23 Septiembre 2013 Evangelio según San Lucas 8,16-18. No se enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente o para ponerla debajo de la cama, sino que se la coloca sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Porque no hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado. Presten atención y oigan bien, porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que cree tener". 1. No se enciende una lámpara para cubrirla… El Reino de los Cielos no se ha revelado a los hombre para que éstos lo cubran, lo tapen o lo opaquen, sino que se ha revelado para que todas las personas lo vean, lo valoren y lo hagan suyo; sólo haciéndolo nuestro es como dejamos que los demás lo vean. 2. Gracias a Dios, por ti o sin ti, el Reino de los Cielos se dará a conocer a los demás. De hecho cuantas personas a lo largo de la historia ha hecho lo posible y lo imposible para destruir ese Reino, no sólo para opacarlo. 3. El Reino de los Cielos es más jugoso si nosotros participamos de él, si lo experimentamos y lo damos a conocer, nuestra alegría por participar sería muy gratificante para nuestras personas, para las demás personas y en ello encontraríamos la razón de nuestra existencia, una razón trascendente. 4. No hay nada oculto que no se descubra… va en la misma línea, yo puedo callar la Palabra de Dios, por miedo, por cobardía, por vergüenza, por falta de tiempo, por ignorar lo que es Dios y su Iglesia; pero siempre habrá gente que procure conocer más a Dios, que desea estar cerca de Él, que le experimenta en cada momento de su vida. Gracias a ellos no quedan las cosas de Dios ocultas sino siempre descubiertas y siempre habrá quien le interese descubrir la verdad de la vida. Sólo en Dios y con Dios nos damos cuenta de la verdad de la vida, lo demás es ciencia e investigación sobre las cosas de este mundo. 5. Al que tiene se le dará más… Todos tenemos el conocimiento de Dios, de alguna o de otra forma, sabemos de su existencia y eso es más que suficiente para que nosotros aumentemos nuestros conocimientos sobre la revelación de Dios, sobre la voluntad de Dios en nuestras personas. Quienes se preocupan por aumentar ese crecimiento van en aumento y quienes tienen un mínimo y no lo aumentan se les quitará. Es lo mismo que la gracia, entre más la recibamos más aumenta y entremos la recibamos menos va creciendo en nosotros has llegar a disminuir a su máxima expresión. No es lo mismo dar las comidas a su debido momento a comer una sola vez a la semana o una vez al mes o año. Sr. C. Uriel Sánchez
Posted on: Mon, 23 Sep 2013 05:44:15 +0000
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