Aproximadamente diez años posteriores a la fundación de Salta, - TopicsExpress



          

Aproximadamente diez años posteriores a la fundación de Salta, el 19 de Junio de 1592, se divisan dos grandes cajones flotando sobre las aguas del Océano Pacífico, en las cercanías del puerto del Callao en Perú. Uno de los cajones traía grabado a fuego la frase “Una virgen del Rosario para el convento de predicadores de la ciudad de Córdoba” (hoy Convento de Santo Domingo) y el otro “Un cristo crucificado para la iglesia matriz de la ciudad de Salta”, imágenes que eran enviadas por el antiguo Obispo del Tucumán Fray Francisco de Vitoria que estuvo presente en la fundación de la ciudad. Jamás se supo qué embarcación las trajo desde España ni qué fue del mismo. Una vez transportadas en procesión hasta Lima, la capital de Perú, Don García Hurtado de Mendoza (en ese momento virrey del Perú) ordena que se cumpliera el mandato y la voluntad del Obispo Vitoria, entonces las imágenes son cargadas a lomo de mula y transportadas aproximadamente 2800 km por el viejo Camino del Inca, dejando en Salta el cristo correspondiente, continuando la peregrinación con destino a la ciudad de Córdoba. En Salta,las imágenes fueron recibidas con entusiamo en el llamado desde entonces Campo de la Cruz y, luego de un solemne oficio religioso, ubicaron el cristo crucificado en el altar de las ánimas (o sacristía de la iglesia matriz) donde fue olvidada por largo tiempo. Luego de 100 años de la llegada de la imagen a Salta, exactamente el 13 de setiembre de 1692, un gran temblor a las 10 de la mañana sacude Salta y la ciudad de Esteco, esta última se hunde quedando totalmente arruinada. La imagen de la inmaculada (la que posteriormente se llamaría “Virgen del Milagro”) ya se encontraba en la iglesia matriz; pertenecía a una familia asentada en estos solares, la cual, celebrando la festividad de la Natividad de la Virgen María el día 8 de setiembre, la había llevado a la iglesia. Providencialmente, esta vez la imagen queda en el templo unos días más, ocupando el nicho superior del altar, a unos tres metros de altura aproximadamente. Cuenta la historia que aquel 13 de septiembre, luego de los fuertes y reiterados temblores que destruyeron la ciudad de Esteco y que fueron también percibidos con singular intensidad en la ciudad de Salta, se encontró la virgen en el suelo, a los pies del Cristo en actitud orante que se interpretó como de súplica e intersección, sin que sufriera ningún daño en su rostro ni manos pese al gran tamaño de la imagen, perdiendo los colores del rostro que quedó pardo y macilento. Posterior a los hechos sucedidos, la imagen fue llevada a la casa del alcalde Bernardo Diez Zambrano donde se oró allí toda la noche. Al día siguiente (14 de septiembre) se colocó la imagen a la que todos querían venerar, en el exterior de la Iglesia Matriz donde continuaron los cambios de colores del rostro y fue entonces cuando muchos fieles comenzaron a llamarla “del Milagro”. Una nueva historia empezaba para esta sencilla imagen y para los salteños, que jamás abandonarían su culto y su devoción. Uno de los Padres de la Compañía de Jesús, José Carrión, afligido por la situación sintió una voz, con toda claridad, que le decía "mientras no sacasen al Cristo, no cesarían los terremotos". El sacerdote se dirigió urgentemente a comunicar el mensaje recibido. Los padres jesuitas recordaron la imagen enviada por Vitoria, entraron al templo y bajándola con mucha dificultad la acomodaron en andas que sirvieron para sacarla al atrio de la derruida iglesia, liberando del encierro la imagen luego de un siglo entero; La colocaron frente a la iglesia que la Compañía de Jesús tenía en el centro de la ciudad y el pueblo acudió al templo con antorchas encendidas. Las campanas llamaron a penitencia y la imagen fue sacada en procesión por los fieles salteños con el ruego de que cesaran los temblores. Al amanecer del día 15 la tierra dejó de temblar, volvió a estremecerse a la noche, en medio de procesiones y rogativas. Al cesar los estremecimientos, el día 16 renació la calma y con ella se comenzó a hablar del "milagro". Oficialmente el tiempo del milagro se inicia aproximadamente un mes antes del inicio de la novena (30 o 40 dias previo al 6 de septiembre) con la intronización de las sagradas imágenes en el altar mayor de la catedral basílica. A partir de ese momento, y organizada por el Arzobispado de Salta mediante un calendario oficial, organizaciones públicas, instituciones privadas, colegios, universidades, terciarios y organizaciones no gubernamentales realizan visitas programadas a la catedral donde se ofician misas diariamente de lunes a sábado hasta el dia previo al inicio de la