Capitulo 16 Parte 3: Apocalipsis –Hahston, no te vayas. - TopicsExpress



          

Capitulo 16 Parte 3: Apocalipsis –Hahston, no te vayas. –besé los labios del cuerpo fallecido. Ardida furia me chamuscaba por dentro. Me mataba. A tientas tomé la espada de Hashton que seguía en el suelo. La alcé y me encaminé hasta Harry dispuesta a matarlo. Lo señalé con la punta de la espada. –¿cómo pudiste? –le reproché. El se dejó caer de rodillas en el pavimento. –lo siento mucho. –fue lo que él dijo. Temblé al acercarme hacia él, puse el filo de mi espada en el cuello de Harry. Él alzó su vista y nuestras miradas se encontraron, mis manos temblaron todavía más. –por Dios _______, hazlo. –me imploró–. Mátame por favor, eso es lo que he deseado todo el tiempo. La sangre se me subió al rostro empapado con lágrimas y sangre salpicada. Nuevamente tenia a un demonio bajo mi dominio, debía matarlo al igual que lo había hecho con todos los demás. Tal vez mi rabia me permitiría hacerlo, tal vez toda esa furia dentro de mí acabaría por enloquecerme y así podría matar a Harry. –No llores. –me pidió–. Solo acaba con mi vida. Mis débiles manos se tambalearon. –No puedo. –sollocé casi sin poder hablar. –te amo. –admitió. Fui tan débil, al solo escucharlo decir aquello me derrumbé, dejé caer el arma, me arrodillé frente a Harry y lo tomé del rostro. Me besó. Finalmente sentí sus labios rozando los míos, había estado tanto tiempo esperando por eso, tanto tiempo anhelando sus caricias. Me aferré a su cuerpo, enterré mis dedos en sus bíceps. Nos besamos con ternura y desesperación ahogada, yo continué derramando lágrimas al mismo tiempo que sus besos me recordaban el sabor de sus labios, jamás había probado labios más suculentos que aquellos, jamás iba a olvidar la profundidad de sus besos y la suavidad de sus labios. Esos labios fueron abriendo mi boca con deseo, me deleité acariciando su paladar con la lengua y mordiendo su labio inferior delicadamente. –¿que estás haciendo ______?, él es un demonio. –increpó Uriel. Por mucho tiempo me sentí desorientada. ¿Que debíamos hacer? Harry y yo no queríamos batallar contra el bien o el mal, lo único que yo quería era tenerlo a él, lo único que queríamos era amarnos y nada más. Con la ayuda de Harry me puse de pie junto a él, un grupo de diabólicos demonios estaba ayudando a Tom a levantarse, acababa de despertar y se estaba recomponiendo. –¡Vamos, corre _______, sígueme! –exclamó mi amado hombre. Me tomó de la mano y corrimos entre las oscuras calles de la ciudad de Rostock, iría con él hasta al fin del mundo. Nos adentramos entre calles y avenidas, nos venían siguiendo una numerosa cantidad de ángeles y también demonios, cuando estaba casi sin aliento Harry encontró una motocicleta estacionada, me tomó de la cintura y me subió en la moto, también se subió él adelante de mí. –Agárrate fuerte de mí. –dijo, agarró mis brazos haciendo que lo rodee con ellos por la cintura. Ya estaban a punto de alcanzarnos y Harry luchaba para que el vehículo se encendiera, escuchamos el aleteo de las alas de los ángeles cada vez más cercano. Utilizando un inexplicable método Harry logró encender la motocicleta, no parecía un experto en eso pero supe que al menos algo de experiencia debía de tener. A toda velocidad la moto empezó a correr, me aferré con todas mis fuerzas a Harry, el viento me golpeaba de forma ruda, mis labios estaban secándose al igual que mis lágrimas, las largas tiras de mi cabello se esparcían por el aire y me seguían volando tras de mí. La sensación del cuerpo de Harry tan pegado al mío me hacia estremecerme, las sensaciones en mi cuerpo se desbordaban, mi estómago revoloteaba nervioso, el aroma de Harry se desprendía llenando mis sentidos, su sabor era único. Un público numeroso se aproximaba a nosotros pisándonos los talones. Eché un vistazo al cielo y esos ángeles volaban con rapidez, luego miré de reojo sobre mi hombro y observé a los demonios siguiéndonos a toda velocidad. Lo único que yo escuchaba era el ruidoso sonido del motor de la motocicleta gruñendo, Harry aceleró, trató de perder a todo el gentío metiéndose en callejones escondidos y funcionó. Miré a mi alrededor, no se veía a nadie por ninguna parte. Nos adentramos en la vacía, oscura y larga carretera. Harry condujo hasta un bosque cercano. Me ayudó bajarme del vehículo, aterricé en la hierba con dificultad, casi pierdo el equilibrio. Estaba sola con ese demonio, quizás me había engañado para asesinarme alejado del resto, tal vez había sido una excusa para dejarme a solas y matarme, sin embargo lo único que me apetecía era estar con él para siempre. Nos sumergimos en un abrazo apasionado, nos aferramos el uno al otro sin dejarnos respirar. –abrázame. –murmuró Harry en tono de suplica–. Abrázame fuerte te lo pido. Lo hice, lo abracé