El PNV actual no tiene nada que ver con el de hace 80 años. El actual, va con Dios y el diablo al mismo tiempo. La genial película Braveheart (corazón bravo), en la cual Mel Gibson interpreta al plebeyo Escocés William Wallace, un revolucionario que hacia el año 1.300 hizo temblar los cimientos del poder de malvado rey Eduardo I de Inglaterra (conocido como longshanks-piernas largas) ya refleja, a grandes rasgos cierto paralelismo con la situación actual que vivimos en Euskalherrria. Un plebeyo que arma a un ejército de plebeyos, y lo lanza contra el poderoso y malvado Rey, venciéndole en un principio, y llegando a decapitar al primo de este en la mismísima ciudad de York (norte de Inglaterra). Los nobles de escocia, se suman a la revuelta, y el padre de noble Robert Bruce (noble que se convertirá en el futuro rey de Escocia), un leproso que se consume poco a poco, le instiga a cumplir sus órdenes: Hay que apoyar la revuelta por un lado, y condenarla por el otro. Claro, si la condena, los nobles de Escocia (al igual que el PNV actual) no perderían castillos, tierras, títulos, poder, sobre todo, mucho poder. Claro, al final, Wallace (que ostentaba el título de SIR) fué traicionado por esos nobles (PNV), Igual que el PNV actual, que con su boquita pequeña gritan (casi ni se les oye: ¡INDEPENDENTZIA), y con la otra se van de la mano con los del gobierno de Madrid, con esos que llevan 8 siglos tocándonos los cojones. PNV (Partido del Negocio Vasco), el puto plumero se os ve.
Posted on: Sat, 19 Oct 2013 10:30:46 +0000
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