novena. Ya dentro de la novena, los tres últimos dias están dedicados a la natividad de María (13), la exaltación de la Cruz (14) y Solemnidad del Señor del Milagro(15) denominado “triduo”, el que se realiza con solemne celebración2 con una misa por la mañana donde asisten obispos de otras localidades.3 La provincia tiene declarado feriado provincial no laborable para estos tres días de celebración. El día 15 de septiembre hacia la tarde, las Santas Imágenes recorren en procesión las calles de la ciudad, acompañadas de cientos de miles de fieles y en la que también participan autoridades civiles, militares y eclesiásticas de la provincia y nación. La procesión del día 15 de septiembre es la culminación de los nueve días de novenario. Hasta la llegada de Monseñor Roberto J. Tavella las imágenes del Señor y Virgen del Milagro se encontraban siempre tapadas por una cortina, la que se corría los viernes y sábados respectivamente porque se consideraba que este culto no era cosa de todos los días. Así llegamos hasta nuestros días, en que el culto de las imágenes del Milagro es la festividad más importante de la ciudad y de la provincia, a la que no sólo asisten los salteños, sino también fieles de provincias y países vecinos. Hoy se cuentan con dos réplicas exactas de las imágenes originales las que recorren la provincia durante el tiempo del milagro. La novena se inicia el día 6 de septiembre4 y es rezada anualmente por miles de personas llegadas a la ciudad. El rezo se realiza oficialmente todos los días aproximadamente cada hora acompañada de misas a la que asisten miles de personas diariamente. Debido a que la capacidad de la iglesia catedral es superada ampliamente durante estas fechas, es habitual ver en todo horario, inclusive a altas horas de la madrugada, personas rezando en el atrio de la misma: mujeres embarazadas, ancianos, niños, etc., manifestación de fé del pueblo que sorprende gratamente. La novena fue compuesta en 1760 por el Presbítero Dr. Francisco Javier Fernández. Los cambios sociales y económicos han hecho evolucionar la celebración. Lo que antes era una procesión de penitencia se ha convertido hoy en día en una de las mayores manifestaciones de fe de la Argentina,5 donde toda la ciudad y la provincia son movilizadas con diferentes manifestaciones en torno a la celebración: peregrinaciones a pie durante días, incluso semanas, en bicicletas, etc. recorriendo cientos de km para llegar a ver las imágenes.6 Es importantísima la logística de la comunidad que ayuda a los peregrinos en alojamiento y comida logrando una mayor duración y diversidad del tiempo del milagro. Año a año la cantidad de peregrinos se incrementa. Aproximadamente son 100.000 personas los que caminan hacia el milagro acompañados por la policía de la provincia, seguridad vial, defensa civil, municipios, organizaciones no gubernamentales y, en especial, personas particulares que junto a sus familias prestan servicios y ayuda durante la travesía de los caminantes. Son constantes las historias vividas que se cuentan y comparten a través de las redes sociales. Cada año, el día 15 de septiembre, las Santas imágenes recorren en procesión las calles de la ciudad, acompañadas de cientos de miles de fieles, en una de las expresiones populares más importantes de la Argentina e Iberoamérica.11 Es al pié del "monumento a la Batalla de Salta" o "monumento 20 de febrero" donde el pueblo de Salta renovará el pacto de fidelidad con las palabras: "Señor, nosotros somos tuyos y tú eres nuestro", oración que dá escencia y representa el fundamento de fé en las imágenes del milagro.12 13 El Milagro es la más antigua y, a la vez, la más actual manifestación de fe de Salta, la que se continúa sin interrupción desde el año 1692 hasta el presente.14 Con una asistencia promedio del orden de más de medio millón de personas15 que arriban desde distintas latitudes de la región, del país y del mundo entero, la procesión del Señor y de la Virgen del Milagro es una de las manifestaciones de fe más grande de la Argentina, Se trata de la más antigua y tradicional manifestación de fe del país16 y la segunda manifestación religiosa de importancia en la Argentina luego de la Peregrinación a Nuestra Señora de Lujan en Buenos Aires (Patrona de la Republica).17 Para finalizar la procesión y de regreso en la catedral, acompañados de un mar de pañuelos blancos en la plaza principal, el repique de las campanas, el lamento de una sirena y una lluvia de pétalos rojos y blancos, a plaza completa (con capacidad de 50.000 personas de pie) el pueblo de Salta despide las sagradas imágenes hasta el siguiente año.
Posted on: Thu, 12 Sep 2013 13:52:54 +0000

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