- Pero ¿cómo estás, hombre de metal? -inquirió Ford. - Muy - TopicsExpress



          

- Pero ¿cómo estás, hombre de metal? -inquirió Ford. - Muy deprimido. - ¿Qué te pasa? - No lo sé -dijo Marvin-. Es algo nuevo para mí. - Pero ¿por qué estás tumbado de bruces en el polvo? - le preguntó Ford, tiritando y poniéndose en cuclillas junto a él. - Es una manera muy eficaz de sentirse desgraciado -dijo Marvin-. No finjas que quieres charlar conmigo, sé que me odias. - No, no te odio. - Sí, me odias, como todo el mundo. Eso forma parte de la configuración del Universo. Sólo tengo que hablar con alguien y en seguida empieza a odiarme. Hasta los robots me odian. Si te limitas a ignorarme, creo que me marcharé. Se puso en pie de un salto y miró resueltamente en dirección contraria. - Esa nave me odiaba -dijo en tono desdeñoso, señalando a la nave de la policía. - ¿Esa nave? -dijo Ford, súbitamente alborotado-. ¿Qué le ha pasado? ¿sabes? - Me odiaba porque le hablé. - ¡Que le hablaste! -exclamó Ford-. ¿Qué quieres decir con eso de que le hablaste? - Algo muy simple. Me aburría mucho y me sentía muy deprimido, así que me acerqué y me conecté a la toma externa del ordenador. Hablé un buen rato con él y le expliqué mi opinión sobre el Universo -dijo Marvin. - ¿Y qué pasó? -insistió Ford. - Se suicidó -dijo Marvin, echando a andar con aire majestuoso hacia el Corazón de Oro.
Posted on: Thu, 04 Jul 2013 03:01:44 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015