↓↓↓"ÉL*TITÁNICA*NO PODRÍA HUNDIRSE"↓↓↓ Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra. Prov.11:2. Todos hemos visto y oído la gran película. Se trata del colosal transatlántico de bandera inglesa, de nombre "Titánica". Había sido programado como un buque "insumergible". Era lo más moderno y lujoso de la arquitectura naval de aquellos días. Tenía 275 metros de longitud, desplazada 46.000 toneladas. Su altura equivalía a un edificio de 11 pisos. Tenía varias terrazas, algunas de ellas adornadas con hermosas palmeras. Los distinguidos pasajeros y los miembros de su numerosa tripulación iniciaron el viaje inaugural con gran satisfacción y seguridad. El barco de ninguna manera podría hundirse. Sin embargo aquella noche fatal del 15 de Abril de 1912 el "Titánic" chocó con un enorme témpano del Atlántico norte, y pocas horas más tarde se hundía para siempre, llevando al abismo a 1502 personas. A semejanza del "Titánic", la humanidad se encuentra en pleno viaje. Las expectativas son muy grandes: llegar a un destino de grandeza y prosperidad universal. Pero mientras nos invadan la corrupción en todas sus formas, la altivez y toda otra forma de maldad, ¿Cómo podríamos soñar con un destino venturoso para la familia humana? ¿No podríamos estar corriendo el mismo peligro del lujoso transatlántico? Y pensar que todo estaba aparentemente preparado para llegar a destino. Pero el naufragio sorprendió a la nave. Al analizar la condición actual de nuestro mundo, nos preguntamos cuál será nuestra suerte final. ¿Nos hundiremos en la tragedia, o llegaremos a buen puerto? Por el rumbo que lleva la humanidad. ¿En qué iremos a terminar? ¿Existen indicios orientadores, o signos anunciadores, que nos permitan conocer de antemano el fin de la historia humana? Sea como fuere, ésta es una hora que requiere valor de parte de todos, a fin de mantenernos de parte de Dios y activos en el bien hacer
Posted on: Tue, 08 Oct 2013 18:04:51 +0000
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