De vida, dignidad y libertad también han hablado y siguen - TopicsExpress



          

De vida, dignidad y libertad también han hablado y siguen hablando los apasionados ritmos y acordes de la música protesta que se expande por todo el globo. Desde “La internacional” a “A las barricadas”, pasando por “Hasta siempre” y “La maza”, la música ha estado siempre presente en todo proyecto con fines libertarios. Aunque muchos jóvenes de hoy siguen oyendo la música protesta de hace algunas décadas, poco a poco nuevos sonidos se posicionan en nuestras ciudades. Tal es el caso de lo que hoy conocemos como “hardcore/punk libertario”. Siguiendo el sentir de Don Plutarco, aquí la música se combina armoniosamente con el sueño de una sociedad más libre e igualitaria. Hacia el 2002 se produjo en Bogotá un encuentro de música urbana que originó, no sin ciertos tropiezos, el llamado “hardcore/punk libertario”. El hardcore, música pesada, agresiva y rápida nacida en Nueva York, se había instalado en las calles bogotanas desde finales de los ochenta, pero había empezado a consolidar una escena sólo hasta 1996. Dicha escena, que inicialmente estaba marcada por la intención de copiar los modelos neoyorquinos de unidad, respeto a la familia, disciplina y de confusa confrontación contra el sistema, empezó a politizarse más claramente hacia el 2001 cuando hubo un contacto con otras escenas latinoamericanas y cuando se empezaron a organizar eventos donde las personas asistentes advertían, a través de videos, charlas y discursos los complejos conflictos sociales presentes en la realidad colombiana. Uno de estos eventos fue el concierto organizado por el sello disquero independiente Persistencia Records, donde integrantes de las Comunidades de Autodeterminación del Cacarica contaron su desafortunada vivencia directa del desplazamiento forzado. En el siguiente año Persistencia hizo una alianza con otros sellos disqueros independientes como Dirección Positiva y Despertar Hardcore Records para hacer otros conciertos con un claro tinte crítico y editar nuevos discos autogestionados. Así, en el 2002, se organizó el concierto “Duda Global” donde, además de presentar una exposición fotográfica y vender por primera vez comida vegetariana, se proyectaron dos videos: el primero sobre las luchas antiglobalización que se habían librado alrededor del mundo en 1999 y el segundo sobre la propuesta del neozapatismo. En ese mismo año los tres sellos disqueros llevaron a cabo el ambicioso proyecto de editar 1000 copias de un disco llamado Evolución Bogotá Hardcore que reunió a varias bandas bogotanas, pero cuyo discurso mostraba cómo se iba politizando la posición de las personas involucradas en la escena. En el librito del disco Persistencia consideraba que el hardcore debía concebirse “como una comunidad caracterizada básicamente por la participación directa de sus miembros, un espacio donde haya campo para crear, donde podamos organizar diferentes medios de expresión (música, textos, debates, expresiones artísticas, entre otras), donde realmente podamos hacer las cosas de otra manera, de tal forma que cada individuo pueda ser partícipe y constructor de la llamada “escena” (pequeña comunidad dentro de la gran comunidad), manteniendo principios de autonomía y participación. Un espacio en el cual no se dependa de grandes grupos económicos o corporaciones para poder hacer las cosas o para poder difundir nuestro pensamientos, y en donde, de una manera abierta, se pueda llegar tanto a expresar las ideas propias como a conocer y respetar muchas”. Estos llamados del Evolución Bogotá Hardcore facilitaron el encuentro que se dio más claramente hacia el 2002, pero que venía fraguándose un año antes, entre el hardcore y el anarkopunk bogotano. Por varios años antes de este encuentro diferentes personas involucradas en el punk habían asimilado la fuerte influencia de las ideas anarquistas y comunistas a través de una interesante mezcla de canciones antisistema y proyectos autogestionarios de música, revistas y grupos de defensa animal. Había bandas como Diarrea (hoy Desarme) y Anarka y revistas como Transculturación Zine y V.I.D.A. De este modo, en la Universidad Nacional, sede Bogotá, varias personas provenientes del hardcore y el anarkopunk empezaron a intercambiar ideas, música, documentos, proyectos y noches de juerga que culminaron en la realización de un concurrido concierto que cerraba las “III Jornadas Libertarias” organizadas por la Coordinadora Libertaria Banderas Negras. En este concierto tocaron oficialmente las bandas Dar a cada uno lo que es suyo, Frente Urbano, Reacción Propia y Skartel, y extraoficialmente Polikarpas y Ministerio de Vagancia. Después de dicho concierto las relaciones entre el hardcore y el anarkopunk se fortalecieron a través de la confianza en la lucha libertaria y los lazos de amistad que se fueron creando entre las personas involucradas en este importante encuentro. Por