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Castillo japonés[editar · editar fuente] Artículo principal: Castillo japonés. Castillo Fushimi-Momoyama construido por Toyotomi Hideyoshi. Un aspecto de vital importancia a lo largo de la historia de los samuráis fueron los castillos. Las primeras fortificaciones en Japón eran difícilmente lo que la gente asocia con «castillos», ya que eran elaboradas casi exclusivamente con madera. Se apoyaban mucho más en las defensas naturales y la topografía del lugar (como ríos, lagunas, etc.) que cualquier elemento creado por el hombre, y se prefería colocarlos en la cima de las montañas.82 Este tipo de construcciones, conocidas como kōgoishi y chiyashi, no se construían pensando a largo plazo, por lo que los nativos del archipiélago construían estas fortificaciones y eran abandonadas posteriormente. Los habitantes de Yamato comenzaron a construir ciudades al inicio del siglo VII, expandiendo el complejo del palacio, rodeado a los cuatro lados por murallas y unas puertas impresionantes. Fortificaciones de madera se construyeron a lo largo del país para defender el territorio de los emishi, los ainu y otros grupos. A diferencia de sus predecesores, estas construcciones eran relativamente más duraderas y eran construidas durante tiempos de paz. Hacia finales del periodo Heian el nacimiento de la clase samurái influyó drásticamente en la construcción de los castillos. Esto se debió a que ya no sólo se planeaba su posición con la idea de defender el territorio nacional de ataques externos, sino a que desde ese momento, los distintos clanes tuvieron que cuidarse unos de otros. El comienzo de la forma y estilo de lo que hoy se consideran estereotipos «clásicos» de los castillos japoneses surgieron en esta época. Los llamados jōkamachi (城下町? lit. «pueblo bajo castillo») también aparecieron, crecieron y se desarrollaron. A pesar de los avances en cuanto a construcción, la mayoría de los castillos de la época permanecieron con la misma forma de las fortificaciones de madera de siglos atrás, sólo que más largos y un poco más complejos.83 Del mismo modo se buscó ubicarlos en lo alto de las montañas, por lo que este tipo de castillos es conocido como yamashiro (山城? «castillo de montaña»).84 No fue sino hasta los últimos 30 años de este periodo de guerra donde cambios drásticos se desarrollarían. Reproducción del Castillo Azuchi de Oda Nobunaga. A diferencia de Europa, donde la difusión del uso de los cañones terminó con la era de los castillos, en Japón, la introducción de las armas de fuego, irónicamente, fue un aliciente para su mejora y desarrollo. El Castillo Azuchi, cuya construcción finalizó en 157685 fue el primer ejemplo del nuevo tipo de castillos. Estas nuevas edificaciones eran construidas más grandes y situadas sobre una gran base de piedra85 conocida como musha-gaeshi (武者返し?). Gracias a estas bases los castillos resistían de mejor forma los terremotos habituales de Japón.86 También se diseñaron con un arreglo concéntrico y además contaban con una torre alta central. Adicionalmente, los castillos se comenzaron a construir en lugares planos en lugar de montañas densamente forestadas. Fue tal la importancia de estos nuevos castillos, que tanto el Castillo Fushimi-Momoyama de Hideyoshi, como el castillo Azuchi de Nobunaga brindaron su nombre a este corto periodo —el período Azuchi-Momoyama—, durante el cual, este tipo de castillos para uso militar floreció. Cuando se utilizaban armas de asedio en Japón, eran más frecuentemente ver trabucos o catapultas de estilo chino y eran utilizadas casi exclusivamente como armas anti-personal. No existen registros de que se fijara la meta de destruir las murallas, y de hecho era visto como «más honorable» y más ventajoso tácticamente que el defensor saliera del castillo a librar la batalla. Cuando las batallas no se resolvían de esta forma, los esfuerzos se resumían en evitar que el castillo recibiera provisiones.87 Esto podía durar años, lo que involucraba rodear el castillo con una fuerza lo suficientemente grande hasta que se obtuviera la rendición. Un ejemplo de esto fue el asedio que Nobunaga hizo al castillo custodiado por los Ikko Ikki, una clase de monjes guerreros que soportaron nada menos que once años el constante ataque.83 El Castillo Azuchi fue destruido diez años después de la culminación de su construcción, pero comenzó un nuevo periodo en la forma de construir castillos. Entre los castillos construidos en los años subsecuentes estaba el Castillo Osaka de Hideyoshi, terminado en 1583. Éste incorporó las nuevas características y filosofía de construcción del Castillo Azuchi, aunque más grande, mejor colocado y más resistente. Castillo Matsumoto en la Prefectura de Nagano, un Tesoro Nacional de Japón. Algunas familias poderosas no sólo controlaban un castillo, sino una serie de castillos, donde el principal era llamado honjō y los castillos satélite shijō. Aunque los shijō generalmente eran castillos en toda la extensión de la palabra, frecuentemente eran construcciones de madera o tierra. Usualmente, faros de fuego, tambores taiko o conchas marinas eran utilizadas para establecer comunicaciones entre los castillos a grandes distancias. El Castillo Odawara de la familia Hōjō y su red de satélites era uno de los más poderosos ejemplos del sistema honjō-shijō; los Hōjō controlaban tanta tierra, que una jerarquía de sub-satélites tuvo que ser creada. Los castillos del periodo Edo se convirtieron en lujosas residencias de los daimyō y sus familias. También sirvieron para protegerlos en contra de las insurgencias internas o levantamientos de los aldeanos. Para contrarrestar el poderío de los daimyō, el shogunato Tokugawa decretó una serie de regulaciones limitando el número de castillos a uno por han, con pocas excepciones, con lo cual se detuvo su construcción. A lo largo de la historia muchos castillos serían destruidos, ya fuera como parte de la Restauración Meiji o durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. En realidad, muy pocos de los castillos japoneses actuales son los originales y predominan los castillos reconstruidos con acero y hormigón en tiempos modernos. Cuando el shogunato Tokugawa promulgó el edicto de sankin kotai o «Presencia Alterna», se estipuló que las mujeres e hijos de cada daimyō debían de permanecer en los yashiki (屋敷 casa solariega?).88 Estas últimas estaban ubicadas en los alrededores del Castillo Edo, y su cercanía estaba regida por el rango de cada familia; los de mayor rango y confianza se encontraban más próximos al castillo.88 Este sistema de yashiki pronto fue adoptado por los propios daimyō en su respectiva provincia, bajo el mismo sistema.89
Posted on: Thu, 08 Aug 2013 00:41:57 +0000

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