Casi que ya hubiésemos estado en La Plata. El paisaje estaba de - TopicsExpress



          

Casi que ya hubiésemos estado en La Plata. El paisaje estaba de lujo, todo blanco. Blanco de escarcha, blanco de nieve, blanco de congelado, auto patinando sobre hielo… Si hubiese usado las cadenas. O en todo caso la cadena en aerosol, ambas de adorno en el baúl, (¿quién lleva tantas cadenas para no usar ninguna?) o no hubiese estacionada una camioneta en el medio de la ruta, o hubiese derretido más temprano al hielo él sol, quizás tal vez no hubiésemos impactado. Claro que si hubiese ocurrido algo de eso, me hubiese perdido la pelea. El chofer de la grúa acompañado por tremenda rubia. Situación no muy común de la que no me declare disconforme. Mensaje de texto para chofer. ¿Quién es? Un segundo de duda fatal (peor que mis segundos patinando). Lucha de la rubia por arrebatar el celular. Yo los miraba. Y miraba la ruta sin poder creerlo. A falta de saber rezar, me decidí por abrocharme el cinturón. Logra el arrebato. Lectura de mensaje. ¿Así que anoche estuviste con tus amigos? Silencio. “Basura. Hijo de mil …. Y unos cuantos insultos más. No conforme con los agravios, los golpes. Parada obligatoria. Discusión. Yo sin saber que hacer les ofrecí unas palmeritas que llevaba sobre mi regazo. Ahí suspendieron y fueron ellos los que me miraron incrédulos de mis palabras. Reaccionando que yo estaba presente, deciden continuarla abajo. Yo aproveché el momento para comer unas cuantas palmeritas. Sube a los minutos el chofer sólo y arranca. Deja sola a la rubia en el medio de la nada. Silencio. Yo sigo comiendo una que otra palmerita. Lo miro. Se le veía mano y buena parte de la cara con quemaduras de tercer grado no muy viejas. Le pregunto y me cuenta. 8 meses atrás descargando nafta de un tanque a un bidón, una llamada a su celular provoco una descarga eléctrica y boom! Dos meses internado. Se salvó de casualidad porque lo auxiliaron (y lo apagaron) rápido. Volví a vivir! me dijo. Después supo que la llamada había sido de esta misma señorita, ayer abandonada a su suerte entre Bariloche y Bolsón. Se ve que el fuego no le quemó partes vitales para seguir haciendo de las suyas, y las mujeres ven a un Mel Gibson en su parte sin rostro. No lo sabré. Lo que sí sé, es que los celulares no son su fuerte.
Posted on: Fri, 05 Jul 2013 12:28:28 +0000

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