertó en mí los sentimientos que nunca había experimentado. Pero sólo los despertó. Jamás me despreció del todo. Nunca me aceptó, también eso es verdad. Incertidumbre. Incertidumbre. ¡Sólo incertidumbre y sentimientos desperdiciados! Mis intentos eran balas perdidas, y ella siempre evitó las trayectorias. No había más remedio. No quería estar aquí. No tenía caso que ocupara un lugar en el mundo. Además, yo tenía que sacarla de mí. Y sólo había una solución: sacarla del mundo, sacarla de mi, y limpiar su corazón. No recuerdo que pasó antes. Nuestros rostros se reflejaban en el espejo del baño. Ella tenía miedo. Siempre pensó que yo estaba loco, y entonces me lo confesó; creía confirmarlo. Creyó que la violaría. Me excitó el constante roce con su cuerpo, no lo niego. Pero mi misión era más importante que mis deseos. Además, no corrompería mis sentimientos con un acto así. Procedí… Aspiró profundamente durante el recorrido del metal, que lentamente hacía brotar el líquido rojo. Lenta, pero abundantemente. Caliente y envenenado. Su corazón se purificaba poco a poco. Hasta que quedó libre. ¡Salvada! Su cuerpo yerto, en el enorme charco escarlata. Libre, ya sin el resentimiento. Entonces comencé a comprenderla. Antes la entendía, pero no la comprendía. Toda su sangre era dolor, dolor que llovió sobre mi corazón. Yo había sido contagiado. No hay nada más terrible que guardar un inmenso sentimiento, y no tener posibilidad de entregarlo. Entonces el afecto al otro se transforma en rencor a sí mismo, al mundo, y a los demás. Y sólo hay una forma de salvarse. Yo la salvé. Pero me condené. Y yo no tengo posibilidad de salvación. Y ella me lo recuerda a cada momento. Nunca me lo ha dicho. Pero yo lo sé, y me lo confirma. Acostumbra visitarme de vez en cuando, para agradecer que la haya salvado… Y nunca viene sola.
Posted on: Fri, 19 Jul 2013 08:54:29 +0000

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