Aquel verano en el que gané la quinta parte de 20 duros…algunos - TopicsExpress



          

Aquel verano en el que gané la quinta parte de 20 duros…algunos con la efigie del Rey y otros con la del Caudillo. Nada más llegar me llevó a conocer a los miembros de la orquesta y de inmediato manos a la obra ya que en quince días debutábamos y yo tenía que ponerme lo más rápidamente posible en conocimiento de aquel repertorio lleno de pasodobles, cumbias, rumbas y música melódica para favorecer los encuentros más románticos. Aceptaron poner una canción de rock, no pude evitar sentir que mi influencia en aquella orquesta era nula, era una versión de la mítica canción de Elvis Presley, Zapatos de gamuza azul. En aquella formación estábamos José D.E.P. (hijo de Machacón) voz solista y que tocaba la batería, Jorge (hace mucho que no sé nada de él) guitarra, Laureano, guitarra rítmica y que junto a José cantaba alguna de las canciones; René, al bajo y el que escribe, que tocaba el órgano y un pequeño sintetizador. Me pidieron por favor que nunca cantara y de hecho creo que era el único que no tenía micrófono, mi voz no empastaba con la de ninguno. Parte del equipo de sonido y mi instrumento lo fuimos a comprar al Pais Vasco, en concreto a Vitoria. Los propietarios accedieron a venderlo en cómodos plazos. Aun puedo recordar aquel interminable viaje durante la noche y mi temor a encontrarme con un atentado de ETA, joven pero temeroso de perder una vida casi recién iniciada. A los quince días estábamos tocando por las numerosas romerías que se celebran por toda Asturias y León. Creo que el debut se hizo en la fiesta de Bueres en Caso, al principio sólo tocábamos en pueblecitos pequeños en un radio de acción no muy grande, creo que el lugar más lejano fue a un pueblo en Cangas de Narcea. Se podría decir que eran plazas pequeñas y no muy exigentes con los músicos que amenizaban las tardes noches de aquel verano. También tengo que decir, que aunque humildes, logramos poco a poco ir conjuntándonos y sonando cada vez mejor. Reservábamos para las mejores tardes de los domingos aquellos trajes color crema con camisa negra de seda, sin chaleco y sin chorreras, que habíamos comprado en Casa Castaño en Sama…es cierto que se asemejaban un poco al traje de Tony Manero en Fiebre de Sábado Noche. Logré ir soltándome con aquel órgano y el sintetizador, consiguiendo interpretar un par de canciones como solista y que eran de las que facilitaban el camino para que los jóvenes se conocieran en la distancia más corta, quiero creer, que en algún caso preludio de algo más serio. Tengo que agradecer a José, Machacón, que me ayudara a poner en práctica aquellos conocimientos musicales clásicos que había ido adquiriendo desde los 8 años, cuando empecé a estudiar música animado por Mª Carmen, mi prima y que fue mi profesora. Muchos recuerdos de todos aquellos años estudiando música junto con mi primo Guillermo, Mito D.E.P:, y Aladino, que para mi siempre fue Ladi, no era sencillo salir de clase e irte una hora, como mínimo, a clases de música, cuando el resto de tus amigos estaban jugando en aquella calle sin salida y que era todo un fortín. Fui pasando año por año aquellos cursos, primero de Solfeo, para poco a poco empezar a poner las manos sobre el teclado en un piano viejuno que tenía en su casa M Carmen, un poco desafinado, según decían, pero que para mis oídos pasaba desapercibido, siempre fui un poco duro de oído, pero por aquel entonces no era del todo consciente. El primer lugar en el que tocamos con un poco de importancia fue en Tuilla. Creo recordar que en ese punto mi amigo José Rene Cavielles Mier nos abandono para dedicarse por entero al negocio en la Peluquería de su padre Paulino y que fue sustituido por Patxi, bastante popular por aquel entonces en La Felguera. Era duro tener que estar cortando el pelo y a la tarde salir rumbo a una fiesta y estar trabajando todos los fines de semana y Fiestas de aquel verano, puedo asegurar que no es fácil. A nuestro nivel lo teníamos que hacer todo nosotros: cargar y descargar, montar, probar, tocar, desmontar…cuando llegabas al Hotel o a tu casa a veces ya había amanecido. Quiero mencionar aquí a Manuel Mato, Manolín, fallecido no hace mucho, y que durante un tiempo fue el encargado de llevar los instrumentos en su furgoneta. Logramos llegar a tener un nivel aceptable y los contratos fueron aumentando llegando incluso a tocar en un Barrio de toda una ciudad como Gijón…aunque nunca en alguna plaza importante del Valle del Nalón. Las cosas iban bastante bien, incluso se nos ofrecía la posibilidad para tocar en las celebraciones de Bodas que había en la zona del Nalón cuando la temporada de Fiestas llegara a su fin, algo se había hablado con algún Restaurante especializado en aquellos eventos. Fin del cuarto capítulo...ya sólo falta uno....
Posted on: Mon, 05 Aug 2013 22:26:08 +0000

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