04 DE AGOSTO DE 2013 Samek culpa a Argentina por los abusos - TopicsExpress



          

04 DE AGOSTO DE 2013 Samek culpa a Argentina por los abusos financieros brasileños de Itaipú En su réplica al estudio preliminar realizado por el renombrado economista estadounidense JEFFREY SACHS, las autoridades brasileñas del ente binacional por primera vez se han visto obligadas a reconocer que para una inversión directa de US$ 12,4 mil millones la entidad ha pagado por el servicio de la deuda hasta fines de 2012 la colosal suma de US$ 57,9 mil millones. Según la explicación del director general brasileño de Itaipú, Jorge Samek, Itaipú no pudo conseguir créditos con tasas módicas de los bancos multilaterales por oposición del Gobierno argentino, viéndose “obligada” a tomarlos de las agencias financieras brasileñas a plazos menores y tasas usurarias. Argumento traído de los pelos, ya que Argentina nunca tuvo ni tiene suficiente fuerza para prevalecer sobre los intereses brasileños en el contexto internacional. En su réplica al estudio preliminar realizado por el renombrado economista estadounidense Jeffrey Sachs y su equipo de la Universidad de Columbia sobre la deuda de ITAIPÚ, las autoridades brasileñas del ente binacional por primera vez se han visto obligadas a reconocer que para una inversión DIRECTA de US$ 12,4 mil millones la entidad binacional ha pagado por el servicio de la deuda hasta fines de 2012 la colosal suma de US$ 57,9 mil millones, en total desproporción con los estándares financieros internacionales. La explicación ensayada por el director general brasileño de la usina binacional, Jorge Samek, como causa de que ITAIPÚ no haya podido obtener créditos con tasas módicas de las agencias multilaterales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a plazos mayores que 10 años, contando con el aval del Tesoro brasileño, viéndose “obligada” a tomarlo de las agencias financieras brasileñas a plazos menores y a tasas usurarias, es bien ridícula: la supuesta oposición del Gobierno argentino a la concesión de tales créditos por parte de los organismos multilaterales. Dice Samek al respecto en su contestación a las críticas del doctor Sachs: “En la época del inicio de las obras solo las agencias multilaterales como el Banco Mundial (BIRF) y el BID financiaban estos emprendimientos y concedían créditos superiores al plazo de 10 años con tasas módicas. Sin embargo, considerando la posición vehementemente contraria de la Argentina, país miembro de estas instituciones financieras multilaterales, ITAIPÚ no ha podido utilizar estos recursos”. Argumento traído de los pelos, habida cuenta de que Argentina nunca tuvo, ni tiene, suficiente palanca geoeconómica o estratégica para prevalecer sobre los intereses brasileños en el contexto de la comunidad internacional, menos aún en el ámbito de las agencias financieras multilaterales. La verdad es que las autoridades brasileñas de ITAIPÚ echaron mano de esta muletilla semántica para embaucar a sus pares paraguayos y convertir a la usina binacional en coto de caza de los especuladores financieros brasileños en colusión con Eletrobrás, la mayor empresa mixta de servicio eléctrico del Brasil, obligando a ITAIPÚ a contratar, en una primera fase, a tasas usurarias cerca de US$ 27,1 mil millones, a plazos menores que 10 años. De este monto, US$ 12,4 mil millones fueron utilizados en inversiones directas y el resto destinado a solventar el abuso financiero de las sistemáticas “prórrogas” de tales empréstitos usurarios de corto plazo. Por otra parte, a consecuencia de las recurrentes crisis financieras del Brasil, como la implantación del Plan Real y su posterior colapso, ITAIPÚ continuó endeudándose para atender el flujo de caja del proyecto destinado casi exclusivamente a la amortización y pago de cargas de las financiaciones usurarias prorrogadas sistemáticamente, debido a que las mismas continuaban siendo inferiores a 10 años en plazos, hasta llegar a la friolera de los US$ 57,9 mil millones