eso, a finales del mismo año Despertar, Dirección Positiva, Persistencia Records y Filibusteros se reunieron una vez más para llevar a cabo el “Primer Congreso Anarkopunk de Colombia”. A la organización y realización de este congreso se sumaron pronto otras expresiones juveniles de música contestataria y libertaria como Cinéfilos, Arte y Resistencia, 28d, CEL, REN, El Horizontal (de Medellín), Rebelión e integrantes de A sangre y Fuego, Kontragolpe y CH. En este congreso se lograron relaciones con hardcoreros y punkeros de otras ciudades, especialmente de Medellín, pero además hubo dd interesantes charlas sobre las expresiones contraculturales del hardcore/punk libertario, sobre el movimiento anarquista y sobre el Plan Colombia. Terminado este Congreso, los conciertos y las actividades conjuntas empezaron a incrementarse. Ahora se hacían más reuniones de hardcore/punk libertario y se organizaban conciertos a favor de los detenidos políticos, de denuncia frente al terrorismo de Estado, de objeción de conciencia y, en general, de apoyo a diversas causas libertarias. Una fotografía de este momento puede ser encontrada en el disco Sonidos para activar la revolución, editado en el 2004 por Filibusteros distro, Dirección Positiva y Persistencia Records. Ya para este momento, habían aparecido varias bandas y algunos colectivos, entre ellos el Colectivo Contracultura que se propuso como objetivo principal ejercer una influencia libertaria en la creciente escena hardcore/punk. En febrero de 2007 dicho colectivo realizó el primer “Festival Odradek”. Tal como el cuento de Kafka, Odradek era un intento a la vez crítico y críptico de hablar sobre hardcore/punk libertario sin caer en clichés y buscando subvertir sus ahora tradicionales prácticas. Pero Odradek no ha sido el único evento contracultural de hardcore/punk libertario, en los últimos años ha habido numerosos festivales y conciertos contestatarios a favor de la liberación animal, contra el terrorismo de Estado, contra los mal llamados “falsos positivos”, en memoria de Nicolás Neira, en apoyo a las detenidas políticas, en solidaridad con la Minga, etc. Así pues, hoy en día la escena hardcore/punk se sigue manteniendo y consolidándose como una de las tantas expresiones urbanas de música y resistencia, convirtiéndose en una importante alternativa juvenil de contracultura y lucha libertaria. * < Anterior * Siguiente > Escribir un comentario Nombre (requerido) E-mail (requerido) Sitio web De vida, dignidad y libertad también han hablado y siguen hablando los apasionados ritmos y acordes de la música protesta que se expande por todo el globo. Desde “La internacional” a “A las barricadas”, pasando por “Hasta siempre” y “La maza”, la música ha estado siempre presente en todo proyecto con fines libertarios. Aunque muchos jóvenes de hoy siguen oyendo la música protesta de hace algunas décadas, poco a poco nuevos sonidos se posicionan en nuestras ciudades. Tal es el caso de lo que hoy conocemos como “hardcore/punk libertario”. Siguiendo el sentir de Don Plutarco, aquí la música se combina armoniosamente con el sueño de una sociedad más libre e igualitaria. Hacia el 2002 se produjo en Bogotá un encuentro de música urbana que originó, no sin ciertos tropiezos, el llamado “hardcore/punk libertario”. El hardcore, música pesada, agresiva y rápida nacida en Nueva York, se había instalado en las calles bogotanas desde finales de los ochenta, pero había empezado a consolidar una escena sólo hasta 1996. Dicha escena, que inicialmente estaba marcada por la intención de copiar los modelos neoyorquinos de unidad, respeto a la familia, disciplina y de confusa confrontación contra el sistema, empezó a politizarse más claramente hacia el 2001 cuando hubo un contacto con otras escenas latinoamericanas y cuando se empezaron a organizar eventos donde las personas asistentes advertían, a través de videos, charlas y discursos los complejos conflictos sociales presentes en la realidad colombiana. Uno de estos eventos fue el concierto organizado por el sello disquero independiente Persistencia Records, donde integrantes de las Comunidades de Autodeterminación del Cacarica contaron su desafortunada vivencia directa del desplazamiento forzado. En el siguiente año Persistencia hizo una alianza con otros sellos disqueros independientes como Dirección Positiva y Despertar Hardcore Records para hacer otros conciertos con un claro tinte crítico y editar nuevos discos autogestionados. Así, en el 2002, se organizó el concierto “Duda Global” donde, además de presentar una exposición fotográfica y vender por primera vez comida vegetariana, se proyectaron dos videos: el primero sobre las luchas antiglobalización que se habían librado alrededor del mundo en 1999 y el segundo sobre la propuesta del neozapatismo. En ese mismo año los tres sellos disqueros llevaron a cabo el ambicioso proyecto de editar 1000 copias de un disco llamado Evolución Bogotá Hardcore