Carta filial Para mi querido hermano Pepe: Hoy que la marea del tiempo nos embarca en distintos mares. Cavilo en retrospectiva. Los anhelos surcan. ÂżOlvidarte? ÂżOlvidarme? De lo que somos, de lo fuimos: Guardados cuadernos de cuadrĂcula. Soy aquella adolescente a quien derramaste ecuaciones a golpe de embudo. Soy “Mery Valdes”, la que atĂł con gracia tus zapatos, “la ojos dormidos, cabellos trenzados”, quien te esperĂł a la salida de la escuela, quien te tirĂł su chancla en tu sopa, a quien apedreaste sin querer, soy… Quisiera que la lejanĂa acortara distancia, con tan sola contemplarla. Contarte mis andanzas de madre, mujer -bardoliente-. Escuchar tu voz serena de guirnaldas. Decirte lo que nunca brotĂł de mis adentros. Hablar, hablar, hablar hasta que las lenguas no pueden más. Nos debemos tantas palabras, tantos hombros, tantas misivas. La memoria de mi PC no es suficiente. A grito pide renovarse. Mantenimiento de vez en cuanto. ¡Ah! Tus mensajes cibernautas aĂşn no llegan. SĂłlo arriban noticias tuyas por otras bocas. Urge mandarnos laureles, de esos que levantas desahuciados; sobre todo cuando se extravĂa la salida, cuando no podemos un lastre, más en el dorso. Sigues aquĂ en este puerto. Tu olor de mangle prendado a mis pensamientos. Adherido siempre a tus bellas sirenas que te cantan tonadas occidentales. EnvĂo la caja que dejaste en el ropero, Âżla recuerdas? Tiene mar, arena, caracolas, mangos, tĂ© de damiana, galletas, y muchas fotos. AĂşn tengo la esperanza de llenar otra caja juntos. Te amo: Lupita Nuño.
Posted on: Thu, 03 Oct 2013 05:18:09 +0000
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