…él la vio palidecer ante la presencia de su antiguo amor, y de pronto, de manera clandestina ella dijo “si me pides que me quede contigo, lo hare”… ...y la sonrisa con sorna del tipo sabiéndose ganador… su acompañante de pronto desapareció, fue inexistente como inexistente era su dignidad en ese momento, el se quedó callado, ¿que podía decir?, se sentía un idiota, ¡era un idiota! Se odiaba a sí mismo, de alguna manera sabia que eso pasaría tarde o temprano y sin embargo seguía intentando, seguía queriendo… le tocó seguir caminando, con la sensación o anhelo de estar muerto… ya me tocará pensaba… algún rato…. El problema es que ese sabor a derrota se le hizo tan familiar que tenía tintes de eterno, se marchó, mas ahora veía todo más claro, como clara era su situación, ya nada quedaba por hacer, su suerte estaba echada, a él le costaría demasiado la distancia, a ella… quien sabe… sentía que le pesaba hasta el alma, contenía sus lágrimas para no parecer débil, con su ultimo hálito de fuerzas espetó “¡maldita bendición, el puto amor!”
Posted on: Mon, 02 Dec 2013 19:55:54 +0000
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