Damócles encarna a un imaginario cortesano, excesivamente adulador, de la corte de Dionisio II, un tirano de Siracusa (Sicilia) del siglo IV a .C. Éste afirmaba que el rey era realmente afortunado al disponer de poder y riqueza. El monarca, buscando escarmentar al incauto súbdito, le ofreció intercambiar el trono con él por un día, permitiéndole disfrutar de primera mano su suerte. Esa misma tarde se celebró un opíparo banquete donde el caballero fue servido como un rey. Comenzado el festín, Damócles levantó la vista y reparó en la afilada espada que pendía directamente sobre su cabeza, atada por un único pelo de crin de caballo. Inmediatamente perdió el interés por los apetitosos manjares y las bellas muchachas y rogó al tirano abandonar su puesto. La situación de los seres humanos y sus residuos está creando islas de basura plástica que flotan como espadas de Damócles sobre nuestros futuros. ¿Podremos convivir con océanos llenos de residuos flotantes¬ y peces cadavéricos? ¿No será demasiado pedir en nombre del consumo y la economía? ¿No será ya el tiempo de empezar a prescindir de tantos espejismos y hacernos mejores compañeros de este viaje que no podemos abandonar?... Permacultores Urbanos ampliando su borde hacia el manejo de residuos...
Posted on: Fri, 25 Oct 2013 00:17:01 +0000
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