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Bueno, me dieron likes. Aquí les va. Que dicen? Espero les guste, a todos los fans y no fans de mis historias. Antología de Cuentos Infantiles y Juveniles Autor: Astrid E. Méndez Registro: 1307275487079 All rights reserved. Queda prohibida la reproducción total o parcial de la obra sin autorización expresa de los titulares de los derechos de autor. El sueño de Katia Encerrada en una habitación oscura me encontraba. Una pequeña aguja fue insertada en mi entrepierna, y grité, pero nadie me escuchaba. Así que, pataleé y agité las manos, histéricamente. Tenía que huir, algo estaba por sucederme. Respiré con profundidad y el corazón se me detuvo. No estaba sufriendo un paro cardiaco, porque me podía mover y seguía despierta. Algo me decía, que era un efecto de la inyección que me habían suministrado. Pretendí hacerme la dormida mientras una mano me rozaba el cuello para descubrir si seguía respirando. Cuando abrí los ojos nuevamente, una luz me segó, y unas alas aparecieron detrás de mi espalda. —Ha funcionado —dijo alguien a mis espaldas. Intente volverme, pero las alas me lo impedían. Ya que, se mantenían firmes a mi espalda y no se movían del lugar en el que estaban. —Sí, ha sido un éxito. Muy pronto ella será nuestra invención que nos llevara a la fama —una segunda voz se escuchó, y mi cuerpo empezó a temblar. ¿Qué me habían hecho? ¿Acaso habían experimentado conmigo algunos de sus inventos? ¿Y por qué yo? ¿Por qué no alguien más? Cerré los ojos con fuerza y reprimí las lágrimas que se asomaban en mi pálido rostro. Segundos después, una mano me sujetó por el hombro y parpadeé confundida. ¿Qué sería lo siguiente? Todavía no era suficiente lo que me habían hecho. No estaban ya satisfechos. —Entidad X15 —susurró una voz masculina y liberó mis alas—, será mejor que corras. Me volví y contemplé el rostro de mi salvador. Era un joven muy atractivo y de ojos color azabache. —¿Quién eres? —pregunté, y el joven negó con la cabeza. —No es conveniente que lo sepas—fue lo último que dijo, antes de salir apresuradamente de la habitación. Por un momento vacilé, entre huir o descubrir lo que había pasado en esta habitación. Así que, mis piernas respondieron por mí. Corrí y salí de la habitación, lo más rápido que pude. Me caí unas cuantas veces, pero seguí corriendo. No tenía ni idea de a dónde ir. Sin embargo, sabía que si me detenía alguien me encontraría y volvería estar otra vez en la misma habitación oscura donde me desperté. De repente, alguien me agarró de brazo y tiró de mí. Me caí contra el suelo, húmedo y sucio, y alguien me aplastó con su cuerpo. Sujetaron mis manos con una cuerda y me inyectaron algo que no pude distinguir. — ¿Creíste que podías escapar? —Siseó mi atacante—. Eres mía. Entonces, un ruido ensordecedor se escuchó a los lejos y caí de la cama. Fue el sueño más horrible que jamás había tenido.
Posted on: Wed, 11 Sep 2013 01:43:04 +0000

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