Chiapas S.A. de C. V. Se desmayó con gran estruendo, como se desmayan las divas, con gran estruendo. Frente a la multitud, que no sabía qué hacer, un campesino con los músculos sudados la tomó en brazos. Era la primera vez que el mampo se sentía atraído por un hombre de tierra caliente. El placer le duró sólo unos minutos, alaciando su cabellera castaña la loca se incorporó, diciendo: No pasó nada, se me ha bajado el azúcar. Y se fue de ahí, con el olor del campesino de manos rudas entre su ropa limpísima y radiante, caminando entre la multitud como una santa.
Posted on: Wed, 12 Jun 2013 18:01:55 +0000
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