Anoche un grupúsculo de jóvenes cervatillos manchegos hicieron botellón a escasos metros de mi balcón, lo cual sirvió para maravillarme con esos pequeños detalles que hacen de la pubescencia española algo grande. Y es que gracias a la nocturnidad alevosa de la que hice gala y el irrefrenable griterío etílico de la muchachada pude vivir de primera mano como en un documental de animales, la forma de proceder y los temas preferidos de las nueves generaciones. Como hace años estoy retirado del verdadero y espontaneo pulso adolescente a pie de calle decidí que era una buena oportunidad para ilustrarme. Paso a dar algunas pinceladas: - Cuando un nuevo chaval se sumaba al grupo o se retiraba del mismo, el saludo era obligado: "¡Arriba España!", ante lo cual, 3 o 4 zagales, con un fervor emocionante respondían "¡Arriba!". - La Legión es material de culto. ¡Porque son los primeros que van a la guerra! ¡Como voluntarios! Un espejo donde mirarse, vaya. Sus voces se quebraban especialmente con este asunto... os juro que podía escuchar sus agitados corazoncitos latiendo como tambores de guerra, aquí, en plena mancha, lejos de cualquier primera línea de fuego conocida. Recuerdo que alguno, cubata en mano, hizo un breve intento de silbar "El novio de la muerte", pero sonaba más como Verano Azul y no tuvo éxito alguno. - Otro particular que los encendió como monos cachondos fue que Andalucía es la peste, los andaluces son monguers y algunas consignas más que no recuerdo. No puedo detallar mucho este punto porque empezaban a entrelazarse apasionantes temas de conversación en una jerga gañán-etílica. Me sorprendió este odio brutal a lo vecinos del sur, odio producido creo deducir que debido a con la permanencia socialista al mando de la comunidad durante milenios. Termino con algunos breves - Todos, hasta donde pude escuchar, eran jóvenes aficionados del Real Madrid... e hicieron el ademán de cantar el famoso "José Mouriiiiño, Laralalaaa La...". Fue breve y previsiblemente patético. - También, como no (me hubiera preocupado lo contrario) se cagaron ampliamente en Cataluña, los catalanes y el Barça. - Hablaron varias vece de mandar el ejército como solución a problemas domésticos. Si de ellos dependiese, nuestros valientes soldados no pararían un segundo quietos y recorrerían todo el país con sus carros de combate solucionando cosas. Así durante horas... diversión salvaje. Lo curioso es que al final de la noche, cuando ya tocaba a su fin mi experimento, uno de ellos hablaba con un acento andaluz del mismo Cádiz y otro se destapaba involuntariamente con un deje maricón que, apostaría, no hubiera podido mostrar unas horas antes, en el fragor del "¡Arriba España!". Agradezco a los numerosos vecinos que conformamos la manzana y que a buen seguro disfrutaron del espectáculo nocturno que no llamasen a las fuerzas de seguridad para expulsar a los polluelos en pleno festival del patetismo patrio, de lo contrario no hubiera podido comprobar de primera mano el buen rumbo que llevamos como país, lo orgulloso que me puedo sentir de ser parte de su paja mental rojigualda y la nula importancia que tiene la educación en el futuro inmediato de adolescentes de todo tipo. Las conclusiones no son muchas: que están COMPLETAMENTE HUECOS (¿dónde están esas conversaciones de borrachos maravillosas que mezclan filosofía, metafísica, física cuántica y astrobiología?, ¿ni una anécdota divertida de algún desfase total que aúne visiones multicolor, gentes imposibles y aventuras lisérgicas?, ¿ni siquiera cantar abrazados temas de Los Chichos, Camela o Masiel?). Que les gustan los hombres de uniforme y las cosas con un buen cañón y que si no dices "¡Arriba!" cuando alguien dice "¡Arriba España!" no pasas al club de golf.
Posted on: Sun, 22 Sep 2013 16:17:29 +0000
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