A PROPÓSITO DE LA IZQUIERDA Y LOS DIEZ AÑOS DE LA CVR 2013 es - TopicsExpress



          

A PROPÓSITO DE LA IZQUIERDA Y LOS DIEZ AÑOS DE LA CVR 2013 es el año en el que se cumplieron diez años de la entrega del Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación comúnmente denominada CVR y aún continúan en mí, sentimientos encontrados, luego de haberlo un par de veces, (a pesar de que en la EPS de la UNPRG lamentablemente no fomentan su lectura), al ver que todavía existen sectores que buscan quitarle credibilidad a este documento que a pesar de ser muy criticado es el único documento histórico que nos trata de mostrar la triste realidad que nos tocó vivir en aquellos años en que el fanatismo, la muerte y la violencia eran cuestión de cada día. Y es en torno a este documento que encontramos que una de las primeras críticas y quizás una de las más fuertes es en torno a la denominación que se le da a este periodo de la vida republicana de nuestro país, pues la categoría de Conflicto Armado Interno (CAI) no es aceptado por un sector político de nuestra sociedad, sector que sostiene que el uso de esta denominación es negar que hubiera existido el terrorismo de Sendero Luminoso (SL) y del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), llegando incluso a señalar a los organismo de Derechos Humanos como los responsables de este “ocultamiento”. Asimismo este sector intenta “limpiar” la imagen del estado “tan venida a menos” a causa de este informe, informe que “deja por los suelos” el adecuado proceder de las fuerzas armadas en la pacificación de la nación, al mismo tiempo que tratan de equiparar a la izquierda peruana con las acciones de los dos grupos aventureros mencionados anteriormente. Frente a estos cuestionamientos hacia la CVR, me parece legítimo preguntarme ¿Qué busca la derecha peruana? (que es el sector que critica fuertemente este informe). Pareciera que busca justificar las atrocidades realizadas durante el conflicto por parte de las fuerzas armadas, las mismas que fueron sistemáticamente diseñadas desde el servicio de inteligencia y el estado, a la vez que buscar desaparecer de la historia el rol jugado por la izquierda peruana como fuerza política que durante este periodo asumió responsablemente la necesidad de deslindar cualquier relación con las fuerzas subversivas, así como enfrentarlas frontalmente sufriendo las mismas penas que el pueblo al que estas sectas aventureras decían defender pero a las que pisoteaban y condenaban continuamente. Si se le permitiera a la derecha meter a todos en el mismo saco (SL, MRTA, Izquierda) sería hacer celebre aquella frase que dice que el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla, pues sería olvidar el rol que jugaron el Partido Unificado Mariateguista PUM, el Partido Comunista del Perú Patria Roja PCP-PR, la Izquierda Unida IU, etc. en su afán de demostrar que al poder no se llega únicamente con las armas sino con el pueblo y las masas organizadas y concientizadas sobre la necesidad de iniciar un nuevo curso en la historia del Perú. El rol que jugaron los partidos de izquierda para hacer frente a la arremetida del terrorismo fanático de SL principalmente, es digna de ser recordada en la historia, por ello no se puede permitir negar lo hecho por el PUM que fue uno de los primeros en enfrentar a SL en Puno, negar el asesinato del militante del Partido Comunista Peruano Unidad PCP Unidad Fermín Azparra (Alcalde de Huamanga en Ayacucho), al maestro dirigente del PCP-PR Marcelino Pachari asesinado por el mismo SL, es así que permitirle esto a la derecha conservadora que tenemos en nuestra patria es negar el asesinato de Enrique Castilla, militante del PUM y dirigente obrero textil. Permitir este acto de negar la existencia de una marcada ruptura entre el sanguinario sendero luminoso y el aventurero e irresponsable MRTA y las fuerzas democráticas de la Izquierda peruana es olvidarnos de la heroica gesta de la Izquierda Unida en 1989, la misma que constituyó un marcha (en medio de un anunciado paro armado convocado por SL) en contra de estas facciones dogmáticas que a pesar de levantar banderas izquierdistas nunca supieron representar verdaderamente al pueblo peruano. La denominación de CAI, no es adecuada solo por el hecho de las acciones de SL y el MRTA sino que necesita una contraparte que sea partícipe, contraparte que se encuentra en el papel del estado y las fuerzas armadas, que aunque no se quiera aceptar, tuvieron un rol sistemático dentro del conflicto, lo que conllevo a un fuego cruzado entre las fuerzas beligerantes de SL y el MRTA, el que se vieron envueltos tanto la izquierda como el pueblo. Dentro de este CAI las fuerzas del orden, al igual que SL sembraron su cuota de sangre y temor en la población, haciendo que la población civil no se sienta ya seguro de estas, y más aún ya no estaban en medio de ambos bandos sino que se sentían (y eran) víctimas de éstos. Este papel de la las fuerzas del orden junto al de SL y el MRTA son los que hacen correcto utilizar la denominación de CAI. Ya que resultado de estas acciones se dieron crímenes y desapariciones como la de Ernesto Castillo Páez en 1992, quien fuera militante del PUM y estudiante de Sociología en la PUCP, cuyo cuerpo hasta la actualidad no ha sido encontrado, a pesar de que la familia Castillo Páez gano el juicio al estado y condenaron a los responsables. La desaparición de militantes y dirigentes de partidos y movimientos de izquierda así como estudiantes y jóvenes son una muestra de que los Terroristas siempre nos han visto como enemigos, a razón de que vuelvo a repetir estos grupos aventureros y sectarios nunca fueron representantes de la izquierda peruana, ni mucho menos del pueblo peruano, asimismo es necesario manifestar que las fuerzas del orden tenían una formación anticomunista a razón de lo cual se dieron desapariciones de dirigentes y militantes de la izquierda peruana. Podemos decir que el deslinde de la Izquierda con los grupos terroristas no es de ahora, no obedece a oportunismos, ni menos a virajes ideológicos, sino a principios que se han mantenido desde su formación y que obedecen a la necesidad de luchar junto al pueblo no contra él, ni obligándolo o atemorizándolo, sino organizándolo y concientizándolo formando una visión clara del país que queremos. En el contexto actual no podemos permitirle a la derecha vincularnos con los sanguinarios Senderistas que llenaron de sangre las páginas de la historia de nuestro país, ni mucho menos dejar impunes aquellas desapariciones de nuestros hermanos militantes de izquierda que lucharon por el Perú Nuevo con el que soñó el Amauta. Es deber de quienes pertenecemos a la izquierda no permitir que surjan nuevamente estas atrocidades. Luchar por el Perú Nuevo contra todo aquello que impida cumplir el sueño de abrir un nuevo curso en nuestra historia implica tener conciencia y no dejarnos engañar ni por la derecha ni por el fanatismo senderista. Vencer a ambos en la lucha de ideas es nuestra obligación.
Posted on: Tue, 01 Oct 2013 20:17:56 +0000

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