pagados hasta fines de 2012, como queda señalado más arriba. ¡Más de 4,6 veces el costo directo de la usina, solo hasta el 2012! ¿A cuánto más ascenderá finalmente esta sideral deuda cuya mitad tendrá que seguir pagando injustamente el Paraguay hasta el año 2023, a menos que el presidente Horacio Cartes tome cartas en el asunto para tratar de enmendar esta vergonzosa expoliación de que nuestro país sigue siendo víctima desde hace más de 40 años? La defensiva semántica asumida por el señor Samek no se ha limitado a la imaginaria traba argentina a los empréstitos del Banco Mundial y el BID. A falta de argumentos para rebatir con propiedad algunas conclusiones del informe del doctor Sachs, el director general brasileño de ITAIPÚ ha optado por insertar falacias más bien tragicómicas, como cuando dice con referencia a los supuestos grandes beneficios que Paraguay recibe de la usina binacional: “Si ITAIPÚ no hubiese sido construida, cualquiera fuese la alternativa adoptada por Paraguay para atender su mercado, ¿se obtendrían beneficios de este nivel? Mejor sería que el señor Samek invirtiera su lírico interrogante preguntándose: ¿hubiera Brasil podido beneficiarse como se beneficia hasta hoy día si Paraguay hubiera rehusado construir la represa? Basta recordar que, en los comienzos de su entrada en operación, la electricidad generada por la usina binacional representaba el 20 por ciento de la capacidad total de generación del Brasil. Otra falacia esgrimida recurrentemente por el director general brasileño del ente binacional se inserta dentro del cínico glosario de “sentencias de hierro” de Itamaraty, con el que el Gobierno brasileño engaña a su pueblo y busca desestimar in límine cualquier reclamo paraguayo sobre las inequidades del leonino Tratado, tales como: “Las amortizaciones y cargas financieras de la deuda de ITAIPÚ no las paga el Paraguay, la deuda la paga ITAIPÚ”, cuando la verdad es que la mitad de la usina es legítima propiedad del Estado paraguayo, por lo que el dinero que ella genera –o allí se le escamotea– es del pueblo paraguayo, así como lo es la mitad del caudal hídrico que acciona las turbinas de la colosal represa. Otra perogrullada insertada por el señor Samek en su réplica al doctor Sachs hace referencia a lo obvio, afirmando que “…el respeto a los acuerdos establecidos son fundamentales para la credibilidad institucional y respetabilidad de los países internacionalmente. El Tratado de ITAIPÚ, sujeto a los principios universales del Derecho Internacional Público, inclusive de la Convención de La Habana y de la Convención de Viena, de la misma forma se debe respetar, pues es una estructura organizacional bien transcurrida que sirve como ejemplo para el desarrollo de emprendimientos con las mismas características”. Bella caracterización del capcioso “pacta sunt servanda” que nuestros taimados socios nos imponen con el garrote de la estafa, pero que ellos no hesitan en echar en saco roto cuantas veces se les antoja, como en el caso de la deuda espuria de más de US$ 4,1 mil millones, alegremente aceptada por el presidente vende patria Juan Carlos Wasmosy y sus acólitos en 1997. Deuda generada en flagrante violación del Anexo C del Tratado, al forzar Brasil a nuestro Gobierno a aceptar que la usina operara por casi una década por debajo del costo, con la finalidad de abaratar la electricidad a los consumidores brasileños que se llevaban en ese tiempo el 96 por ciento de ella. El abrumador peso de la verdad está del lado paraguayo, y solo la tradicional política imperialista implantada por los gobiernos brasileños –y de la que el actual no se aparta ni un ápice– puede mantener este aberrante despojo que ya por tanto tiempo viene soportando nuestro país de parte de nuestro angurriento vecino. El nuevo Gobierno paraguayo debe agotar todas las instancias, incluyendo las internacionales, para recuperar nuestra soberanía conculcada.
Posted on: Mon, 05 Aug 2013 13:28:29 +0000

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