con todas mis ganas. –¿por qué te fuiste Harry? –le pregunté lloriqueando–. ¿Por qué me dejaste así? Las yemas de sus dedos limpiaron mis mejillas húmedas por efecto de las lágrimas. –no llores. –siguió hablando a susurros igual que yo–. Sabes que cada vez que lloras yo me desangro por dentro. –¿Harry, por qué lo hiciste? –insistí. –perdóname. –Su voz sonaba adolorida–. Perdóname, yo jamás quise lastimarte, si me quedaba contigo te iba a matar, estando ahora conmigo corres peligro. –nunca me dejes, no lo hagas nunca más. El utilizó uno de sus dedos para levantar mi barbilla, me atrapó con sus labios y lentamente me fue empujando hasta arrinconarme contra el tronco de un árbol, poco a poco el beso se volvía más candente, más pasional, nos encendimos como una chispa, mordió mis labios, yo lo imité, acariciamos nuestras lenguas en lo más profundo de un beso, su piel ardía y la mía también, mi cara mostraba mis encendidos pómulos sonrojados, sentí la temperatura del ambiente elevarse, la temperatura de mi cuerpo abrasarme y su lengua recorriendo el contorno de mis labios. El comenzó a darme mordisquitos en la oreja y el cuello, cada movimiento que él hacia estimulaba mi cuerpo, el solo hecho de ver el movimiento que hacia su garganta cada vez que tragaba me llenaba de placer, observar la forma en que los músculos de sus bien formados brazos se tensaban y sus venas sobresalían para mí era una probadita de dulce veneno, Harry era mi droga, mi adicción, mi perdición. Su grueso cuello tenía una pinta espectacularmente apetecible, perfecto para mordisquearlo y besarlo, la efervescencia me mantenía enloquecida, el deseo era doloroso. Harry acarició mis piernas y eso me producía cosquilleos en todo el cuerpo, besaba mis hombros, acariciaba mi espalda y me apretaba contra su cuerpo cada vez con más fuerza; con sus dientes bajó la tira de mi vestido, yo besé cada uno de los músculos de su pecho con una furia salvaje que yo creí que nunca podía llegar a tener. Entre incandescentes y vehementes besos terminamos acostados en el frio césped, mis mejillas estaban rojas no solo por la intensidad de la situación enardecida y fogosa sino también por la forma en la que Harry me besaba y tocaba. Comencé a sudar y él también, mi pecho tocaba el suyo, mis piernas estaban entrelazadas con las de él, mis labios en su cuello y mis manos entrelazadas en sus rulos castaños. Respirar era cada vez más difícil, haciendo un veloz movimiento Harry me colocó encima de él de modo que quedara sentada en sus caderas, mi cabello servía de cortina oscureciendo su rostro, cayéndole sobre la cara y el pecho y rozándolo de la mejor forma. Jadeé y Harry también, nos besamos mas de mil veces y nuestros labios estaban hinchados y enrojecidos, incluso llegó a lacerarme con los dientes. Me sorprendió lo sedienta que estaba de ese hombre, como un vampiro sediento y hambriento de sangre. Siempre me sentí insegura del amor de Harry. ¿Como un ser tan perfecto podía amarme a mí? Sin embargo en ese momento de locura me valió poco si me amaba o no o si me estaba utilizando o no, yo lo amaba y lo quería conmigo, si era posible lo esposaría a mí y desaparecería la llave para nunca dejarlo ir. Las manos de Harry comenzaron a deslizar mi vestido hacia abajo, me estremecí, mi sujetador quedó a la vista, en parte me sentía cohibida y un tanto avergonzada, siguió bajando mi prenda hasta que mi abdomen quedó desnudo, besó la superficie de mi estómago, la sensación dentro de mí era indescriptible, se formó un nudo en mi estómago y en mi pecho inquietante, sus labios tocaron mi vientre, solté un gemido de placer, las yemas de sus dedos jugaban con las tiras de mi sujetador, me hacía sentirme más viva de lo que jamás me sentí. Su cuerpo arropaba el mío cuando acabó de dejarme desvestida, innumerables segundos se detuvo solo a mirar mi cuerpo, simplemente me contemplaba con los ojos más hermosos que un hombre pudiera tener. Aquellos dedos trazaron líneas en mi rostro, brazos, abdomen, piernas y mi pecho. Explorando y memorizando mis recovecos y las sinuosidades de cada rincón de mi cuerpo. El salvajismo se volvió incontrolable, Harry estaba radiante como el sol, ahora ambos nos encontrábamos desnudos en medio del bosque, cada parte inexplorada de mi cuerpo ardía, mis dedos estaban hundidos en sus hombros y mis uñas se clavaban en su piel, sus caderas encajaron perfectamente en las mías, sentí dolor y sentí fuego consumiéndome la piel por dentro y por fuera, sentí que él y yo éramos uno solo, unidos en cuerpo y alma. –te amo. –jadeó. –te amo. –dije en respuesta y solté un gemido. Tuvieron 1313, en el bosque. Hormonales de mierda. Ahq._.XDD. Faltan 1 capitulo & 2 epílogosD: 7OMG & SIGO. -Rocio♥.
Posted on: Fri, 28 Mar 2014 20:47:30 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015