que reunió a varias bandas bogotanas, pero cuyo discurso mostraba cómo se iba politizando la posición de las personas involucradas en la escena. En el librito del disco Persistencia consideraba que el hardcore debía concebirse “como una comunidad caracterizada básicamente por la participación directa de sus miembros, un espacio donde haya campo para crear, donde podamos organizar diferentes medios de expresión (música, textos, debates, expresiones artísticas, entre otras), donde realmente podamos hacer las cosas de otra manera, de tal forma que cada individuo pueda ser partícipe y constructor de la llamada “escena” (pequeña comunidad dentro de la gran comunidad), manteniendo principios de autonomía y participación. Un espacio en el cual no se dependa de grandes grupos económicos o corporaciones para poder hacer las cosas o para poder difundir nuestro pensamientos, y en donde, de una manera abierta, se pueda llegar tanto a expresar las ideas propias como a conocer y respetar muchas”. Estos llamados del Evolución Bogotá Hardcore facilitaron el encuentro que se dio más claramente hacia el 2002, pero que venía fraguándose un año antes, entre el hardcore y el anarkopunk bogotano. Por varios años antes de este encuentro diferentes personas involucradas en el punk habían asimilado la fuerte influencia de las ideas anarquistas y comunistas a través de una interesante mezcla de canciones antisistema y proyectos autogestionarios de música, revistas y grupos de defensa animal. Había bandas como Diarrea (hoy Desarme) y Anarka y revistas como Transculturación Zine y V.I.D.A. De este modo, en la Universidad Nacional, sede Bogotá, varias personas provenientes del hardcore y el anarkopunk empezaron a intercambiar ideas, música, documentos, proyectos y noches de juerga que culminaron en la realización de un concurrido concierto que cerraba las “III Jornadas Libertarias” organizadas por la Coordinadora Libertaria Banderas Negras. En este concierto tocaron oficialmente las bandas Dar a cada uno lo que es suyo, Frente Urbano, Reacción Propia y Skartel, y extraoficialmente Polikarpas y Ministerio de Vagancia. Después de dicho concierto las relaciones entre el hardcore y el anarkopunk se fortalecieron a través de la confianza en la lucha libertaria y los lazos de amistad que se fueron creando entre las personas involucradas en este importante encuentro. Por eso, a finales del mismo año Despertar, Dirección Positiva, Persistencia Records y Filibusteros se reunieron una vez más para llevar a cabo el “Primer Congreso Anarkopunk de Colombia”. A la organización y realización de este congreso se sumaron pronto otras expresiones juveniles de música contestataria y libertaria como Cinéfilos, Arte y Resistencia, 28d, CEL, REN, El Horizontal (de Medellín), Rebelión e integrantes de A sangre y Fuego, Kontragolpe y CH. En este congreso se lograron relaciones con hardcoreros y punkeros de otras ciudades, especialmente de Medellín, pero además hubo dd interesantes charlas sobre las expresiones contraculturales del hardcore/punk libertario, sobre el movimiento anarquista y sobre el Plan Colombia. Terminado este Congreso, los conciertos y las actividades conjuntas empezaron a incrementarse. Ahora se hacían más reuniones de hardcore/punk libertario y se organizaban conciertos a favor de los detenidos políticos, de denuncia frente al terrorismo de Estado, de objeción de conciencia y, en general, de apoyo a diversas causas libertarias. Una fotografía de este momento puede ser encontrada en el disco Sonidos para activar la revolución, editado en el 2004 por Filibusteros distro, Dirección Positiva y Persistencia Records. Ya para este momento, habían aparecido varias bandas y algunos colectivos, entre ellos el Colectivo Contracultura que se propuso como objetivo principal ejercer una influencia libertaria en la creciente escena hardcore/punk. En febrero de 2007 dicho colectivo realizó el primer “Festival Odradek”. Tal como el cuento de Kafka, Odradek era un intento a la vez crítico y críptico de hablar sobre hardcore/punk libertario sin caer en clichés y buscando subvertir sus ahora tradicionales prácticas. Pero Odradek no ha sido el único evento contracultural de hardcore/punk libertario, en los últimos años ha habido numerosos festivales y conciertos contestatarios a favor de la liberación animal, contra el terrorismo de Estado, contra los mal llamados “falsos positivos”, en memoria de Nicolás Neira, en apoyo a las detenidas políticas, en solidaridad con la Minga, etc. Así pues, hoy en día la escena hardcore/punk se sigue manteniendo y consolidándose como una de las tantas expresiones urbanas de música y resistencia, convirtiéndose en una importante alternativa juvenil de contracultura y lucha libertaria. * < Anterior * Siguiente > Escribir un comentario Nombre (requerido) E-mail (requerido) Sitio web
Posted on: Sun, 08 Sep 2013 23:42:32 +0000

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